Vecinos y comerciantes del barrio señalan los riesgos del vial reformado
12 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Los autobuses urbanos volvieron ayer a circular por la calle de Concheiros tras un parón de casi dos años causado por las obras de remodelación del trazado. El regreso del transporte público, como ya se suponía, ha provocado la aparición de un riesgo para los viandantes: cada vez que se cruzan dos buses, uno de ellos se ve obligado a invadir la zona peatonal para dejar paso al otro vehículo, ya que la calzada carece de ancho suficiente para que ambos puedan atravesarla de manera simultánea.
Vecinos y comerciantes, que se han quejado al Concello reiteradamente durante los últimos meses por el retraso de la obra, no han tardado en percatarse del peligro que supone la falta de espacio para que se crucen dos autobuses: «Ahí va a pasar algo algún día», advierte Antonio Almón, responsable del bar O Rey, en referencia a la zona media-baja de la calle, donde se sitúan buena parte de los comercios y la terraza del bar Tabacos. Elena Rodríguez, propietaria de la frutería O Camiño, sostiene que, de hecho, «case non collen dous coches», y reprocha que «non marcaron a estrada, nin nada».
«Non se sabe se é unha zona peonil ou de coches», lamenta Felipe Pérez, que visita la zona con asiduidad; y en la misma línea, Jesús Lale, vecino de las inmediaciones, afirma que «os peóns non saben nin cando cruzar nin por onde andar». Raquel Iglesias, que reside una calle más arriba, destaca que «os peregrinos que van en bicicleta rematan indo pola beirarrúa», una peligrosa infracción causada por las deficiencias en la señalización de la que es la entrada del Camino Francés hacia el centro monumental. Carme Viéitez, que frecuenta la zona junto a su hija, recuerda que «el trazado iba a tener solo un carril, pero los vecinos protestaron», ya que antes de las obras era de doble sentido.
Montse Vilar, presidenta de la Asociación de Veciños A Xuntanza, expone que la remodelación «non facilita para nada a vida do barrio nin o tráfico de dobre sentido», mientras que Suso Fernández, presidente de la Asociación Empresarial do Barrio de San Pedro, aclara que si realmente así fuese, «ninguén se vai opoñer». Fernández anuncia, en cualquier caso, que «estamos agardando a que remate todo» antes de presentar nuevas quejas formales.