Guía para comer en Santiago si eres celíaco

Lucía Blanco SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

En la cafetería Chusca tienen dulces caseros sin gluten.
En la cafetería Chusca tienen dulces caseros sin gluten. Sandra Alonso

La ciudad cuenta con 38 establecimientos con el certificado de seguridad alimentaria de la Asociación de Celíacos de Galicia

20 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Para aquellas personas que tienen algún tipo de intolerancia visitar una ciudad y degustar sus platos típicos pueden convertirse en todo un dolor de cabeza, pues ven limitadas sus oportunidades a la hora de disfrutar de la carta. Sin embargo, Santiago goza de una buena posición en cuanto a gastronomía accesible, pues es la ciudad gallega con mayor número de establecimientos con certificado de restauración sin gluten de la Asociación de Celíacos de Galicia (ACEGA).

Tranquilidad, variedad y seguridad, esas son las claves de los menús que cuentan con el distintivo de la asociación. Un documento que reconoce a aquellos locales que, tras la revisión de los procedimientos, el estudio de los platos, la formación del personal y la revisión de las instalaciones donde se elabora la comida, aseguran unos productos adecuados para los intolerantes. 

Carta exclusiva para celíacos

Hamburguesas, croquetas y arepas. Uno de los 38 establecimientos compostelanos en el listado es Le Coq Santiago Gastro Café, en la rúa de Santiago de Chile, ideal para los amantes del pollo, pues está especializado en este tipo de carne. A diferencia de otros negocios, tienen una cocina que es «toda sin gluten y en una parte es donde preparamos lo que esporadicamente sí lleva para evitar la contaminación cruzada», explica Irena Zoco, la gerente. Llevan ofreciendo productos para el colectivo desde su apertura, aunque hace menos de un año decidieron incorporar una carta exclusiva porque «así más sencillo pedir, ya que no tienes que coger la carta e ir buscando en los alérgenos o fijándote si contienen trazas». A partir de ese momento, fueron ampliando la selección de platos entre los que destacan las croquetas, los nachos, las arepas que son «un producto muy demandado porque es por naturaleza sin gluten, entonces simplemente hay que tener cuidado de no contaminarlo» o los helados.

Sus hamburguesas tampoco pasan desapercibidas entre su público, ya que las elaboran con «un pan sin gluten que está muy bueno, los clientes siempre nos lo dicen», destaca Zoco. Su variadad de alternativas y su apuesta por «comida fresca, recién hecha y casera» los convertieron en todo un referente en la ciudad para los intolerantes. De hecho, de las mesas que pueden llegar a atender en un mediodía, «más de la mitad tienen por lo menos un comensal que es celíaco y en algunas, varios».

La mayoría de la carta sin gluten

Adaptan diariamente el menú. Entre los negocios que mantienen convenio con la organización también está el restaurante Petiscos, ubicado en la rúa de Aller Ulloa. En él cuentan con una carta «na que o 99% dos platos, coa excepción das albóndigas, as croquetas e o bacallao con natas, é toda sen glute», explica el propietario, Antonio Fariña. Pero, además de la carta, en la que hay opciones como el wok de verduras, los filetes de ternera o las berenjenas rellenas, sus clientes también pueden disfrutar del menú en el que «a maioría de elaboracións as poden consumir os celíacos». El pan, que ellos mismos elaboran, y los postres —en cuya selección de 15 variedades, unicamente dos llevan la proteína— también se encuentran entre los productos aptos para este tipo de comensales que son habituales en su local.

En el restaurante Petiscos adaptaron casi toda su carta para los intolerantes al gluten.
En el restaurante Petiscos adaptaron casi toda su carta para los intolerantes al gluten. MALENA FERNÁNDEZ

Clientes con la intolerancia todos los días. Otro de los restaurantes que luce el distintivo en su puerta es O Sendeiro, situado en la rúa do Olvido. La mayoría de opciones son adecuadas para este tipo de público, de hecho, «de la carta de salados solo hay un plato que no es apto y de nuestros postres dos son sin gluten», explica Alberto Fernández que, junto a Sergio Delpont y Summa Breogán, está al frente del establecimiento. Lo que intentan, una vez que el cliente se identifica como celíaco, es «adaptar siempre nuestras opciones, tanto entrantes como principales, porque la materia prima está siempre separada entonces aunque no puedan tomar la receta original porque algún elemento lleva la proteína ajustamos la elaboración del plato». Forman parte de la selección de restauración sin gluten de ACEGA desde el 2018 porque «al final es una intolerancia que va en aumento, entonces nos fuimos adaptando a trabajar con ello para ofrecer casi toda la carta». Un tipo de comensales acuden «casi a diario entre los que son intolerantes y los que llevan una dieta sin gluten», explica Alberto.

Opciones para el postre

Repostería accesible para todos. Los productos de repostería suelen ser de los más difíciles de incluir en las dietas sin gluten, debido a su elaboración a base de cereales e Irupé Fierre, propietaria de la cafetería Chusca, situada en la avenida de Rosalía de Castro, es consciente de ello. «Yo soy celíaca y cuando salía a tomar algo lo único que podía pedir era una infusión». Por eso, su negocio, que pretende ser un lugar inclusivo en el que «toda la gente se pueda reunir y pueda venir», ofrece opciones para todo tipo de consumidores. En su carta de postres caseros, se encuentran el brownie, las cookies, la tarta de naranja y la de limón, unas opciones que eligen «cada vez más clientes con la intolerancia, a pesar de que abrimos hace un mes», explica.

En la cafetería Chusca apuestan por un concepto de gastronomía accesible para todos.
En la cafetería Chusca apuestan por un concepto de gastronomía accesible para todos. Sandra Alonso

Helados sin gluten certificados. Xearte Brigitte, en la rúa de San Pedro, es de las pocas heladerías artesanas de la comunidad con opciones sin la proteína certificadas. El local, que recibió un Solete de la Guía Repsol y apuesta por la elaboración a base de frutas y productos de proximidad, oferta una gran diversidad de sabores. «Las variedades dependen de la vitrina que tengamos ese día, pero son todas sin gluten, a excepción de las que se hacen con galleta, como el de oreo», explica Brígida Hermida, la propietaria. Sus helados, tanto en tarrina como en cono, pues también tiene una versión para los celíacos, convencen al colectivo ya que «tenemos bastantes clientes con la intolerancia», reconoce.

En Xerarte Brigitte venden helados artesanos sin gluten.
En Xerarte Brigitte venden helados artesanos sin gluten. PACO RODRÍGUEZ