Ella enseña a conocer cada músculo del cuerpo con el método de la antigimnasia

Con la vuelta al trabajo después de las vacaciones estivales, muchos son los que recuperar la lista de las buenas intenciones hechas a principios de año e intentan cumplir alguno de los retos autoimpuestos. El de volver al gimnasio está en la mayoría de esas listas, y también entre las que terminan incumpliéndose. Miriam Asensio acaba de abrir, el pasado 5 de septiembre, un centro de Antigimnasia de Santiago, y durante los primeros días «hicimos jornadas de puertas abiertas para dar a conocer un método de trabajo que tiene más de treinta años y que es muy conocido en Europa». La joven emprendedora llegó a la antigimnasia «al unir las dos facetas que más me gustan: la atención al público y la danza, a la que me dediqué profesionalmente». Durante la pandemia se matriculó en el centro de formación de antigimnasia de Valencia, y «debido al covid, la formación fue on line. Fue muy intenso, pero era justo lo que yo quería». En la decisión de escoger Santiago para abrir su centro en lugar de A Coruña, donde residía, «tuvo que ver el amor, porque mi pareja tuvo la oportunidad de abrir un centro de masajes en Santiago con un socio, en A Quintana, y a mí me pareció buena idea venir a Santiago». Miriam explica que muchas de las dolencias que son tratadas en las clínicas de fisioterapia podrían evitarse con la antigimnasia, que es «un método eficaz de trabajo corporal, al alcance de todas las personas, independientemente de su condición física y de su edad». Durante estos primeros días, la experiencia está siendo «enriquecedora: una mujer de 92 años hizo la prueba y ya se apuntó para las clases», señala satisfecha. «No se trata hacer forzar la máquina más de lo que se puede, pero es habitual que, por nuestro día a día, se carguen unos músculos más que otros, y eso lleva a sufrir dolencias», explica. Con este método «se realizan unos movimientos muy precisos para llegar a cada uno de los músculos del cuerpo». Fue creado por la fisioterapeuta Thérèsa Betherat, y «se trata de llegar a un equilibrio en nuestro cuerpo». En su centro se proyectarán también sesiones para embarazadas, y «además de las actividades de hora y media a la semana, también se plantean propuestas más largas para los sábados». Miriam cree que «la antigimnasia llama la atención por su nombre, y ahora solo falta animarse a probar los resultados».

Arquitectos técnicos

Profesionales de la arquitectura técnica de España cumplieron con la tradición jacobea y participaron en la misa del peregrino, en la que invocaron la ayuda del Apóstol. Alfredo Sanz, presidente del Consejo General de la Arquitectura Técnica, hizo la ofrenda, a la que acudieron José Manuel Grandío, Roberto Medín, Darío López y Manuel Rañó, presidentes de los cuatro colegios gallegos, así como Rosana Rivas Mariño, secretaria del Consello Galego, y numerosos profesionales. Sanz aludió al maestro Bernardo «El Viejo», «quien inició esta magnífica basílica», en referencia a los antecesores de la profesión de aparejador. También tuvo palabras para San Juan de Ortega, patrón de los aparejadores, e impulsor de la construcción de calzadas, puentes y hospitales para peregrinos.

Rois en Letonia

Los alumnos de la escuela de música de Rois regresaron de su viaje a Malta y Vilani, ambas localidades de Letonia, donde ofrecieron dos conciertos. La delegación estaba encabezada por la concejala de Cultura, Victoria Quiroga, y Anayansi Singh, gestora cultural, que acompañaron al director del centro, Manuel Villar. El grupo estuvo formado por Greta Domínguez, Aroa Boga, Víctor Abascal, Celtia Insua, Amelia Miguéns, Lourenzo Somoza, Aitana Rodríguez, Ileana Piñeiro, Alba Manni, Desirée Meis, Anrís Soto, Lucía Rabuñal, Anna Melikhova, Fabián Jamardo, Elena Domínguez, Amparo Cánovas, Brais Villar y Martín Chaves. Del CPPI Os Dices viajaron Mireia Pamies, jefa de estudios, junto a Carolina Martínez, Iker González, Nuria Costa, Carmen Romarís y Rocío Casal. El profesor de la escuela Gabriel Miguéns hizo los arreglos musicales de los temas interpretados en Letonia.

---

---

---