Kassius Robertson, jugador del Obradoiro: «Al principio estaba muy nervioso»

Kassius Robertson (Toronto, Canadá, 1994) llegó, vio y venció. El escolta conquistó de nuevo el corazón de la afición de Sar. La caldeira vibró con el regreso del canadiense. Acaba de arribar a la capital gallega y las lesiones de jugadores fundamentales y los procesos gripales sufridos por alguno de los integrantes de la plantilla obligó a Moncho Fernández a tenerlo en pista durante muchos minutos. Robertson inició su tercer curso en Santiago de forma brillante, en un día histórico, en una noche mágica, en la que el gigantesco Barcelona dobló la rodilla. Por cuarta vez, el Obra tumbó al poderoso Barça en la Liga Endesa. Además, el canadiense disputó su partido 68 en la ACB superando ya los mil puntos de anotación. El 76-74 del sábado ante el colectivo entrenado por el lituano Sarunas Jasikevicius se escribirá con letras de oro en el libro de los mejores recuerdos del obradoirismo.

—¿Feliz con el recibimiento de la afición en su regreso a la caldeira?

—Por supuesto, claro que sí, estoy muy contento. Fue genial. Ya dije que volver a Santiago y a Sar es como regresar a casa. Además, conseguimos la victoria, un triunfo muy importante ante un gran equipo.

—Aunque no hace muchos meses que se marchó de Sar, imagino que el ambiente en la grada no cambió mucho.

—Es espectacular. Siempre lo recordé así. En mi vuelta todavía lo veo mejor. Nos visitaba un equipo enorme, un conjunto de la Euroliga. Por eso, incluso creo que el ambiente estaba mucho más encendido, más animado. Noté desde el principio muchísimo ruido en las gradas. La gente estuvo igual de increíble.

—Moncho Fernández dijo, tras sus primeras sesiones de entrenamiento, que más bien parecía que venía usted de una lesión, ya que no se le notaba que había estado varios meses fuera de la dinámica del equipo.

—Estoy muy feliz por mi regreso a Santiago. Todo necesita una cierta adaptación, pero estuve aquí dos años y las cosas son muy parecidas. Estoy contentísimo por ganar un partido tan difícil como este, pues enfrente estaba el Barcelona. A nivel individual, reconozco que estaba muy nervioso al principio por regresar a esta pista. Es lógico que necesite un poco más de tiempo, pero a la afición le prometo mejores tiros en las próximas semanas.

—¿Está satisfecho con su aportación a esta victoria en su primer partido de la temporada?

—Siempre se puede mejorar. Fue mi primer encuentro, pero seguro que las cosas saldrán mucho mejor en las próximas semanas.

—Teniendo en cuenta que son pocas las veces que se le puede ganar a un gigante como el Barça, ¿estas victorias le gustan más a un profesional?

—Claro que superar a un rival de esta categoría es realmente gratificante. Ya lo comenté con los compañeros y con Álex Suárez. Queríamos llegar con opciones al final y en el último cuarto el partido fue muy igualado. Teníamos una buena ventaja, pero el Barcelona consiguió igualar e incluso ponerse por arriba en el marcador. Otras veces estuvimos cerca de ganar un partido así y quedamos uno o dos abajo como nos pasó ante el Real Madrid o con el Unicaja Málaga en los dos últimos años. Al final, el sábado pudieron pasar muchísimas cosas, pero no fallamos el tiro definitivo. Estamos muy contentos por este histórico triunfo frente al Barcelona.

—¿En algún momento de la noche vio perdido este partido?

—Desde el inicio presentía un encuentro muy igualado y ajustado. Sabía que si éramos capaces de competir, al final podríamos llegar con oportunidades. En el último cuarto estuvimos bien y no fallamos. Hubo muchísima presión sobre la pista. Nunca perdimos la concentración y supimos elegir bien cada tiro. En la última jugada acertó Phil Scrubb. Consiguió una gran canasta, en una penetración increíble. Luego, en los últimos segundos, en el ataque final del Barcelona, realizamos una gran defensa.

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