Mal rollo

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

04 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hablando de gobernabilidad del Concello, solo hay algo peor que un tripartito desafinado: un gobierno en minoría absoluta de 6 o de 8 y una oposición activa de 19 o de 17. Moviéndonos en estos márgenes numéricos y en términos de conseguir apoyos para sacar adelante temas importantes para la ciudad, dos más o dos menos da prácticamente igual. Minoría absoluta. Y lo que es peor aún: mal rollo absoluto. No se fíen de las fotos de postal de los ocho munícipes electos —comisionados por el BNG y el PSOE— sonrientes al sol en la terraza cinco estrellas del NH Collection con vistas a la Catedral. Mal rollo. De momento, paciencia, dicen los socialistas, no hay prisa. Y menos desde que Pedro Sánchez decidió fastidiarle el mes de julio a media España. No hay prisa porque, en principio, no hay intención de entrar en un gobierno comandado por los nacionalistas. ¿O es que vamos a ponerle una alfombra roja de cuatro años a quien nos estuvo puteando —con perdón, pero así piensan los menos izquierdistas del gobierno en funciones— durante los cuatro últimos, especialmente durante los últimos dos? La operación Peleteiro, las VUT, la concesión del agua, el centro logístico en Meixonfrío, la sede del Imelga... por citar solo los episodios más sonados. Hay un tufillo de venganza, de pasarle la factura a Goretti Sanmartín. Apoyarla para que coja el bastón de mando sí, pero ayudarla a mandar, no. No sería inteligente, sería ella quien crecería a nuestra costa, argumentan a continuación. Y no les falta razón. Si las cosas salen bien, lo rentabiliza el primer espada. Ya pasó algo así en el 2003, pero al revés, después del primer bipartito de Bugallo y Encarna Otero: el socialista obtuvo el mejor resultado de sus seis elecciones como número 1 (once actas) y los nacionalistas cayeron de 5 a 4 (aunque ya no era Encarna sino Néstor el cabeza de cartel). Tras el 28M, el escenario no augura nada bueno. Cuesta pensar que un gobierno inexperto de 6 del BNG, o de 8 con Compostela Aberta, pueda rendir los exigentes resultados necesarios para que Santiago dé el salto adelante que la ciudadanía demanda, para que no sean cuatro años perdidos. Si este mandato resulta baldío, la alfombra roja en el 2027 no será para el BNG ni para el PSOE, sino para Borja Verea, esta vez sí, con la segunda mayoría absoluta de la historia del PP en Santiago.