Esta nueva cafetería de Santiago ya ha convertido su tarta de queso y el «hygge» en su seña de identidad

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

A solo dos meses de su boda, Áxel Moreira y Miguel Martínez decidieron asociarse también en el ámbito laboral y emprender juntos

04 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Algunos han llegado a decir que la suya es la mejor tarta de queso que han probado en sus vidas. Y no es casualidad. Áxel Moreira y Miguel Martínez De Francisco se propusieron desde un inicio que esta fuese una seña de identidad de Café Adèlia, la cafetería que abrieron el valenciano y el compostelano hace poco más de tres semanas en el casco histórico de Santiago. Estuvieron haciendo muchas pruebas para ofrecer su propia versión de la tarta al horno estilo La Viña, con el punto de cocción exacto para que tuviese la cremosidad justa. «La verdad es que está teniendo tanto tirón que ni siquiera le estamos poniendo ningún topping», comenta Áxel, quien suele estar defendiendo el fortín en la plaza de San Miguel. Confiesa que él nunca había querido emprender, pero en su entorno lo animaban a hacerlo: «Siempre he trabajado en restauración, aunque en la parte de relaciones públicas, y los propios clientes me incentivaban a montar algo propio. Esta es una de esas cosas que tienes que hacer cuando llega el momento. Y, aunque teníamos previsto abrir la cafetería después de casarnos, se presentó la oportunidad de coger un local que nos encajaba, muy cerca de nuestra casa, y nos lanzamos».

Cuenta con el apoyo de Miguel, un profesional del sector turístico que se ha convertido en su socio, ahora también en lo laboral, a solo dos meses de su boda. «Adèlia es un proyecto bastante ambicioso, en el buen sentido de la palabra. Queremos marcar la diferencia en la atención al público y este es un local de filosofía hygge, que básicamente significa buscar el bienestar en las pequeñas cosas: una taza caliente de café mientras ves la lluvia caer a través de la ventana, la sensación cálida de una vela o un buen libro... Es una filosofía que practicamos en nuestra casa y que extendemos hasta aquí. Nuestro objetivo es que la gente esté a gusto y nos estamos llevando una grata sorpresa con la respuesta del público», explican los dueños de una cafetería en la que la rotación de mesas no es el fin último. «Eso puede asegurar más beneficio, pero en nuestro caso la mayoría viene y se pasan una media de 3.30 horas, en las que están consumiendo continuamente», explica Áxel, orgulloso de tener una clientela eminentemente local en una zona tan turística como el casco monumental.

Además de su tarta de queso y del resto de su carta de repostería casera —elaborada por ellos mismos—, entre sus mejores bazas está el café. Trabajan con uno de especialidad tostado en Portugal y, explican, «somos el único espacio en Santiago que trabaja esta marca y hay muy pocos en España». Lo venden también en grano o molido, además de ofrecer otras propuestas como el coffee tonic (como su nombre indica, una combinación de café y tónica), el cold brew (café infusionado en frío), la limonada casera o los zumos naturales que producen en Dodro los usuarios de la asociación Andaina Pro Saúde Mental. Vamos más allá de servir el producto, también nos esmeramos en explicar desde sus orígenes hasta la taza en la que acaba aquí. «La verdad es que el café está encantando y utilizamos distintas leches vegetales», apunta Áxel. 

Y, para acompañarlo, entre los platos dulces que nunca faltan en Adèlia, tienen su cheesecake, muffins de sabores (van variando: de chocolate con limón, arándanos con limón...) o uno de sus bizcochos más demandados, al que han bautizado como Infinitamente Limón. «Es un bizcocho de cocción lenta, que está una hora y media en el horno y es súper jugoso y refrescante», indica el emprendedor valenciano, quien tras cuatro años en la capital gallega se ha forjado un buen círculo de amistades gracias a su carácter sociable y extrovertido. Él y Miguel han volcado mucho cariño en Adèlia, que debe su nombre a una canción, cuentan: «Es un tema muy conocido de un autor que compone en gallego y portugués. Nosotros le damos un significado un poco diferente de la realidad. Es una palabra femenina y, para nosotros, representa a la figura que tiene el hombre en la España patriarcal: el cabeza de familia, el que lleva el dinero a casa... Sería exactamente lo mismo, pero aplicado a la mujer». 

Aspiran en que su cafetería se convierta en un lugar de encuentro y en ella son también bienvenidas las mascotas. En este nuevo local pet friendly, que se suma a la lista cada vez más larga de los establecimientos de la ciudad que permiten el acceso a animales, siempre tienen preparado un PuppyKit para los peludos que los visitan.