El comercio de Santiago que vive del turismo, frente a los actos incívicos: «Sería ideal una advertencia, sin ser drásticos»

BELÉN BERTONASCO, i. c. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Todos los sectores coinciden en que es esencial proteger el casco monumental

11 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Se debería multar a los peregrinos que incumplen las normas en el casco viejo? Esta pregunta es planteada por varios vecinos, y hasta por los mismos peregrinos, después de que el centro neurálgico de Santiago de Compostela vive unas semanas candentes con la proliferación de actos incívicos en sus inmediaciones, como el grupo de peregrinos que decidió montar su tienda de campaña en la plaza del Obradoiro, o el caso del sujeto que creyó que escalar por la Puerta Santa era un acto memorable. Los peregrinos, comerciantes, vecinos y profesionales del turismo se mostraron en contra de las irresponsabilidades de algunos visitantes que recibe la ciudad a lo largo del año.

Los peregrinos, como es el caso de Miriam, que viene de realizar el Camino desde Bilbao, dice que «el Concello debería poner normas, la Catedral es un monumento representativo y especial para muchas personas, para que se lo tomen a guasa». Laura y Ramón, que comenzaron el Camino en O Cebreiro, piensan que «es una falta de respeto, es vergonzoso, si el Ayuntamiento pone multas o ponen medidas económicas, la gente lo dejaría de hacer». Ramón agrega: «Lo hacen para hacer el tonto y poder salir en la televisión o en los periódicos, buscan hacerlo para llamar la atención».

Juan es de Valencia y está en Santiago por O Gozo Festival. Su testimonio es muy sincero: «La pintura en el casco monumental es un acto vandálico, pero no creo que la tienda de campaña esté mal, ya que es parte del Camino y de los peregrinos».

Andrés y Carmen, que iniciaron su ruta en Oporto, comentan que todos los peregrinos les parecieron maravillosos, y no vieron ningún acto incívico durante el Camino. Andrés remarca que «por algo que alguien haga algo mal, tampoco se debe personalizar».

Beneficio para la ciudad

Los comerciantes cercanos a la Catedral consideran que los peregrinos que llegan de manera lúdica son un beneficio para la ciudad y para los comercios, pero «si hay algún desorden en las calles colindantes de la Catedral, se debería dar advertencia, un toque de atención». Los guías turísticos coinciden con las declaraciones de los comerciantes y se preguntan: «¿Es esta la imagen que queremos dar de una ciudad santa y Patrimonio de la Unesco como lo es Santiago de Compostela?». Ellos ven diariamente peregrinos sentados donde no deben, descalzos, con altavoces y música alta y hasta armando meriendas. Pero también plantean que «se crea un doble estándar: castigamos a los estudiantes por el consumo de alcohol en la calle y mano abierta a los peregrinos delante del propio Ayuntamiento». Los guías entrevistados coinciden en que se deberían controlar más los espacios como el Obradoiro y Platerías para evitar el deterioro del patrimonio y la mala convivencia con los vecinos, además del daño a la imagen de Santiago como destino.

Los vecinos no quedaron atrás en las declaraciones, aclarando que los actos incívicos que realizan a diario los peregrinos afectan a la convivencia de los residentes en la ciudad vieja.

Los propios peregrinos, como los comerciantes, vecinos y guías, coinciden en que deben implementarse controles o sanciones económicas en zonas emblemáticas del casco histórico, por lo que representa la ciudad y la misma Catedral para la gente que la visita y realiza el Camino.

DANIELA YANES

«Es como si llegas a casa y está sucia»

Marta, madrileña y compañera de Camino de Lucía, considera que «es una falta de respeto lo que hacen ciertos peregrinos, no entiendo cuál es el fin de dañar un lugar tan importante». Aclara que «alcanzamos todos juntos la meta de llegar a Santiago y a la Catedral, como si fuéramos una gran familia que llega a su casa, y si te la encuentras sucia, al final, no está bien».

DANIELA YANES

«Hay que preservar el patrimonio»

«Siendo peregrino, hay que saber mantener y salvaguardar el patrimonio, no solo de Galicia, sino de todo el patrimonio nacional». Daniel, proveniente de Granada, y que realizó el Camino Portugués, considera que «la administración y los peregrinos deben poner una solución y un remedio, guardar las formas y comportarse dentro del sitio y el edificio eclesiástico».

DANIELA YANES

«¿Cuál es el fin de pintar la Catedral?»

Lucía, peregrina de Madrid pero con raíces gallegas, hace un paralelismo interesante: «Es como si llegara a mi casa y la encontrara pintada, a nadie le gusta». La madrileña, que también realizó el Camino Francés, agrega que «quizá lo de comer, me molesta menos, pero pintar la Catedral y la tienda de campaña, es como invadir un sitio que ya tiene demasiado encanto por sí solo».

DANIELA YANES

«Las pintadas son vandalismo»

Manuel, peregrino que realizó el Camino Francés desde Ponferrada, explica que «no lo veo bien, es bonito que la gente lo disfrute, pero sobre todo las pintadas es más vandalismo que otra cosa». Manuel, proveniente de Valencia, también opina de la tienda de campaña montada el jueves pasado: «La plaza del Obradoiro queda más linda sin nada, ni nada extraño, más limpia».