«En Santiago sí hay playa»: áreas fluviales a tiro de piedra donde combatir la ola de calor

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XOAN A. SOLER

A corta distancia de Compostela hay un amplio abanico de posibilidades donde pegarse un chapuzón

07 ago 2023 . Actualizado a las 12:46 h.

¿Alguien dijo que en Santiago no hay playa? Claro que hay, y muchas en un corto radio en coche o, en algunos casos, en transporte público. Un radio notablemente más corto que el que abarca las playas marítimas más próximas, en la ría de Muros-Noia o en la de Arousa. Son las playas y áreas recreativas fluviales, que abundan en las comarcas más próximas a la capital gallega por su riqueza en cauces fluviales, en especial los del Tambre y el Ulla, así como el Xallas y otros ríos que son afluentes de estos principales. 

Las playas fluviales se ofrecen como una alternativa real a los arenales de mar, no solo por proximidad, sino porque es otra manera de vivir el ocio refrescante del verano, inmersos de pleno en la naturaleza, en entornos paisajísticos de belleza espectacular y que ofrecen la posibilidad de complementar el chapuzón y los baños de sol con otras actividades, como los deportes de agua (piragua, kayak, rafting, etc.) y otras en tierra, como las rutas de senderismo a las que frecuentemente están conectadas estas áreas recreativas. Además, aunque no todas cuentan con servicios como el de socorristas o de hostelería, sí disponen de buenos accesos, aparcamiento, mesas con bancos y barbacoas para preparar comida, y servicios higiénicos. Las mejor dotadas cuentan con instalaciones anexas de piscina y recinto de juegos para disfrute de los más pequeños de la casa.

Los ayuntamientos, conscientes del valor que aportan para sus propios vecinos y para atraer visitantes, se encargan de que estas zonas estén en perfecto estado de revista, intensificando su puesta a punto antes de iniciarse la temporada alta, lo que incluye la vigilancia, junto a los controles que hace la Xunta, del estado sanitario de las aguas, que pueden presentar problemas puntuales o en algún caso (como en la melidense de Furelos) más persistentes.

Por A.C.

«Tapia es tan natural que da calidad de vida»

XOAN A. SOLER

José Manuel Meijide es socorrista en la playa fluvial del concello de Ames desde hace casi diez años

[BELÉN BERTONASCO, I. C. ] Con la llegada de las temperaturas de verano, las playas fluviales se tornan una buena alternativa en los días más calurosos, para aquellos que no puedan, o no quieran, desplazarse a las zonas costeras de Galicia. José Manuel Meijide es socorrista hace casi diez años de la playa de Tapia (situada a 15 kilómetros de Santiago de Compostela, en el concello de Ames), que es una alternativa segura para quienes quieran disfrutar de un espacio de ocio en las orillas del río Tambre. Como cuenta José Manuel, «el sitio es bonito para trabajar, es un medio tan natural, que da calidad de vida».

En palabras de Meijide, «el día a día depende mucho de la afluencia de gente y del clima que hace». La temporada de verano de este año tiene baja cantidad de usuarios «porque el tiempo parece más primavera que verano» añade el socorrista, que tiene tres compañeros más de trabajo, con los que se reparten los sitios de cuidado y los turnos.

XOAN A. SOLER

La gente que visita la playa suele ir año tras año, por lo que ya conoce las precauciones para bañarse en el río Tambre. «Si la gente es de fuera, se le advierte de cuales son los mejores lugares para bañarse y donde hay corrientes», explica José Manuel. También hay que tener en cuenta que el río no es como una piscina, «el río no tiene aguas templaditas, siempre recomendamos a la gente no tirarse de golpe, para no hacer un cambio muy brusco de temperatura y evitar lo que se llama shock térmico o alguna lesión contra las piedras».

«Hay que tener en cuenta que el río no es una piscina», dice Mejide, «el río es frío, tiene piedras y rocas, y hay una corriente constante, de la cual tenemos que estar permanentemente atentos para ir advirtiendo a la gente». La calidad del agua en Tapia se encuentra como «excelente», según los análisis de la Xunta y el Concello de Ames.

La cercanía de Tapia a áreas urbanas la convierte en una de las mejores opciones para disfrutar del verano. La zona tiene un valor añadido, dispone de áreas recreativas como piscina para niños menores de diez años, biblioteca y guardería (los días que hace buen tiempo), zonas para comer (con mesas y parrillas para preparar barbacoas), sendas de paseo, club de piragüismo (Club de Piragüismo Ribeiras do Tambre), un área de aparcamiento y un chiringuito para tomar algo. La playa fluvial es «un sitio que vale mucho la pena, es muy bonito», dice el socorrista.

La gente que visite la playa y el área recreativa de Tapia también puede encontrar zonas verdes preparadas para tomar el sol, o la sombra, según lo prefieran. Además se puede practicar senderismo en los paseos de la zona destinados para esta actividad. «Hay rutas de senderismo que merecen la pena, como la que va río arriba, que tiene una muy linda vista», explica José Manuel Mejide.

«É o espazo natural máis visitado»

José Manuel Rodríguez cree que el mejor chapuzón del Xallas está en Esmorode 

[EMILIO FORJÁN] El municipio de Santa Comba cuenta con tres playas fluviales. La más conocida es la de Esmorode, al tiempo que es la más grande. Se le unen las de San Salvador y O Tarroal. La de Esmorode fue inaugurada en el verano de 1994 tras una actuación de la Xunta que permitió crear una balsa con compuertas para mantener el nivel apto del curso fluvial para el baño en verano. La instalación no dispone de servicio de socorristas. 

El recinto fluvial de Esmorode es uno de los principales atractivos turísticos del municipio, y se halla en la parroquia de Santa María de Alón. Cuenta con una gran área recreativa con cuatro barbacoas cubiertas, además de mesas y bancos para comer, o una caseta de madera. Dispone de aseos y es ideal como punto de celebración de comidas campestres. Es en este ámbito donde en el verano de 2022 comenzó a celebrarse la foliada do Agro da Ponte, que conjuntamente organizan la comisión de fiestas de Alón y la Asociación Cultural Axio Mouro, si bien este año no pudo llevarse a cabo allí, debido a la lluvia.

Esmorode es un lugar privilegiado e ideal para pasar el día con familias y amigos. Está conectada por una vía local con la carretera autonómica de Santa Comba a Muros y cuenta con un amplio estacionamiento. Sin embargo, los usuarios demandan una conexión a la red eléctrica para la celebración de eventos, además de que se coloquen farolas para la iluminación nocturna. Es una de las propuestas que realiza José Manuel Rodríguez, presidente de la asociación de vecinos de Alón y de su comisión de fiestas: «Segue sendo o espazo natural que máis visitas ten e cun potencial enorme para un sinfín de actividades como concertos, comidas de grupos e colectivos varios, polo que sería moi positivo que contase con conexión de luz, pois as casas máis próximas están a uns trescentos metros», apunta José Manuel, quien se muestra «moi orgulloso» de la organización conjunta de la foliada do Agro da Ponte —tal y como se conocía a la zona antiguamente—, junto con la asociación cultural Axio Mouro. «Estamos encantados da acollida que tivo a primeira edición, pero tamén animamos a outras asociacións a que fagan uso desta zona», afirma José Manuel, quien apunta que allí se realizan comidas como la del Día da Bicicleta, o no hace mucho era el punto final de una ruta caballar.

La playa fluvial de San Salvador, en la parroquia del mismo nombre y aguas arriba de la de Esmorode, también en el curso del Xallas, está junto al puente de la carretera que conduce a las minas de Varilongo. Se caracteriza por tener mucha sombra, constituyendo un enclave de enorme belleza paisajística. Cuenta con mesas y bancos, así como barbacoas.

El área fluvial de Esmorode «segue sendo o espazo natural que máis visitas ten e cun potencial enorme para un sinfín de actividades como concertos, comidas de grupos e colectivos varios, polo que sería moi positivo que contase con conexión de luz, pois as casas máis próximas están a uns 300 metros», apunta José Manuel Rodríguez, presidente de la asociación de vecinos de Alón.

«En Santiago sí hay playa, la de Chaián»

XOAN A. SOLER

David Ríos, presidente de La Venatoria, recomienda la zona recreativa, dotada de parrillas, mesas de pimpón y ajedrez

[P. Calveiro] Aunque no está bañada por el mar, «en Santiago sí hay playa, la de Chaián», recuerda David Ríos, presidente de La Venatoria, una sociedad fundada en 1932 y organizadora de la Festa do Escalo —que cada año se celebra durante las Festas do Apóstolo—. A orillas del río Tambre, entre los concellos de Santiago y Trazo, se encuentra esta área fluvial acondicionada para el baño que cuenta con unos pequeños islotes unidos por puentes de madera, abundante sombra, zona de merendero, parrillas, mesas de pimpón, tableros de ajedrez y damas, aparcamiento, baños públicos, una cafetería y un refugio de pescadores. 

«El mayor pro es que es un sitio idílico, de postal. Y está especialmente bien acondicionada la parte de Trazo», destaca Ríos, quien conoce bien el coto de pesca de Chaián, de 8 kilómetros. El compostelano explica que esta playa fluvial, al estar en las riberas del Tambre, forma parte de un Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), declarado así por la Unión Europea al tratarse de un espacio «que contribuye de forma apreciable al mantenimiento o, en su caso, al restablecimiento de los tipos de hábitat naturales y de las especies de interés comunitario».

PACO RODRÍGUEZ

Ríos destaca, asimismo, el potencial que tiene la parte que corresponde al ayuntamiento de Santiago, donde «hay espacio desaprovechado y podría extenderse hasta unos 200 metros de longitud». La tranquilidad y no masificación es también un plus para él, aunque considera que «sería bueno que hubiera un autobús desde la plaza de Galicia hasta Chaián, como había hace años, con el que dar más protagonismo a esta zona para disfrutar del baño durante el verano». «En el 2001 se paralizó un proyecto para el área de Chaián en beneficio del Pedroso y se concentraron los fondos en la Granxa do Xesto. En Chaián también ha habido inversión y desbroces, pero se necesita una mayor limpieza y poda de los árboles para poder pescar a la vera del río, sobre todo los deportistas más jóvenes o con menos experiencia, entre los que es más común que se les meta el sedal entre las ramas», añade.

«Echamos en falta que haya un mayor protagonismo del Concello de Santiago en Chaián, que ponga herramientas para crear un entorno que se puede explotar mucho más, para que sea aún más idílico. Las parrillas, mesas de pimpón y ajedrez están en buenas condiciones, todo el área recreativa en general, pero se podría aprovechar programando actividades dirigidas al público familiar», sugiere el presidente de la sociedad deportiva sin ánimo de lucro.

Sus pescadores saben bien lo que significan las aguas limpias y no contaminadas. En este sentido, Ríos destaca que la playa es apta para el baño según las mediciones de Sanidade, a pesar de las alarmas encendidas en el 2021 a causa de un vertido de purín y algún otro incidente puntual. Superado este capítulo, dice, «los pescadores queremos repoblar con truchas».

«É moi grande, ten moita sombra, e está ben coidadiña»

XOAN A. SOLER

Pontedapedra, en O Pino, es, por tranquila, una alternativa a A Tarroeira

[Natalia Noguerol] A falta de una, O Pino tiene dos excelentes áreas recreativas en las que disfrutar del verano. Las regala el río Tambre a su paso por el municipio, en donde hay una zona de asueto estival alternativa a la conocida de A Tarroeira que merece una escapada. Es el área recreativa de Pontedapedra, en la parroquia de Medín. Todo un descubrimiento. Encarna Castro, natural de O Pino, supo de ella hace unos tres años por una amiga. Y, desde entonces, es una enamorada y una asidua al lugar. Verano e invierno. «Encantoume e, dende aquela, vou bastante a miúdo; cando podo, paso alí as tardes», comenta. A pesar de que le queda más cerca de su domicilio la playa fluvial de A Tarroeira, Encarna prefiere cubrir los 10 minutos que desde O Pedrouzo —la capital municipal— tiene en coche hasta Pontedapedra, porque «é máis tranquila, e non está tan preto da estrada; síntome máis segura», explica.

Cuenta, al hilo, que «habitualmente, non hai xente, sobre todo pola semana, e se hai, é xente da zona que vai cos seus cans de paseo». Ella hace lo propio con Nala y Desi, dos perras que conviven con armonía con los veraneantes. «O outro día pasaron toda a tarde cunhas nenas, e de marabilla», comenta. Y es que Pontedapedra es un lugar seguro para ir con niños. El río Tambre deja en el lugar una amplia piscina natural sin peligro. Cuenta Encarna que «no verán, pechan as comportas e énchese de auga, pero non ten máis de sesenta centímetros de profundidade. Para refrescarse —añade—, vale». El área recreativa es, además, ideal para las comidas de campo. Lo saben bien las familias de la zona que allí se reúnen los fines de semana. Pontedapedra «é moi grande, ten moita sombra e moito verde, e está ben coidadiña», apunta Encarna Castro, que destaca, por otro lado, que la zona está dotada de merendero y barbacoas. Incluso hay un viejo molino que se conserva como objeto de culto de un bucólico atrezo natural.

«Din que non apreciamos o que temos»

XOAN A. SOLER

Patricia Vázquez y su pareja regentan desde hace diez años el chiringuito de la playa fluvial de Furelos, en Melide

[Natalia Noguerol] Es, a pesar de todo, una gran área recreativa. Sin los peros, sería excepcional. Así lo ven quienes menos se puedan sentir identificados con ella. «A xente que vén de fóra di que os de aquí non sabemos, non apreciamos o que realmente temos», cuenta Patricia Vázquez. No habla de oído. Es, junto con su pareja, Víctor Roca, la persona que más horas pasa en la playa fluvial de Furelos. Hace una década le tomó el relevo a sus padres en el chiringuito sin el que el área de esparcimiento estival de Melide no sería la que es: un lugar al que siempre volver. «Non somos nós sós no río», matiza la hostelera, que también le atribuye al mérito «aos traballadores do Concello, que, dentro das súas posibilidades, manteñen o río o máis limpo posible, aos socorristas de todos estes anos, e, por suposto, aos veciños e visitantes».

Todos forman parte de la «familia» que Patricia y Víctor tienen en su clientela. «Hainos de toda a vida, que veñen saudar cando chegan, e, logo, todos os días, aínda que só sexa a tomar algo», comenta ella. El negocio, desde el que la pareja refresca y alimenta a los veraneantes, es uno de los pluses de una playa fluvial a la que gente como Pilar y Eliseo, un matrimonio residente en Baracaldo, siempre regresan en vacaciones. Ella, natural de Melide, se siente a gusto en el área recreativa, aunque no le pasan desapercibidas las deficiencias del recinto. «Me faltan unas cuantas cosas», afirma. Y se explica: «Ese río está sucio, y las barbacoas no pueden utilizarse», con lo que «si quiero venir con mi familia a comer, tengo que traer todo preparado, no puedo hacer un churrasco». El matrimonio no entiende por qué están precintadas. Ni en el huerto urbano que regentan en Baracaldo, ni en el parque Gorostiza, el pulmón verde del municipio vizcaíno, «nos prohíben hacer una barbacoa», cuentan. Están permitidas también en verano. Ahí quedan las quejas. Las parrillas de piedra del área recreativa de Furelos forman parte de una zona de merendero, debidamente dotada de mesas con bancos, y también cuidada. Al igual que la zona verde principal, la que mira a la enorme piscina natural en la que, por la insuficiente calidad de las aguas, está prohibido el baño. Y es que, tal y como confirma la hostelera y puede comprobar cualquier asiduo al lugar, el mantenimiento se realiza con frecuencia, y las papeleras «baléiranse todos os días», apunta. Y falta hace, porque la playa fluvial de Furelos sigue teniendo tirón. Comenta Patricia Vázquez que «cando fai bo tempo, hai xente». Además de los vecinos de Melide, y de los veraneantes, «hai familias da Coruña que veñen os fins de semana para aquí. Din que os nenos —cuenta— están tranquilos, e non teñen perigo ningún». A falta del río en condiciones para darse un chapuzón, en el área recreativa de Furelos, hay piscinas, con servicio de socorrista, y, además, de acceso gratuito.

Y más opciones

miguel souto

El área fluvial de A Praíña, en el Ulla, límite entre los concellos de Teo y de A Estrada, pero justo al otro lado del puente, en la orilla estradense, es una de las opciones más completas. 

A Tarroeira es un área fluvial del Tambre, en O Pino, que vale la pena conocer. Dispone de servicios básicos y tiene el atractivo añadido de la senda botánica del río Mera. 

El río Ulla deja a su paso por tierras compostelanas parajes espectaculares y numerosas zonas de baño, como la de Agronovo, en Vedra, donde además se practica piragüismo.

Seira, en el río Rois, es la alternativa refrescante en el municipio del mismo nombre. Zonas verdes con mesas, de baño y de pesca, y aparcamiento.