Los concesionarios de Santiago aguantan el tipo gracias a los pedidos del 2022

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Los concesionarios (en la foto, Bonaval Car) registran menos movimiento de clientes
Los concesionarios (en la foto, Bonaval Car) registran menos movimiento de clientes PACO RODRÍGUEZ

La inflación de precios y los tipos de interés ralentizan las nuevas compras, lo que motiva que los profesionales reclamen nuevas ayudas

25 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La tormenta perfecta atenaza al sector del automóvil. Si la crisis por la ruptura de stocks de microchips disparó el precio de los coches durante el 2022, la subida de los tipos de interés ha terminado de clavarle una nueva estocada más. Aún así, desde los concesionarios de Santiago de Compostela lanzan un mensaje positivo, aunque no eufórico. Se están matriculando coches, sí, pero la gran mayoría corresponden a pedidos generados durante el pasado año que, por fin, comienzan a salir de fábrica. El futuro, admiten, pinta gris, más con la inflación atenazando y apretando las economías familiares.

Pedro Hervés, líder del grupo Bonaval, admite que «vamos en línea con el año pasado, los pedidos de las empresas están tirando bien y también el renting. No estamos notando caída en ventas, pero sí menos tráfico en exposición. Viene menos gente, aunque la que viene lo tiene claro y compra». Aunque es optimista, admite que tiene dudas de cara al otoño, más «después de este verano. Nos hemos ido de vacaciones y a ver qué pasa a la vuelta. La cuesta de septiembre puede ser más dura que la de enero».

Desde Compostela Móvil, Francisco Pérez, explica que «las matriculaciones están funcionando bien, pero muchas son por la cartera generada en el 2022. Vemos que el mercado está cayendo y que el número de gente en exposición ha caído». Admite que es importante que las instituciones públicas apoyen al sector para potenciar «que se retiren de la carretera los vehículos antiguos de emisiones altas. El año pasado las ayudas de la Xunta para coches de combustión con emisiones bajas funcionaron muy bien. Tenemos el parque móvil más viejo de Europa e iniciativas así potencian que se solucione».

¿Financiar?

Que los tipos de interés van a contraer el mercado lo evidencia que muchas de las compañías están ofreciendo financiaciones que rozan, o superan, el 10 %. La solución, admite Hervés, son «las campañas que podemos sacar adelante las marcas, como darle al cliente garantías de cuatro años, mantenimientos incluidos o el seguro a todo riesgo durante los dos primeros. Aún así, si el comprador echa cuentas, le sale más económico financiar el coche con nosotros que con el banco».

El gran problema, reconocen desde el sector, es que el coste de los vehículos se ha incrementado, por lo que encontrar uno nuevo por menos de 20.000 euros se antoja una quimera. «Los tipos han subido y eso también está repercutiendo en la decisión de los compradores. A ello hay que sumar la falta de ayudas al coche de combustión de bajas emisiones. Lógicamente no todo el mundo está dispuesto a asumir la compra de un vehículo que puede rondar los 20.000 o 30.000 euros», admite Francisco Pérez.

Mientras, Hervés dice que la demanda en híbridos y eléctricos comienzan a aumentar y lo hace «por convencimiento de la persona y no por presión nuestra. Hubo un momento en que forzamos la demanda y no conseguimos mucha cosa. Ahora los clientes se informan y hacen sus cuentas. Hay gente que realiza 40, 50, 100 o 150 kilómetros al día y se da cuenta que un eléctrico le sale a cuenta. El coste por kilómetro es menos de la mitad».

¿El problema? El alto precio de este tipo de vehículos, sumado a la incertidumbre de qué pasará en el futuro. Mientras, los concesionarios aguantan el tipo a pesar de que el número de clientes ha ido cayendo a lo largo del año. La clave llegará cuando los pedidos del 2022 se entreguen y toque ponerse a vender de nuevo. Lo que ocurra durante el otoño se antoja determinante para el futuro del automóvil compostelano.