«Lavandeiras», leyendas, arte infantil y naturaleza que embellecen muros

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Guillow es una de las tres artistas que debutaron este año en el Delas Fest, junto con Arrazola y Silla. La británica contó con la colaboración de los vecinos de Conxo para crear una obra en contexto con su entorno, especialmente por parte de los centros sociales. Ellos le mostraron fotos antiguas y prestaron especial atención a la vida que se hacía antes en los espacios comunes, como en el reformado lavadero de A Rocha.
Guillow es una de las tres artistas que debutaron este año en el Delas Fest, junto con Arrazola y Silla. La británica contó con la colaboración de los vecinos de Conxo para crear una obra en contexto con su entorno, especialmente por parte de los centros sociales. Ellos le mostraron fotos antiguas y prestaron especial atención a la vida que se hacía antes en los espacios comunes, como en el reformado lavadero de A Rocha. CEDIDA

Las nuevas intervenciones del Delas Fest se unen al patrimonio de obras a gran escala en fachadas de casas, escuelas y centros comerciales de Santiago, Ames, Teo y Brión

16 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta semana se culminó el último mural impulsado dentro de la quinta edición del Delas Fest, un festival de arte urbano en clave feminista y comunitaria. El resultado son cuatro nuevas obras a gran escala en las que las lavandeiras, leyendas locales, naturaleza y arte infantil tienen un papel protagonista.

La primera intervención arrancó a finales de agosto en la escuela infantil de Os Ánxeles, en Brión, cuyos alumnos se han encontrado en la vuelta al cole con una colorida sorpresa. La artista vasca Amaia Arrazola se encargó de este proyecto, para el que mantuvo reuniones virtuales previas con los padres, el equipo docente y mayores del lugar para conocer cómo era antes la zona y los orígenes de la escuela. «Neses encontros puxeron en valor a natureza que rodea o centro. Ela decidiu inventar unha especie de fauno que habitase a escola e pediu a participación das crianzas que, xa no curso pasado fixeron debuxos imaxinando como sería súa escola ideal. E, algúns deles, foron incorporados no deseño», explica Clara Rodríguez Cordeiro, socia fundadora y coordinadora de los proyectos 7H, cooperativa cultural que promueve el Delas Fest.

También jugaron un papel clave los niños de la EEI A Iglexa de Ortoño, en Ames, donde se llevó a cabo el segundo mural del festival. Su misión era plasmar la flora y fauna que los rodea, aportación que incluyó la valenciana Julieta Silla —conocida artísticamente como Julieta XLF— en su obra mural, inspirada en una leyenda local que le contaron los vecinos del lugar acerca de una cueva cercana habitada por una mora. «Julieta deulle unha mirada feminista para falar das mouras, non como seres solitarios senón desde a sororidade e sabedoría compartida por mulleres», indica la portavoz de 7H, quien destaca que en este caso la obra ocupa tres de las cuatro fachadas de la escuela.

El tercer proyecto corrió a cargo de la lucense Doa Ocampo Álvarez —Doa Oa, la única de las artistas que ya había participado antes en el Delas Fest— y se realizó en Os Tilos, en Teo. «Ela tivo reunións con distintos colectivos, representantes do tecido asociativo e da mocidade, para escoller a localización. E despois de moito valorar, acordaron facelo no Centro Comercial dos Tilos por ser un sitio con moita presenza e peso no lugar, o cal por outra parte está nun enclave bastante fermoso que se vía afeado. As anfitrioas falaron sobre flora e fauna que había alí antes de que existise a urbanización e destacaron a simboloxía das herbas de San Xoán, que é unha festa que une a todos os veciños unha vez ao ano e celebran alí moito. Contaron que non recollen as típicas herbas senón que escollen entre as que teñen a man. E, de entre todas elas, Doa escolleu a manzanilla, dentro da súa liña de traballo plástico, centrada na recuperación e posta en valor das especies autóctonas», subraya Clara Rodríguez.

El último de los murales fue realizado por la británica Eloise Gillow en una casa unifamiliar de la rúa Porto de Conxo, en Santiago, donde se rindió un homenaje al lavadero de A Rocha y a las mujeres que se reunían allí (aún lo hacen algunas) para lavar la ropa y, sobre todo, hacer comunidad compartiendo sus experiencias y consejos. Se quiso poner en valor así, los espacios comunes en los que se creaba una red de apoyos. Y, para su representación, «recreouse unha xornada de lavado e partilleo comunitario no que se sacaron fotografías das que saiu a obra final. Non se retratou a cara de ningunha muller en concreto porque pretendíase represntar a todas e cada unha delas e non só a unha en particular», aclaran desde la organización.

De cara a la siguiente edición, avanzan, volverán al formato habitual, más concentrado en el tiempo. Este año, al tratarse del quinto aniversario del festival de muralismo, las actividades arrancaron en abril y se programaron una o dos acciones mensuales hasta el verano, para culminar con la realización de las cuatro obras a gran escala entre el 30 de agosto y el 12 de septiembre.