El bipartito de Santiago, entre la política de gestos y una tensión creciente en el Concello

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

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La nueva corporación compostelana se constituyó el pasado 17 de junio
La nueva corporación compostelana se constituyó el pasado 17 de junio XOAN A. SOLER

La Ofrenda y el futuro del Peleteiro han marcado el arranque del mandato

25 sep 2023 . Actualizado a las 14:35 h.

Goretti Sanmartín (BNG) cumplirá esta semana sus cien días de gobierno, ese período de gracia que se le concede a los mandatarios para tomar el pulso a las responsabilidades del cargo y para enfocar las prioridades en la gestión antes de someter esta a la crítica política. Pero ni la nacionalista ha dado cuenta todavía del programa de gobierno de la coalición que pactó un día antes de su investidura con Compostela Aberta (CA), ni la oposición ha renunciado en este período a la crítica abierta. De hecho, esta ha sido una constante. Primero, por la política de gestos del nuevo ejecutivo. Después, por su gestión de los asuntos heredados.

El anuncio de Sanmartín de que no estaría en la liturgia de la ofrenda al Apóstol abrió esa espita, agrandada con la organización unilateral del Alba de Compostela el mismo 25 de julio. Ni PP ni PSOE asistieron a lo que entendieron una clara contraprogramación al acto que definen como el más simbólico de la ciudad, la propia Ofrenda. El día de Padrón en Santiago, con la eliminación del himno español del programa, había de darles un nuevo motivo para la reprobación, que se ha reactivado con el arranque del curso político en septiembre, hasta el punto de que los socialistas, el soporte necesario en la investidura del bipartito y, a priori, para la gobernabilidad, acaba de marcar su primera línea roja a Sanmartín.

 

El PSOE no está dispuesto a que caiga la Casa da Xuventude, el equipamiento que junto con el futuro de la finca del Peleteiro ha estado en el debate de la ciudad al menos en los últimos cuatro mandatos y cuya gestión ha asumido la nacionalista con un cambio radical de posición sobre su predecesor socialista.

Sin agenda programática

El debate redivivo sobre ambos inmuebles, la imperiosa renovación de parte de la flota de los autobuses urbanos y la gestión de proyectos que venían de atrás —el bipartito ha adjudicado varias obras licitadas en el anterior mandato—, amén de los retrasos en el orbital y en el proyecto de la nueva depuradora, han restado trascendencia pública a la gestión programática propia del bipartito en estos tres meses, aunque la coalición tampoco ha llegado a concretar ni su agenda ni sus prioridades. Ni siquiera su posición ante otro de los debates que tiene abiertos la ciudad: la regularización de las viviendas de uso turístico (VUT).

Más allá de su aspiración de formular unos presupuestos antes de que acabe el año y de las demandas que elevará a la Xunta en su próxima entrevista con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda —la tasa turística entre ellas—, poco ha avanzado la nacionalista, que se enfrenta a un mandato con el gobierno más exiguo de los últimos cuarenta años (8 concejales en una corporación de 25) y habiendo unido de momento a la oposición (PP y PSOE) en la crítica hacia parte de sus decisiones y sus actitudes en las relaciones corporativas.

Aunque con posicionamientos antagónicos tanto con la Casa da Xuventude como con el Peleteiro, populares (11 concejales) y socialistas (6) están coincidiendo hasta en el tono de su cuestionamiento a la regidora por una actitud que ven lejos del diálogo y la transparencia que esta reclamaba desde la oposición, y por su dependencia de la asamblea del BNG que denunciaban estos días.

La tensión en Raxoi, creciente en las últimas semanas, ha sido manifiesta en estos primeros cien días de mandato, en que la gestión, de momento, se ha limitado al ámbito de las competencias del gobierno, sin asuntos plenarios de calado. Los debates de competencias corporativas abrirán un nuevo escenario en el que el bipartito no se valdrá por sí solo para tomar decisiones. El diálogo será entonces pura necesidad.

La Casa da Xuventude, el primer cisma en la coalición a tres meses del pacto

En contra de la opinión de su socio de gobierno, Goretti Sanmartín defendía esta semana la demolición de la Casa da Xuventude, una vez que ha decidido no ratificar el convenio con la Diputación que había pactado Bugallo. Abría con ello el primer cisma en la coalición, que BNG y CA tratan de minimizar, además de evidenciar que no habían fijado una posición común en el pacto de gobierno: «A miña organización non perde a esperanza de que a posición do BNG varíe», decía hace días María Rozas, primera teniente de alcalde y portavoz de CA.

Pero cualquier iniciativa en ese sentido difícilmente contará con respaldo en la corporación ahora mismo. Por mucho que el PP abandere la propuesta de derribo desde hace más de diez años, tiene que ver un proyecto sólido que le convenza vinculado a esa decisión. Y tampoco parece dispuesto a asistir al BNG donde no lo hará su propio socio de gobierno.

Compostela Aberta, que en su día indultó el inmueble que el popular Agustín Hernández había dejado sentenciado —había llegado a adjudicar el derribo, que paralizó Martiño Noriega— ya ha anunciado que nunca votará a favor de su demolición. Tampoco lo hará el PSOE, que ha introducido una variable que trasciende el ámbito competencial de a qué órgano le tocaría tomar una decisión en ese sentido. Los socialistas han ligado la defensa del inmueble a cualquier negociación presupuestaria. No avalarán ningún presupuesto que incluya fondos para el derribo.

El Peleteiro sigue sin una solución, aunque ahora el tiempo apremia

El futuro urbanístico de la parcela nada ahora mismo en la incertidumbre, pero el tiempo apremia como nunca. La Sareb, su propietaria, ha pedido licencia para desarrollarla con lo que admite actualmente el PXOM (área comercial, hotel y 45 viviendas), aunque está abierta a retomar las negociaciones del mandato anterior. La alcaldesa insiste en indagar una posible cesión de la parcela por parte de un Gobierno central que continúa en interinidad, mientras el plazo para licenciar la obra corre. Y dice que todos los escenarios están abiertos y que la espera por Madrid no cierra otras puertas.

 

La tasa turística, una demanda prioritaria ante la Xunta

El bipartito ha hecho de la implantación de una tasa turística su gran reclamación ante la Xunta. Se trata de proveer ingresos para afrontar los gastos que la actividad turística genera en materia de limpieza, seguridad y mantenimiento del patrimonio. La Xunta ya tiene la propuesta sobre la mesa en base al estudio que encargó el gobierno socialista, que había hecho suya la iniciativa planteada en primer término por el de Martiño Noriega (CA). Con la entrevista entre Sanmartín y Rueda a la vista, Ana Pontón presionaba esta semana indicando que llevará la propuesta al Parlamento.

El transporte urbano, una urgencia que sigue con parches

La de los autobuses es una de esas herencias que nadie quisiera recibir. Pero ahí está y al bipartito le toca ahora hacer frente a los problemas de una flota envejecida que debió de haberse renovado en el mandato de CA, a la que ha vuelto la gestión del servicio. El PSOE no solo no fue capaz de contratar la nueva concesión, sino que su licitación fue anulada, y ahora le toca al bipartito gestionarla. Mientras lo hace ha tenido que contratar el alquiler de otros 12 buses, sin la licitación que exigía al anterior gobierno, por la urgencia de la renovación. La nueva adjudicación va para largo.

Las VUT esperan por la ordenanza que ha de abordar la regularización

Regulados los ámbitos y las condiciones de su implantación en el anterior mandato, las viviendas de uso turístico (VUT) están pendientes ahora de que Raxoi aborde la regularización de las que ya funcionan sin licencia municipal, la práctica totalidad, aunque buena parte constan en el Rexistro de Empresas e Actividades Turísticas de la Xunta. Una ordenanza habrá de fijar los requisitos, que determinarán en qué medida esas viviendas podrán seguir funcionando. Pretenden que esté para final de año, pero Sanmartín guarda total reserva sobre el alcance regularizador que prevén.

 

La reforma de Castrón Douro volverá al proyecto previsto por CA

La coalición BNG-CA ha sacado este verano a licitación, o resuelto la adjudicación, de proyectos socialistas de cierto calado, como la reforma de Pastoriza (ya en marcha), García Lorca (pendiente de empezar), la intervención prevista en el campus sur y la que introducirá carril bici en el eje Romero Donallo, Amor Ruibal y Hórreo. Pero mantiene otros en revisión. Además del Peleteiro, cuyas posibles soluciones no dependen únicamente de Raxoi, el bipartito dará la vuelta al proyecto para Castrón Douro, rebajando la sección de la calle que había previsto CA en su mandato.

María Rozas (CA), primera teniente de alcalde de Santiago, y Goretti Sanmartín (BNG), alcaldesa, en la Praza do Obrdoiro
María Rozas (CA), primera teniente de alcalde de Santiago, y Goretti Sanmartín (BNG), alcaldesa, en la Praza do Obrdoiro Sandra Alonso

Goretti Sanmartín defiende que empezó «un novo tempo» para poner a las personas en el centro

CA destaca la recuperación del diálogo social en el arranque del mandato y la celeridad para reponer otros doce autobuses

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El gobierno hace bandera en estos cien días de la recuperación del diálogo con el asociacionismo de base para analizar sus demandas «e poñer en marcha proxectos para solucionalas». Según la alcaldesa, Goretti Sanmartín, «comezou un tempo novo marcado por poñer as persoas no centro e por corrixir os desequilibrios territoriais e atender o mantemento e necesidades de barrios e parroquias», aunque los nacionalistas destacan también en este arranque de mandato su implicación en la elaboración y divulgación del código de buenas prácticas «para fomentar un turismo consciente», tras los desmanes en la Praza do Obradoiro y su entorno.

La formulación de una propuesta de tasa turística a la Xunta fue otro de los compromisos atendidos, además del avance con los sectores implicados para poner en marcha el protocolo contra las violencias sexuales y LGTBIfóbicas en espacios de ocio nocturno. Suman a esa gestión la organización del Alba de Compostela y del primer homenaje institucional a Ánxel Casal, además de la licitación de «obras destacadas», como «a de recuperación do campus sur para a veciñanza e a creación dun itinerario sustentábel de carrís bici en Romero Donallo, Amor Ruibal e O Hórreo» —proyectos que «viñan dunha longa tramitación» anterior—, además de medio centenar de actuaciones en aceras para «mellorar a accesibilidade».

El bipartito acentúa también la celeridad para renovar otros 12 autocares (por alquiler) del transporte público ante los problemas de la flota. La renovación del transporte y la movilidad es uno de los grandes retos de la ciudad, según CA, el socio del gobierno del que depende esa área. Además de atender las urgencias de la actividad municipal, CA defiende que estos «intensos» cien días les han valido «para ir asentando as bases do que será a acción de goberno», como la recuperación del diálogo y la participación con los colectivos sociales y vecinales, «que non foi a tónica habitual nos últimos anos». Y también con los trabajadores de los servicios concesionados. Para el de Axuda no Fogar han creado una comisión de seguimiento. Y destacan asimismo la recuperación de la filosofía del Centro Integral de Atención ás persoas sen Fogar, al que dotarán de espacios habitacionales.

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Borja Verea: «As maneiras da alcaldesa son as propias do BNG máis rancio e obsoleto»

Para el Partido Popular, el BNG no entiende Santiago. Su portavoz, Borja Verea, sostiene que así lo ha demostrado en estos primeros cien días de mandato, al igual que defiende que Goretti Sanmartín no acaba de aceptar, dice, que tan solo tiene seis concejales en una corporación que suma 25. «Ten actitudes soberbias e totalitarias, alonxadas da cidade moderna e plural que é Santiago de Compostela», expone el popular en su valoración del arranque de un mandato que ha supuesto su entrada en la política municipal como líder y portavoz del principal partido de la oposición, con once concejales.

Para Verea, Sanmartín no es la dirigente del siglo XXI que necesita la ciudad. «As súas maneiras son as propias do BNG máis rancio e obsoleto», afirma, al tiempo que reprocha a la coalición de gobierno su actitud con la celebración de la ofrenda al Apóstol. «Parece que se avergoñan dos nosos símbolos e dos nosos sentimentos, do que significa Santiago», dice el popular, recuperando una crítica que compartieron también los socialistas, quienes facilitaron la conformación del gobierno bipartito con un BNG al frente que ahora «rise e humilla aos seus propios socios, os que fixeron rexedora a Sanmartín con tan só seis concelleiros».

El popular, que con sus once concejales aspiró a la investidura el pasado junio, y que no deja de insistir al PSOE en su disposición a procurar un cambio de gobierno, cuestiona también el nivel de cargos de confianza del que se ha rodeado el gobierno bipartito. «Gastan os cartos dos cidadáns nun exército de asesores, chegando á barbaridade de ter máis e con mellores soldos dos que tiña Sánchez Bugallo con moitos menos concelleiros», afirma Borja Verea, quien añade que «nós seguiremos defendendo os intereses de Compostela».

El líder del Partido Popular insiste en reivindicar a su formación como la más votada, con casi el doble de concejales que la de la alcaldesa, y sostiene que los populares seguirán poniendo en la agenda pública su programa de gobierno, que «foi, con moita diferenza, o elixido maioritariamente polos cidadáns de Santiago».

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Gonzalo Muíños: «Presumen de soberbia e abusan de ocultismo»

El PSOE valora el compromiso del bipartito en materia de igualdad, derechos sociales y defensa del idioma, pero, por lo demás, en estos cien días solo han visto un gobierno «falto de iniciativa e de xestión» y que únicamente funcionó «por inercia da herdanza», para atender los proyectos que dejaron los socialistas en marcha. Su portavoz, Gonzalo Muíños, ve un gobierno «de márketing», más preocupado por «promocionar que por xestionar», un gobierno que «presume de soberbio e abusa de ocultismo e secretismo».

«A actitude amosada ata o de agora deixa moito que desexar en materia de transparencia, diálogo, participación e de respecto á oposición», dice Muíños, que habla además de un BNG que no dialoga ni con la oposición ni con su socio de gobierno. «O único órgano consultivo da señora Sanmartín é a asemblea do Bloque», reprocha a quien «pretende aplicar unha política de ordeno e mando».

Muíños acusa al gobierno de «non buscar» el habitual consenso a la hora de honrar a colectivos y personalidades y reclama a Sanmartín que aclare cuál es su modelo de ciudad, porque «ata o de agora defende unha cousa e fai o contrario». «Presume de defender o comercio local», pero el solar del Peleteiro «vai camiño de converterse nun gran centro comercial». Y presume, añade, de abanderar el asociacionismo, «pero semella decidida a destruír un equipamento público no casco vello como a Casa da Xuventude».