
Pone fin a una etapa que arrancó hace diez años con la fundación del club
11 oct 2023 . Actualizado a las 17:33 h.El Atletismo Santiago, que no ha dejado de crecer desde que se pusiese en marcha hace diez años, no es solo obra de su presidente, Alfonso López Menduíña. Pero, sin él, probablemente no habría iniciado esa andadura. Y ahora al club le toca afrontar el reto del relevo, porque el mandatario ha anunciado a través de una extensa carta en sus redes sociales que llega el momento de poner pie a tierra.
Fue fundador e impulsor de una entidad que partió prácticamente desde cero. Entonces tenía 38 años. Ahora son 48, un hijo de 15 que juega al fútbol en liga gallega y otro de 12 que practica el fútbol sala. Y ya va poder asistir a sus partidos sin tener que hacer encaje de bolillos para cuadrar tiempos.
Esa misma tesitura vale para el día a día a lo largo de la semana, si acaso más acentuada, buscando horas y minutos donde no los hay para poder compaginar las exigencias del club con sus obligaciones laborales como abogado, para oficiar como letrado y como presidente, buscar recursos, cuadrar cuentas, comunicar a través de las redes sociales los retos y los resultados de los equipos, organizar viajes... Fueron creciendo las tareas, las licencias, las expectativas... Pero no aparecieron caras nuevas que pudiesen descargar alguno de esos frentes. Como quiera en los años no pasan en balde, el cansancio empezó a hacer mella. Y Alfonso López Menduíña considera llegado el momento de parar.
Esta última semana todavía está desdoblándose para dejar preparada toda la documentación requerida a fin de optar a la subvención del Concello, que es la principal vía de ingresos y que asciende a 10.000 euros.
Hay que justificar licencias, facturas, gastos de desplazamientos. Y solo en licencias el coste para las arcas del club es de 9.400 euros. Y en la comparación con otros tampoco sale bien parado. Uno de sus grande rivales, el Narón, percibe 40.000 euros del Ayuntamiento. Y el Noia, más modesto en resultados, 12.000.
En todo caso, se va dejando las cuentas saneadas, con un presupuesto que ronda los 20.000 euros y un número de licencias en torno al centenar, que no incluye a los menores de 15 años porque en materia de cantera el Santiago optó por la colaboración con otras entidades.
El equipo masculino lleva más de cinco temporadas peleando, sin conseguirlo, por ascender a Primera. Pero esa no es la espinita que le queda clavada a la hora de hacer balance: «Siempre hemos sido realistas, no nos hemos gastado lo que no tenemos y para optar al ascenso harían falta muchos más recursos. Curiosamente, cuando más cerca estuvimos fue el primer año, en el que quedamos terceros. Y había menos potencial en aquel equipo».
La espinita apunta al conjunto femenino, a no haber podido competir también por el ascenso a Primera. Y se va con la satisfacción de haber revitalizado el atletismo en Compostela: «Uno de los comentarios de estos días que más ilusión me ha hecho es el de Carlos Landín, que fue mi entrenador, recordando que cuando empezó todo este deporte aquí estaba en la UCI». Ahora el primer desafío es darle continuidad al proyecto, no dar pasos atrás. E involucrar savia nueva. En esas está el vicepresidente y atleta João Paulo Fernández.