El Ayuntamiento de Santiago valora en un millón de euros la parte privada de la finca de O Espiño y prevé hacerse con la propiedad
SANTIAGO

Ha iniciado el primer paso para eliminar la edificabilidad prevista en la finca y preservar su calidad ambiental
03 dic 2023 . Actualizado a las 23:26 h.El Ayuntamiento está decidido a eliminar la edificabilidad que se otorgó en el 2004 a la finca de O Espiño, entre Carme de Abaixo, Monte Pío y Galeras, que además del parque público abierto en el 2014, y de los restos del palacete pendiente de reconstrucción, tiene unos 8.000 metros cuadrados de propiedad privada con capacidad para edificar un centro para la tercera edad con 82 apartamentos individuales y servicios comunes. De hecho, ya ha dado el primer paso al obtener el apoyo unánime de la corporación, que el pasado jueves autorizó al bipartito a iniciar la modificación del planeamiento urbanístico para eliminar el aprovechamiento lucrativo de la parcela y preservar la calidad ambiental y paisajística de toda ella.
La tramitación llevará su tiempo, pero en el futuro se planteará la adquisición de esos terrenos para el patrimonio municipal, ya sea por expropiación, por la negociación de un convenio o por permuta forzosa con terrenos municipales, las tres posibilidades que contempla la ley.
La expropiación parece la primera de esas opciones. Y el Concello ha valorado el coste de los terrenos en un millón de euros (1.017.750), aunque no es esa una cifra que convenza al PP. Lo dejó claro en el pleno. «Más que conservadora es irrisoria», dijo José Antonio Constenla. «Es una valoración enormemente baja», insistió el popular después de apuntar que en una de las últimas promociones en la zona el valor del suelo fue de 250 euros el metro cuadrado y, aunque podrían objetar, dijo al gobierno, que era suelo residencial y no hotelero, hay que tener en cuenta también que aquella era una valoración del 2015. Para los populares, cabe pensar que «el Ayuntamiento tenga que pagar más de lo que prevé». Con todo, apoyaron la aprobación para iniciar la modificación, pendientes de decidir su voto cuando llegue la tramitación definitiva, en función de cómo gestione el bipartito la programación del gasto para hacerse con la parcela.
En cualquier caso, la coalición del BNG y CA ha conseguido, de momento, lo que no logró Compostela Aberta en el 2019. Martiño Noriega pretendió entonces, no ya eliminar esa edificabilidad sino reducirla a 2.000 metros cuadrados. CA se quedó entonces sola. El actual concejal de Urbanismo, Iago Lestegás, defendió que esa es la valoración que recoge el estudio económico realizado al efecto y que la definitiva corresponderá hacerla en el momento del proceso expropiatorio.
La socialista Mercedes Rosón, edila de Urbanismo en el anterior mandato, entiende que la recalificación que quiere tramitar el Ayuntamiento ahora puede dar pie a pleitos con la propiedad, pero defendió el derecho de la Administración a actuar «ante a inactividade» de la propiedad desde que los terrenos adquirieron la condición de suelo urbano consolidado en el 2014 y teniendo en cuenta la evolución de la consideración de los usos de esta parcela, como la del Peleteiro, desde la redacción del Plan Xeral.