José Luis García, sexólogo: «OnlyFans se vende como empoderamiento y libertad femenina, pero es una nueva forma de pornografía»

José Luis García lleva toda una vida estudiando el impacto de la pornografía en jóvenes y adolescentes. Sus más de 40 años de experiencia le permiten asegurar que las nuevas generaciones se enfrentan a un problema como jamás se había visto que tendrá repercusión en su vida sexual y afectiva. El psicólogo impartió este martes dos charlas en la sede compostelana de Afundación y dará otra mañana en Vigo. El objetivo, que los chavales no acaben enganchados a una industria que una vez los atrapa intenta que no se escapen. Ellos y sus familias necesitan herramientas para lograrlo, y él está dispuesto a mostrárselas. 

-La primera conferencia se la ofreció a escolares, ¿qué tal salió?

-Fue una experiencia muy buena. Es algo fresco, porque están deseosos de que alguien les escuche. Me gusta mucho trabajar con adolescentes. Están abandonados y en brazos del porno. Sus preguntas no se tienen en cuenta ni en casa ni en las escuelas, por lo que buscan información fuera. Es lo que hemos hecho todos desde hace generaciones, pero ahora esas respuestas se las da el porno, y sobre todo, el violento, que es el que ven los menores.

-¿Qué les preocupa, sobre qué preguntan?

-Preguntan sobre cómo deben ser las relaciones sexuales, cómo se hace para quedar con una chica o chico e incluso qué hay que hacer para que las chicas giman. Son cosas en las que ya ves la influencia del porno. Te hablan de bukakes, de gang bang, se saben nombres de actores o actrices. Los estudios que tenemos en España nos dicen que el 92 % de los jóvenes consumen pornografía y que una cuarta parte, antes de los 20 años, habrá consumido entre 1.000 y 5.000 horas. El asunto es preocupante. Se está convirtiendo en el manual de instrucciones de las primeras relaciones. Es lo que ven, lo que les excita y lo consideran como normal, por lo que tratan de emularlo en cuanto tienen oportunidad. No sé si has visto la serie documental Generación Porno, se la recomiendo. Entrevistamos a un chico que nos confesó que la primera vez que tuvo relaciones se esperaba una felación por parte de la chica y, al no practicársela, estaba preocupado porque creía que había metido la pata. Eso es influencia del porno. Tienen también un modelo de comportamiento en el que el preservativo no existe. Los datos están ahí, algunas enfermedades sexuales han aumentado más de 240 % en los últimos años. Eso seguirá creciendo si no se hace nada en casa ni en las escuelas. Si no se imparte educación sexual, el único canal que tienen es la pornografía y no tiene nada que ver con la de antes. Ahora, además de gratis, es brutal.

-Cómo debe ser una primera relación?

-Primero, no deben tener prisa. La sexualidad es algo maravilloso, una dimensión positiva de la vida. El encuentro debe ser gozoso, con contacto íntimo, empático y con placer, de mutuo acuerdo y sin violencia. Si es así resulta maravilloso. Les he dicho que cuando sean más mayores, que busquen a una persona que les estime y valore, que les tenga en cuenta y cuide. Que no lo hagan en un baño de una discoteca después de tomar alcohol y drogas. Hay que ofrecer una visión positiva de la sexualidad diferente a lo que verán en el porno, donde predomina la violencia. Eso es lo que se ve en la mayor parte de las películas. Me preocupa que estén aprendiendo que el sexo es violencia. Me parece terrible.

-¿Qué efectos está teniendo el porno en los jóvenes?

-Basta con abrir los periódicos. Algunos jóvenes empiezan incluso a vender vídeos, que graban y suben a internet. El porno es la adición más potente que existe, porque además de ser gratis da placer. Nuestro cerebro está programado para responder a esos estímulos y por eso tiene tanto éxito. Pero crea una alteración de la sensibilidad. Cada vez se necesita más y más violento, y además está relacionado con el consumo de la prostitución y con problemas de pareja. Los adictos son muy activos, precoces sexualmente y se van a orientar hacia conductas de riesgo. También lleva parejo el consumo de alcohol y drogas, así como problemas de depresión y ansiedad, sobre todo en consumidores precoces y abusivos. Hay incluso niños de 6 años, pero a los 16 ya son mayoría. Si vas a la calle y preguntas a chavales de 20 años si nunca han visto porno, dudo que encuentres un 1 % que no lo consumiera nunca. Está accesible a cualquiera.

-Que la industria funciona y varía constantemente lo demuestra Only Fans, pero hay otras redes sociales que también cuentan con una gran cantidad de contenido sexual implícito.

- En Twitter ya hay porno a punta y pala; y luego en todas las redes sociales te encuentras con enlaces a otras páginas. Muchas chicas exhiben su cuerpo totalmente y si quieres ver más te mandan a su página de OnlyFans, en la que pueden ganar dinero rápidamente. OnlyFans se vende como empoderamiento y libertad femenina, pero es una nueva forma de pornografía. ¿Viste lo del deepfake? Unas chicas de Almendralejo que recibieron un vídeo porno con su cara. Es una barbaridad, como no se regule vamos a tener un problema. Y está creciendo. A día de hoy se estima que hay más de 700 millones de páginas web de porno, cada una con más de 8 millones de vídeos. Cada día se suben más. Eso no se va a detener. ¿Quién para el alcohol o el tabaco? Vete a un botellón y ves a niños de 12 o 14 años que sufren un coma etílico, a pesar de que el alcohol está prohibido. ¿Cómo haces con el porno? Vamos a tener que acostumbrarnos a poner controles parentales, pero sobre todo, y esa es mi lucha, debemos ofrecer una información sexual previa antes de que lo consuman. Eso debemos hacerlo en casa y en las escuelas, sino lo hará la industria.

- ¿Cómo debemos hablar con un crío sobre sexualidad o pornografía?

- Como con cualquier otro tema. Yo sé que es muy difícil. Llevo 45 años hablando con padres y madres y les cuesta. Mis talleres se llaman Para padres y madres vergonzosos, que tampoco han sido educados sexualmente. Tienen que hablar de placer o masturbación y eso les aterra, pero esta va a ser la primera generación que se verá obligada a intervenir porque las consecuencias pueden ser desastrosas. Ellos no fueron educados ni formados en ello, pero es el porno o nosotros. Lo que pasaba antes no tiene nada que ver con lo que ocurre ahora.

- ¿Cuál debe ser el primer paso?

- Que se besen delante de ellos es una manera de afrontar esta cuestión, pero también deben responder a las preguntas que puedan surgir. Si no surgen hay que provocarlas. Pueden ver juntos Generación Porno o anuncios profundamente sexualizados y pueden hablar sobre ellos. Tienen que trabajar en la autoestima, que no se sientan presionados, y también en la asertividad y en la comunicación. Deben ofrecerles información precisa sobre abusos sexuales, sobre el uso del preservativo o el mutuo acuerdo. En chicos es fundamental.

- ¿Se puede controlar el acceso a la pornografía?

- Yo lo veo muy difícil. ¿Quién es capaz de controlar internet? Hay más de 700 millones de páginas web. Si cierran una, mañana abren diez más. Dentro de algunos años los políticos tendrán que sentarse con la industria y buscar soluciones. Pero eso tardará mucho. Ahora toca desarrollar programas de prevención. Los controles parentales están bien, pero son insuficientes. Tenemos que competir con el porno porque no va a desaparecer. Es una ilusión porque se trata de un gran negocio. Como ocurre con los paraísos fiscales, si hay un país en el que pueda hacerse las productoras se mudarían todas para allí.

- Ha escrito también sobre la sexualización cada vez más temprana de las chicas.

- Sí, ocurre, incluso en niñas de 5, 6 o 7 años, a las que sacan vendiendo cosas vestidas como adultas. Dejemos que los niños sigan su curso. La industria no puede campar a sus anchas. Vivimos en una sociedad sexualizada, en el que enseñar el culo o el escote se traduce en likes, seguidores y popularidad en las redes sociales. Sexualizar genera me gustas.

- Dice que el porno ha hecho que aumenten los casos de violencia machista.

- Yo estoy convencido de que es así. El modelo del porno es que el protagonista es un varón que tiene a la mujer sometida. La violencia está totalmente incorporada. Ha recuperado valores machistas, los divulga por todo el mundo y los eleva a un comportamiento de normalidad.

- Antes también existía acceso al porno, con películas o revistas, ¿en qué considera que ha cambiado?

- Sí, teníamos Interviú, Playboy, pero eso era la prehistoria. Ahora es gratis, de una calidad extraordinaria y en el que se graba cualquier cosa por brutal que sea.

- Vuelven con fuerza las enfermedades sexuales. Cree que el porno también ha tenido que ver.

- Sí, claro. Todo ha subido... sífilis, gonorrea, que estaban superadas y que aumentan un 160 %, o la clamidia, que se ha disparado un 250 %. El motivo es sencillo. Se ha dejado de utilizar el preservativo. En ninguna película se utiliza. El mensaje que se da es que no utilizarlo es lo mejor. Y los chicos lo siguen a rajatabla y persuaden a las chicas para hacerlo.

- ¿Qué le gustaría que se recordase de esta entrevista?

- Los padres deben decidir de quién depende el futuro sexual de sus hijos. Ya no podemos escurrir el bulto, si no tomamos cartas en el asunto lo hará el porno. Ese es el mensaje más importante.

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