Por contra, solo cedió un empate y una derrota después de adelantarse en el tanteador
20 feb 2024 . Actualizado a las 20:36 h.Por segunda vez en esta temporada el Compostela ha conseguido meterse en puestos de promoción de ascenso, si bien con los mismos 34 puntos que el Langreo, que es sexto, a uno del Rayo Cantabria, que es cuarto, y con uno más que el Guijuelo, séptimo.
Y hay una curiosa estadística que juega en contra del conjunto santiagués, ya que solo ha sido capaz de ganar uno de los diez partidos en los que empezó por detrás en el marcador, el que disputó en Torrelavega contra la Gimnástica. Perdía 1-0 en el minuto 6 y acabó imponiéndose 3-4, en el debut de Míchel Alonso.
Por contra, en once ocasiones empezó poniéndose por delante y nueve las saldó con victoria. En Covadonga cedió un empate en el minuto 84. Y el Zamora le dio la vuelta al electrónico en el tiempo añadido.
Los números dicen que el colectivo santiagués es duro de pelar cuando se pone con ventaja en el marcador pero, por contra, le falta capacidad de reacción cada vez que es el rival el que consigue el primer gol de la contienda.
Ese es uno de los talones de Aquiles del conjunto azul y blanco, que baja notablemente sus prestaciones lejos del Verónica Boquete de San Lázaro, a pesar de haber perdido cuatro encuentros en su feudo. A domicilio solo ha sido capaz de sumar dos victoria, la anteriormente mencionada en Torrelavega y en Guijuelo, y cuatro empates, en las visitas al Covadonga (1-1), Fabril, Marino y Arandina, en estos tres casos sin goles.
La sucesión de lesiones y las incorporaciones cerradas en el mercado de invierno han complicado la configuración de un once inicial más o menos fijo. La pasada jornada, Míchel Alonso introdujo cinco cambios en la formación titular respecto a la que escogió para jugar la semana anterior en Ourense.
A expensas de lo que pueda suceder en adelante, los problemas físicos están dando una tregua. De cara al encuentro de este domingo en Vilalba, el técnico azul y blanco solo tiene una duda, la de Manu Barreiro, que pidió el cambio mediada la primera parte ante el Fabril. Pudo llegar al descanso y dejó sus sitio a David Grande.
Las pruebas médicas confirmaron que no hay rotura fibrilar, pero inició la semana de trabajo con precaución y todo dependerá de las sensaciones que vaya teniendo en los días que restan hasta la disputa del derbi.