Los centros de salud cambian el modelo de analíticas y las llevan a la intimidad de la consulta

La mayoría de los usuarios están acostumbrados a que las analíticas se hagan de forma conjunta, en salas habilitadas en las que varios profesionales de enfermería se encargan de las extracciones y las recogidas de muestras durante las primeras horas de la mañana. Es un modelo que funciona sobre todo en los centros de salud medianos y grandes, en donde se agrupan los pacientes que necesitan análisis de sangre.

Pero la tendencia que recomiendan las sociedades científicas de enfermería familiar y comunitaria no es esta, sino plantear las analíticas como una consulta individual del paciente con su enfermero de cabecera. Por eso el área sanitaria de Santiago está impulsando un nuevo modelo que funciona ya en el 65 % de los centros de salud y acaba de arrancar en el ambulatorio Concepción Arenal, aprovechando las obras de mejora.

Se puso en marcha en diciembre y la principal diferencia es, tal y como explica Ana Mouta, coordinadora de enfermería del centro, que ahora los pacientes son atendidos por su enfermera, «es en la intimidad de tu consulta y eso hace que la gente venga con más confianza». Hay usuarios que no se sentían cómodos entregando sus muestras delante de otras personas o incluso necesitaban camilla para la extracción, «algo que no es tan raro. Veíamos a pacientes que sacaban sus botes con heces o incluso semen con mucha discreción, como con vergüenza; además tenemos controles de medicación y debemos preguntar tomas, días... Ahora se hace con total intimidad», explica. Desde el área sanitaria señalan que se ampliará a otros centros en la medida en que se pueda y haya buena acogida.

En el Concepción Arenal se realizan entre 280 y 300 extracciones diarias. Ahora el paciente pide cita para una consulta de enfermería y si su cupo es por la tarde le asignan para las extracciones un profesional de mañana —siempre el mismo—. En el caso de que solo haya que entregar muestras, los usuarios con médico de tarde sí pueden marcar la consulta en esa franja horaria, «porque tenemos una recogida de muestras a las ocho de la tarde», mientras que si la analítica va acompañada de recogida se hace todo en el mismo acto por la mañana.

Aunque los cambios siempre generan alguna distorsión Mouta asegura que pacientes y profesionales están más que satisfechos, «y eso que yo no las tenía todas conmigo», admite. Es más, se han reducido los tiempos de espera porque ahora pinchan entre 15 y 16 profesionales todos los días, frente a las siete u ocho que lo hacían antes.

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