Santiago homenajea a siete «homes e mulleres que fan esta cidade aínda máis fermosa»

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El Concello les entregó ayer, a tres de ellos a título póstumo, las máximas distinciones municipales por sus trayectorias vitales y profesionales

12 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Santiago homenajeó ayer en el Teatro Principal a los siete compostelanos a los que la corporación municipal decidió reconocer a finales de febrero con las distinciones de hijos predilectos o adoptivos y con la medalla de oro por sus trayectorias vitales y profesionales. La periodista Tareixa Navaza y el activista vecinal y exedil Luis Pasín, que recibieron la medalla de oro de la ciudad, compartieron honores con el párroco de Sar, José Porto Buceta (distinguido como hijo adoptivo de Santiago), el divulgador cultural Ezequiel Méndez (hijo predilecto) y el médico Ramón Baltar, la pintora y comerciante Aurora Pereira (Aurichu) y el profesor Manuel Quintáns Suárez.

Los tres últimos fueron reconocidos a título póstumo —como hijos predilectos Baltar y Pereira, y adoptivo en el caso del xalleiro Quintáns Suárez—, pero la memoria colectiva, la propia lectura institucional de los valores que se les reconocen y los familiares o amigos que los representaron mantuvieron sus figuras muy cerca del público que acompañó el acto y entre el que se encontraban cuatro exalcaldes: Xerardo Estévez, Xosé Sánchez Bugallo, Ángel Currás y Martiño Noriega. Cinco regidores, en total, en el teatro, con la actual alcaldesa, Goretti Sanmartín, quien entregó todas las distinciones, acompañada siempre de otros concejales —entre ellos los portavoces de los grupos políticos, Borja Verea, Míriam Louzao, Gonzalo Muíños y María Rozas— y quien cerró el acto indicando que la ciudad agradece así «o que lle debemos a uns homes e mulleres que engrandecen a nosa historia, que fan esta cidade aínda máis fermosa».

Tras repasar las biografías de los homenajeados, Sanmartín concluyó que «é moito o que lle deron e lle dan a Compostela». «A defensa do benestar social, a solidariedade con quen máis o necesita, a aposta pola sanidade e o ensino público, polo dereito á vivenda e á memoria ou a urxencia de reclamar unha voz propia están hoxe neste acto a través das súas historias de vida», dijo. «Son o espello en que nos reflectir», añadió al tiempo que señalaba que más allá del reconocimiento personal, este también es un acto de «identidade colectiva». De «autoestima colectiva», también, en opinión de la primera teniente de alcalde, María Rozas, quien tomó la palabra en primer lugar, después de que el pianista Javier Otero abriese un acto presentado por Soledad Felloza y en el que todos los homenajeados o sus representantes tuvieron ocasión de expresar su querencia por la ciudad. Por Ramón Baltar lo hizo su hijo Javier, quien reconoció en su padre a un médico «cunha entrega absoluta e total. Era médico as 24 horas», expuso, en un entretenido discurso con algunas historias familiares.

Por Aurichu agradeció la distinción su pareja Xosé Manuel Beiras. «Foi decote unha moi consciente e activa cidadá compostelá», dijo tras recoger su título de hija predilecta. Por Manuel Quintáns lo hizo su hija Belén, quien recordó su pasión por los libros, pero, sobre todo, por la docencia, mientras que Ricardo Gurriarán recogió el titulo de Ezequiel Méndez, quien no pudo asistir, aunque lo agradeció personalmente a través del vídeo que glosó su trayectoria, como la de los demás homenajeados. Tareixa Navaza declaró su amor por Compostela, «o amor que mistura as conviccións coa responsabilidade», y Luis Pasín proclamó que esta «é a nosa cidade, pero tamén o noso legado e temos a obriga de protexelo». Con él se cerró la entrega de distinciones, que se abrió con Porto Buceta arrancando las primeras risas del público al prometer brevedad porque «non estou afeito a falar en público». Porto agradeció la acogida de la ciudad y de Sar, parroquia «que sempre foi moi xenerosa comigo e a que amo e sigo servindo».