Carmen Vidal Pan: «Llevamos la cruz de que la gente cree que solo hay alergias en primavera»

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

La jefa del servicio de alergología del CHUS destaca que ácaros y pólenes son los principales caballos de batalla en el área

24 abr 2024 . Actualizado a las 17:51 h.

El tono de voz de Carmen Vidal Pan evidencia vivamente el entusiasmo que profesa hacia una rama de la medicina en la que está considerada poco menos que una eminencia. Con alma didáctica, alegre y próxima, la jefa del servicio de alergología del área sanitaria de Santiago y Barbanza rompe con muchos de los mitos de su especialidad. Lo hace obviando la distinción de la revista Forbes, que la considera una de las 100 mejores médicas de España. Admite desconocer el motivo y que lo que realmente le preocupa es atender lo mejor posible a «mis pacientes, al servicio y a mis alumnos». Nada más.

—Llegó la primavera, ¿hay que estar prevenidos?

—Es algo muy relativo. Llevamos la cruz de que la gente cree que solo hay alergias en primavera [ríe]. En Galicia es lo más popular, pero en nuestra área sanitaria las hay todo el año.

—¿Cuál es la principal causa de alergia en la zona?

—Los ácaros, pero cuando llega la primavera se suman los pólenes, que los hay muy diversos. El de las gramíneas es el más popular, pero también está el de las parietarias o los mercuriales. Nosotros tenemos información que nos remite la Rede Galega de Aerobioloxia, que nos predice los niveles de cada uno, sean de abedul, carballo, pino, estrugas... Gracias a eso tenemos informados a nuestros pacientes.

—¿Cómo se puede detectar una alergia?

—Se puede manifestar de múltiples formas. En la nariz, con taponamiento, estornudos, aguadilla, picor; en los ojos, si se ponen rojos, si lloras o con hinchazón; también puede afectar a los bronquios, con asma, dificultad para respirar o pitidos. Obviamente, el paciente que tiene afectación de todos los órganos y su calidad de vida se resiente, tiene prioridad y hay que abordarlo cuanto antes. El que estornuda tres veces y tiene un poco de moco es menos relevante. Pero todos necesitan atención porque hay que evitar la exposición en los momentos más álgidos, aunque afecte más a quien sufre asma que al que solo padece conjuntivitis. Después hay una cosa muy interesante. Los pólenes pueden tener reactividad cruzada con algunas proteínas, que son las que realmente producen la alergia. Puede ocurrir que quien tiene alergia al polen de las gramíneas le pique la boca con un melocotón, y al que tiene alergia al abedul, le pique con una manzana. Comparten proteínas que son comunes y producen esa reactividad.

—La alergia a los alimentos ha provocado una psicosis.

—Lo que ocurre es que se confunde la alergia con la intolerancia. La intolerancia a la lactosa es porque el cuerpo no produce una enzima llamada lactasa que es la que digiere la lactosa. Eso provoca dolor de tripa, diarrea, gases, pero en el caso de la alergia, te produce picor en el cuerpo, caída de la tensión, una crisis de asma... La alergia a los alimentos es algo interesante y complejo. La proteína de la profilina, que es muy débil, puede provocar picor, pero no ronchas ni anafilaxis. La proteína LTP, que también la tienen el melocotón o la manzana, es muy resistente y puede provocar síntomas graves, como anafilaxia. En cambio, una persona puede tener un poco de picor cuando come ese melocotón y para otro corre peligro su vida. Cuando hablamos de un problema de este tipo hay que verlo individualmente para ayudarle a superar esa alergia. La cosa es fácil: un catarro dura siete días, mientras que no hay catarro común que permanezca toda la primavera. Si ese picor te aparece todas las veces que limpias el polvo en casa es un signo de alarma. Tenemos pruebas muy fiables para confirmarlo y las personas tienen que estar informadas. Otra cosa es que venga por aquí y al final no sea una alergia, sino que respiraba mal porque tiene el tabique desviado. Hay que hacerle una valoración integral. Ver cómo relaciona los síntomas, ejecutar las pruebas, ver la historia clínica... Nuestro rol es hacer esa valoración, para algo somos los médicos [ríe].

«Galicia es la primera comunidad de España que tiene un código de anafilaxis»

El servicio que comanda Vidal Pan es uno de los que mejor conoce la problemática de la avispa velutina, el himenóptero que provoca el mayor número de casos de alergias graves de Galicia.

—¿Cuáles han sido los casos más extraños que ha visto?

—Con los años de experiencia, los casos que eran extraños al principio después son menos raros [ríe]. Antes había gente que comía cosas que eran extrañas pero ahora con la globalización ya tenemos de todo, ya no hay cuestiones tan excepcionales. Lo que más nos interesa es la avispa asiática, que, ojo, ya lleva mucho tiempo entre nosotros. Al principio el veneno era desconocido, era diferente al de la avispa común, y tuvimos que hacer frente a ello. En nuestra comunidad tenemos una invasión y es muy frecuente que piquen a nuestros pacientes, pero lo estamos abordando con éxito.

—¿De qué manera?

—En primer lugar identificamos bien a los pacientes. Me gusta destacar que Galicia es la primera comunidad de España que tiene un código de anafilaxis. Es un código que nos permite controlar a los pacientes con reacciones graves y con riesgo mortal. Puede darse con cualquier cosa, pero ahí están también los venenos de los himenópteros. Se ha hecho un esfuerzo muy grande por parte de mucha gente, como es la Sociedad Gallega de Alergia, el Sergas, los médicos de urgencias... Están todos implicados. Funciona muy bien y se prepara también a los pacientes para que tengan esa herramienta que es la adrenalina para reacciones graves. Si te ocurre algo, por ejemplo, porque eres alérgico a las avellanas y las comes sin saberlo en un restaurante, al llamar al 112 ya te tienen registrado. Es algo que tenemos que dar a conocer.

—¿Por qué surgen las alergias?

—La hipótesis vigente dice que los epitelios que cubren la piel se dañan y cuando un alérgeno la toca, se produce un activación. Hemos convivido con el polen, siempre ha estado ahí y no tiene por qué hacerle daño a nadie. Pero si contacta con un epitelio dañado puede provocar una respuesta inmunológica y el organismo lo hace de forma patológica. Las partículas del diésel, el tabaco o una infección pueden favorecer el daño del epitelio.