«Todo el obradoirismo seguirá tus pasos y se alegrará de tus triunfos, esperando que en un futuro no muy lejano nos volvamos a encontrar»
18 may 2024 . Actualizado a las 18:35 h.Este jueves, todo el obradoirismo, y por extensión el baloncesto nacional, pudo leer la carta de despedida del técnico compostelano Moncho Fernández.
En las primeras frases de una emotiva carta ya advierte que le acaban de comunicar que deja de ser entrenador del equipo. El consejo de administración ha decidido prescindir de sus servicios, más allá de temas contractuales, que muchos evidentemente desconocemos. Esa frase, en mi opinión, denota que no le han dado la posibilidad de elegir quedarse y afrontar un proyecto de garantías para la LEB Oro.
Quizás, después de los primeros días tras la tremenda decepción, en su fuero interno podría valorar esa posibilidad, siempre claro está que los dirigentes confiasen en él y en su buen hacer. Pero el club parece que quiere borrón y cuenta nueva. Es lícito y veremos con el paso del tiempo lo acertado o no de dicha decisión.
Parece ser que la relación con cierto sector del club no era la idónea en estos últimos tiempos. El caso de Moncho es atípico, ya no solo en el mundo del baloncesto, sino me atrevería a decir en el deporte profesional: 14 años siendo el primer entrenador de un equipo es inusual, pero se entiende por el compromiso mostrado y su profesionalidad. Evidentemente, por la consecución de objetivos año tras año.
Recordemos que en el Obradoiro el «título» de cada año era la permanencia en la categoría. Dicho todo esto, solo nos queda agradecer todo lo vivido estos 14 años. Los obradoiristas estamos en shock y muy tristes por el desenlace final: el equipo desciende y nuestro Moncho no continua.
Pero si algo hemos demostrado en todos estos años es que la comunión de la masa social con el equipo está a prueba de bombas. Somos resilientes 100 %. Tendrán que pasar las semanas y ver como desde el consejo de administración vuelven a ilusionar a una ciudad que respira baloncesto.
Esperemos que tomen buenas decisiones y armen un proyecto ilusionante para volver a la Liga Endesa en un año, porque sino corremos el riesgo de diluirnos en la segunda categoría del baloncesto español.
Para terminar, y viendo que la palabra que más se repite en el comunicado de Moncho es «gracias», desde esta columna de opinión yo también le doy las GRACIAS a él y a todo su cuerpo técnico. Todo el obradoirismo seguirá tus pasos y se alegrará de tus triunfos, esperando que en un futuro no muy lejano nos volvamos a encontrar.
Hasta siempre, Moncho Fernández.