2.000 militares, seis cazas, artillería y una fragata participan en el Eagle Eye, entrenamiento con epicentro en Santiago para engrasar la defensa aérea de España

SANTIAGO

Efectivos de tres ejércitos se desplegarán en el entorno de la capital gallega, donde simularán diferentes misiones, desde la protección de enclaves estratégicos a la guerra antisubmarina

18 jun 2024 . Actualizado a las 18:39 h.

2.000 militares participan, desde hoy hasta el viernes, en la activación del Eagle Eye 24-02, ejercicio que integra al Ejército del Aire y del Espacio, al de Tierra y a la Armada en el sistema de defensa aérea nacional. Las maniobras las lideran el Mando Operativo Aéreo (MOA), bajo el control operativo del Mando de Operaciones (MOPS), que tienen como objetivo mejorar la eficiencia y ensamblar las diferentes piezas de las Fuerzas Armadas encargadas de velar por la seguridad del espacio aéreo del noroeste de España. Los efectivos se desplegarán en diversos puntos del territorio gallego, con epicentro en el aeródromo militar de Santiago, y con presencia en el entorno de la base del Escuadrón de Vigilancia Aérea número 10 (EVA-10) —afectando a los concellos de Lousame, Noia, Porto do Son y Mazaricos—, así como por toda la costa gallega. Después de su realización en el 2022, y tras su paso este año por Málaga, el Eagle Eye se vuelve a activar en Galicia para «preparar a todo el mundo para que sean capaces de defender nuestro espacio aéreo», según afirmó el general Pedro Enrique Belmonte.

Con un importante despliegue de medios, los más espectaculares serán los seis cazas Eurofighter Typhoon del Ala 11, con base en Sevilla, que este mediodía llegaron al aeródromo de la capital gallega en un vuelo de apenas 15 minutos. El objetivo es el de continuar con su adiestramiento como policía aérea dentro del espacio nacional. Realizarán servicios de alerta temprana, siendo capaces de estar en el aire en menos de 15 minutos desde la detección de cualquier amenaza. Las aeronaves movilizarán a 45 militares, que incluyen a los pilotos y al personal de mantenimiento y apoyo.

De ejercer la vigilancia del espacio aéreo se encargará el Grupo Central de Mando y Control (Grucemac), ubicado en Torrejón y que tendrá que cribar los datos proporcionados por los diferentes escuadrones, así como los obtenidos por los medios terrestres y navales. A ellos se sumarán los militares del Centro de Operaciones Aéreas (AOC), que constituirá el puesto de mando y control durante la ejecución del Eagle Eye, y que decidirá la táctica de las operaciones de vigilancia, policía del aire y defensa. En total, el Ejército del Aire movilizará a unas 1.500 personas

SANDRA ALONSO

Por tierra

La Unidad de Defensa Antiaérea (UDAA) Hércules se desplegará por el entorno del EVA-10, base que cuenta con uno de los radares más importantes del noroeste de España. Los militares se repartirán por los municipios de Noia, Porto do Son, Lousame y Mazaricos para proporcionar defensa a amenazas aéreas, así como para complementar la vigilancia del cielo. Estará liderada por el Grupo de Artillería Antiaérea (GAAA) I/74 de San Roque, en Cádiz. Contará con 300 militares y con los sistemas de misiles antiaéreos Hawk, Patriot y Mistral, así como con radares AN-TPS 43, a lo que se sumará la colaboración de la compañía de infantería Force Protection Legazpi

Por parte de la Armada, se movilizará la fragata F-101 Álvaro de Bazán, que se moverá por aguas del mar Cantábrico y del océano Atlántico. Su finalidad será la de aumentar los recursos de vigilancia y defensa antiaérea, así como complementar la cobertura defensiva del EVA-10 y de los militares que se encuentren en el territorio gallego. Está diseñada para llevar a cabo una amplia variedad de misiones, desde defensa aérea hasta la guerra submarina. Además, cuenta con radares y misiles avanzados que le permiten detectar y neutralizar amenazas desde larga distancia.

Los militares se dividirán en dos bandos, uno de ataque y otro de defensa, y no sabrán a qué se enfrentarán hasta 24 horas antes. En el anterior Eagle Eye realizado en Galicia, se simuló un ataque aéreo al EVA-10, aunque también se puede llevar a cabo una entrada por tierra para tratar de tomar la base o mismo una incursión por agua utilizando un submarino. Todos serán escenarios ficticios, en los que no se utilizarán armas reales, sino que el objetivo será el de engrasar toda la maquinaria de las Fuerzas Armadas de cara a potenciales amenazas. Como complemento, las unidades movilizadas por el Ejército de Tierra estarán el jueves, desde las 16.00 horas, en Noia para que la ciudadanía pueda acercarse a conocer a los profesionales y ver de cerca el armamento que utilizan.