San Martiño Pinario incorpora un espacio cultural al recuperar para Santiago el Pabellón Historicista
SANTIAGO
«Queremos que sexa un referente para a vida da cidade, dos seus habitantes e dos que se achegan», dice el arzobispo
19 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El monasterio de San Martiño Pinario suma un nuevo espacio cultural para acoger exposiciones, conferencias y jornadas, entre otras actividades, tras la recuperación de su Pabellón Historicista, que data del siglo XIX. La actuación, que superó los 1,3 millones de euros, permite habilitar para usos culturales 765 metros cuadrados. «Aínda que dentro dos muros de San Martiño Pinario, desexamos que se converta nun espazo de referencia tamén para a vida da cidade de Santiago, dos seus habitantes e de todos aqueles que se achegan a ela», manifestó el arzobispo compostelano, Francisco José Prieto, durante la inauguración este martes de las instalaciones en un acto en el que también participaron la directora xeral de Patrimonio de la Xunta, María del Carmen Martínez; y el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco.
Este Pabellón Historicista está situado en las zonas abiertas del interior del conjunto monacal de ahí que para muchos se trate de un espacio desconocido. Con estos trabajos realizados para recuperarlo la intención es que «poida entrar nese itinerario de modernismo escondido pero fermoso que alberga Santiago», añadió el arzobispo, resaltando que la actuación es fruto de la colaboración tanto del Estado como de la Xunta.
La mayor parte de los más de 1,3 millones que costaron los trabajos, un 75 %, llegaron a través del programa del 2 % Cultural del Ministerio de Vivenda y Axenda Urbana, completando el importe restante la Xunta y la Iglesia. «Esta actuación permite a Santiago sumar un novo elemento ao seu xa rico patrimonio histórico, mentres que a cidadanía e visitantes gañan un novo espazo cultural e de uso público», incidió el delegado del Gobierno, Pedro Blanco, recordando que el monasterio de San Martiño Pinario es uno de los edificios más hermosos de la ciudad, pero también un gran desconocido. Además, destacó los otros espacios que se están rehabilitando en la ciudad con el apoyo de fondos del Estado, como es la actuación en marcha en el Hostal dos Reis Católicos, que comenzó por la capilla, y la ejecutada en el pazo de Raxoi.
Por su parte, la representante de la Consellería de Cultura, María del Carmen Martínez, recordó la singularidad de San Martiño Pinario, de ahí su declaración como BIC, además de incidir en la colaboración entre las administraciones públicas y la institución eclesiástica.
Durante la inauguración del espacio, el arquitecto Iago Seara resaltó que fue principalmente una actuación restauradora, aunque también rehabilitadora. «O proxecto do pavillón restaurado tiña a intención de deixar no exterior unha beirarrúa para poder ver os recursos estruturais e, ao mesmo tempo, a beleza deste modernismo que está soterrado», afirmó sobre este espacio diáfano. Entre los elementos singulares está una celosía de madera que permitirá el control lumínico y térmico.
El regreso al posible uso original después de servir de almacén y para taller de cantería y carpintería
Sobre el origen de este Pabellón Historicista ahora rehabilitado existen varias hipótesis. Se construyó durante el funcionamiento del Seminario Mayor en el siglo XIX y se considera que fue utilizado para una exposición regional gallega, pudiendo ser la de 1858 o la de 1909, al haber noticias de la colaboración de los espacios de San Martiño Pinario con ellas.
En su época más reciente, antes de su restauración-rehabilitación, se utilizó para prácticas de cantería, almacenaje y taller de carpintería. Así, la parte norte, que estaba abierta, hacía de depósito o almacén, mientras que hacia el sur, el pabellón se encontraba tapiado con fábrica de albañilería, además de un área dividida en dos plantas, que fue utilizada como carpintería. Precisamente, durante las obras que se llevaron a cabo en los últimos meses estas construcciones de ladrillo recientes y las instalaciones y servicios de los talleres de cantería fueron eliminados para ofrecer un espacio diáfano y unitario.
Durante la actuación, también se recuperó la antigua estructura de hierro fundido y, para dotar al espacio de una mayor capacidad expositiva, se realizó una entreplanta, retrasada de la fachada principal, con la intención de poder comprender y diferenciar la estructura espacial original, marcada por los pilares y cerchas.