Rosario Vázquez: «La medicina de familia es hoy el contenedor del sistema sanitario»

Portugal. Su primer viaje de juventud la llevó a Faro en su Dos Caballos y se enamoró de Portugal. «Me gusta el país, el paisaje y el carácter afable y acogedor del portugués. Escucho Grândola (la canción de la Revolución de los Claveles en 1974) y me emociono. Portugal es un ejemplo, pero está infravalorado en Europa», advierte. Sus aficiones son la lectura, el cine y su grupo de amistades.

Se hizo enfermera antes que médica y es una apasionada de su profesión. Rosario Vázquez López, natural de Vigo, es médica de familia en el centro de salud Concepción Arenal desde 1995. «En realidad yo quería hacer Clásicas, había ido por Letras en el bachiller, pero en aquel momento no podía desplazarme a Santiago por razones familiares. También tenía inclinación por los asuntos sanitarios, así que hice Enfermería en Vigo. Me fui entusiasmando y acabé viniendo a estudiar Medicina, compaginando mi trabajo como enfermera en el antiguo Xeral con las clases en la Facultad», según relata la doctora Charo, como la conocen sus pacientes, a la que no le gustaba el ambiente «elitista» del hospital marcado por los catedráticos de la época. «Contrariamente a lo que había vivido en Vigo, aquí la enfermería no tenía la importancia a la que yo estaba acostumbrada, cuando es un estamento fundamental. Menos mal que hoy ya tiene otro reconocimiento», apostilla.

El día de esta entrevista, la médica de Atención Primaria ha visto una cuarentena de pacientes, no mayores, excepto una señora de 95 años: «Hay un predominio claro de las enfermedades respiratorias, ya desde octubre. La medicina de familia, la puerta de entrada en el sistema público, se caracteriza por integrar y diagnosticar muchas patologías, por no decir todas, y hacer los seguimientos correspondientes. Hoy se ha convertido en el contenedor del sistema sanitario. Todo va a Familia. Tras una visita al especialista, muchos seguimientos ya van a Familia». Labor asistencial, visitas domiciliarias, solicitud de pruebas, prescripción de tratamientos, prevención y promoción de la salud, entre otras, más informes diversos y otra burocracia, ocupan la tarea de estos profesionales. «También conocemos el entorno del paciente. Está demostrado que aumenta su esperanza de vida si tiene el mismo médico durante quince años. La capacidad de escucha es fundamental. Hay que ejercer la profesión con rigor, empatía e implicación», advierte.

Habla de su profesión con un entusiasmo sorprendente. «Me gusta mucho mi trabajo, aunque reconozco que a veces llego a casa muy cansada, pero con la sensación reconfortante de que estaba haciendo todo lo posible. Llego preocupada por algún paciente, cabreada por la tardanza de los resultados de las pruebas o dando vueltas en la cabeza sobre cómo solucionar cosas. Me resulta imposible poner distancia», según afirma la doctora Charo, que al llegar a casa de noche continúa con alguna tarea doméstica antes de sentarse un rato delante del televisor. «Las mujeres no terminamos de trabajar nunca. Como somos XX, somos capaces de hacer muchas cosas a la vez y muchas en un día», añade.

Vázquez López, que tiene un máster en gestión sanitaria y economía de la salud, asumió la gerencia del Hospital del Barbanza en 2006-2009: «Fue una experiencia muy gratificante. Hice una gestión a pie de pasillo, iba a las consultas, a las plantas, le dedicaba catorce horas diarias. El centro tenía muchas deficiencias y el personal estaba desmotivado, pero le dimos una vuelta a todo. Pasé malos momentos, pero los compensaron todo lo conseguido».

De la Inteligencia Artificial dice que es un elemento más de ayuda. «Es una herramienta que facilita la tarea profesional, como la Thermomix en casa. Pero es imposible que nos suplante», indica esta médica, al tiempo que señala la necesidad de más profesionales y mejor organización, «tanto en primaria como en especializada», agrega. Charo es todo vocación y compromiso.

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