Él recibe a los peregrinos en el kilómetro 21 y los despide casi a las puertas de Compostela
SANTIAGO
Los dueños del albergue Crucesinn, las tabernas A Cabana y A Rianxeira de Padrón, inauguran un nuevo punto de descanso en Teo: Lar Breakfast & Meals
28 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Unos peregrinos hicieron comprender a Luciano Montero hace ya 7 años que «el negocio estaba pasando por delante de mi puerta y no lo veía». Cuenta un ortigueirés de 62 años que lleva media vida viviendo en el entorno de Santiago que, cuando aún tenía una fábrica de estructuras de acero en Padrón, un buen día pasó por allí un grupo de medio centenar de personas que hacía el Camino de Santiago y le pidieron agua. «Entonces no había los bares que hay hoy y aquí teníamos un pozo de un manantial que utilizábamos para lavar o regar. Se la ofrecimos y acabaron pasándose toda la mañana aquí, tumbados en el jardín», relata este vecino de Cacheiras (Teo), que «cansado de vagar por el mundo vendiendo mil y un productos durante 30 años» decidió reinventarse y reconvertir aquel recinto metalúrgico en un punto de descanso para peregrinos muy acogedor. «Siempre he sido un loco aventurero, pero no sabía nada de hostelería, por lo que decidí que lo primero era prepararme para dedicarme a esto», aclara.
La taberna A Cabana abrió sus puertas allá por el 2018 y un año más tarde se inauguraba en el mismo recinto del lugar de Cruces el albergue Crucesinn. En el 2022, fundaba en el mismo concello la taberna A Rianxeira, en A Escravitude. Y ahora este negocio familiar traspasa las fronteras de la comarca del Sar para ofrecer un nuevo punto de descanso en O Faramello (Teo), llamado Lar Breakfast & Meals. Allí ofrecen desayunos y comidas, entre las 7 y las 15 horas, entre otros muchos servicios como puntos de carga para móviles, aseos o una piscina para relajar los músculos ya sobrecargados en el tramo final del Camino. De este modo, «ahora recibimos a los peregrinos en A Rianxeira, en el kilómetro 21, los mimamos en nuestro centro logístico de Cruces y los despedimos en el kilómetro 15 en O Faramello», indica el administrador de Trading Internacional Tourist, una aventura emprendedora que comparte junto a su mujer, hija y yerno, aunque Luciano es la cara visible que está en contacto con el público en el día a día.
Lar Breakfast & Meals, destaca, «es un concepto nuevo y dinámico, porque el cliente participa y se hace el desayuno o comida a su gusto. Tienen a su disposición todo, como en el bufé de un hotel, con producto siempre artesano, fresco y de la mejor calidad: desde café o bebidas hasta empanada, pizza, pan y tostadoras para que cada uno se haga la tostada más o menos hecha». Además, cuentan con un aojamiento con 5 habitaciones dobles con cama de matrimonio, baños y lavadoras.
En a Taberna A Rianxeira. sirven desayunos y bocadillos de 7 a 15 horas. En A Cabana, cuentan también con servicio cenas y un espacio preparado para eventos (con capacidad para 150 personas comiendo a la vez) donde tienen los domingos actuaciones musicales en directo. Elaboran comida tradicional casera, pensando en las necesidades de los peregrinos, indica Luciano: «Hablamos de menús sencillos, no cargados en grasas, como sopa de pollo, lentejas vegetales, un caldo gallego súper especial, jamón asado, albóndigas con arroz blanco, pollo al horno... y, por encargo, hacemos además paellas o lasañas». La casa madre y centro logístico, fue creciendo poco a poco y el albergue pasó de tener 20 camas en el 2018 a las 60 actuales, mientras que su cocina industrial tiene capacidad para atender a unas 200 o 300 personas. De ella salen «una media de 30 tortillas de patatas con cebolla solo para los desayunos, así como una empanada de manzana que es la locura de los peregrinos europeos y americanos, entre otros platos artesanos, cake con limón, aparte de los típicos bocadillos y repostería casera», apunta el gerente.
En estos últimos años, Luciano atesora cientos de anécdotas y destaca que «cada persona trae su mundo y su propia historia, pero diría que el 99 % de ellos se autodescubren a sí mismos en el Camino, donde conocen su capacidad a hasta dónde pueden llegar. Es un aprendizaje de lucha, de sacrificio y superación humana para enfrentarse a otros obstáculos personales en su día a día una vez regresan a sus casas». Para él, hacer el Camino es todavía una asignatura pendiente, confiesa: «Llevo ya como tres aplazamientos. Espero hacerlo este año, en vacaciones». Suelen descansar en noviembre, mes que aprovechan para hacer las ampliaciones y mejoras pendientes. Y, aunque en temporada baja siempre desciende la actividad, abren para las reservas programadas.