Cientos de personas recorrieron calles del casco histórico junto a la comparsa y los gigantes
25 jul 2024 . Actualizado a las 16:10 h.La víspera del día grande Santiago y de Galicia arrancó este miércoles al ritmo de los gigantes y los cabezudos, más lento el de las monumentales figuras que descansan todo el año en la Casa del Deán, y muy alegre y vivaz el de los segundos a lo largo de su recorrido por calles y plazas del casco histórico, haciendo las delicias de el público que masivamente se concentró a su paso.
El día previo al Apóstolo los gigantes salen a lucirse en la fachada trasera de la Catedral mirando hacia el espectáculo de baile de los cabezudos. En este caluroso mediodía de Compostela, los gigantes y los cabezudos recorrieron las calles del casco monumental esparciendo el clima festivo entre todos los asistentes. El público, que variaba de niños a adultos, locales y turistas, disfrutó con entusiasmo todas las paradas que hicieron estas figuras.
Si bien comenzaron juntos en A Quintana, los cabezudos recorrieron varias calles y plazas del casco monumental que forman parte de su recorrido habitual: Rúa Nova, Praza de Praterías, Praza do Toural y rúa do Preguntoiro, entre otras. Mientras tanto, los gigantes realizan un recorrido más corto, a causa del gran peso de sus estructuras, que oscila entre 60 y 70 kilos, y pasaron por la Rúa Nova, Praza do Toural, Rúa do Vilar y Praza de Praterías, donde terminaron escenificando el tradicional baile de el Coco y la Coca para volver a guardarse en la Casa do Deán.
Estos recorridos forman parte central de las Festas do Apóstolo, por tradición histórica y porque es una actividad que convoca a un público muy amplio, incluso de procedencia internacional. Este es el caso de Cecilia López, una chica argentina que ya había venido a las fiestas de Santiago y había visto a los cabezudos: «Son un espectáculo, es lindo cómo bailan, cómo suenan, para los niños es muy atractivo, por eso aprovechamos y nos acercamos para verlos», explicó Cecilia. Además comentó sobre el ambiente de estos días en general: «En estas fiestas noté que no hay tanto espíritu festivo en general como otros años, antes había mucha más gente, muchas más actividades... de hecho nos llamó la atención el programa de este año, no hay mucha cosa y nos enteramos ayer que no se hacen los fuegos en el Obradoiro, siento como que vinimos a la Fiesta [do Apóstolo] y ya no hay tanta fiesta».
Nicolás Pérez es otro joven argentino que está de viaje por España. Recuerda haber asistido al Apóstolo previo a la pandemia y comparó ambas fiestas: «Acá veo un ambiente festivo y alegre, aunque el de las fiestas en general lo noto un poquito abajo, no sé si es porque hay más turismo y menos gente de acá».
Andrea Adrover llegó a la Praza do Toural con sus niños de 8 y 9 años para ver a los cabezudos. Comenta que hace cuatro años ya habían venido y les habían gustado mucho: «Los niños tenían muchas ganas de volver a verlos, es algo que no suelen ver a menudo, una experiencia diferente para ellos».
Guillermo Gradaille es un joven ferrolano que ya estuvo en las fiestas de Santiago en otra oportunidad, pero este año decidió ver a los gigantes y a los cabezudos por primera vez. Comentó que le pareció «una tradición muy bonita que invita a recorrer el casco antiguo, lo que la hace muy especial». Agregó que «la ciudad está llena con motivo de las fiestas, no sé si es una actividad muy conocida, pero sí una grata sorpresa de la que disfrutar».
Este es el primer año que Eugenia Hirsch se acercó al casco histórico a ver el espectáculo de los gigantes y los cabezudos. «Nunca vi en persona esta tradición de Santiago, pero me encanta que se mantengan las costumbres y que sean abiertas para todos, poder compartirlas permite que perduren en el tiempo». Además, comentó que le parece que «hay un bonito ambiente de fiesta» previo al día grande de las Festas do Apóstolo y que «el clima está perfecto y hay muchas actividades para poder disfrutar», en referencia a la diversidad de la programación de este año.
Ana Rey contó que viene todos los años a ver el desfile de los cabezudos porque es una tradición que acompaña desde pequeña debido a que sus padres la traían. «La experiencia me encanta, hay un bonito ambiente festivo con mucho turismo», comentó.
Más de 2.500 compostelas en la víspera del día grande
En la jornada previa al Apóstolo se contabilizaron 2.511 compostelas entregadas. A primeras horas de la tarde el calor era sofocante, por lo que la llegada de peregrinos no fue tan masiva, pero se vio un entusiasmo especial en la Praza do Obradoiro y sus rostros demostraban la satisfacción por haber llegado en una fecha tan especial. Como es costumbre, algunos llegaron entre cánticos y jolgorio, pero otros en silencio y pensativos, un reflejo de cómo decide transitar el Camino cada peregrino.