Este joven de 14 años de Santiago empezó a hacer música casi como un juego y llegó a Canadá y EE.UU.

SANTIAGO

David Berea se puso este año a componer y ya tiene cuatro temas en Spotify y Apple Music que suman miles de reproducciones
08 ago 2024 . Actualizado a las 09:19 h.Nada consigue quien nada intenta. Y David Berea Amorim podrá recordar el 2024 como el año en que decidió probar suerte y salir de su zona de confort. «A mí siempre me gustó muchísimo cantar, pero me daba vergüenza hacerlo, hasta delante de mi hermano y padres», cuenta el santiagués de 14 años. Así lo constata su madre, Carla: «Hace tiempo que sabemos que tiene buena voz, porque alguna vez le escuchamos cantar en la ducha o secándose el pelo. El problema es que, hasta ahora, le daba terror actuar en público».
El joven de Villestro recuerda que el primer empujón para superar su pánico escénico lo recibió en una escuela de música, A Casa do Rock, donde fue a clases de canto: «Cantar delante de la profesora también me daba miedo, pero me ayudó a soltarme. Además, grabábamos canciones más entonadas y fui perdiendo la vergüenza». Al escribir versos su hermano mayor, Adrián, él se puso a componer bases para acompañarlos. Una cosa llevó a la otra y acabó haciendo sus propios temas, casi como un juego de niños, aunque confiesa estar sorprendido con lo lejos que han llegado.
David se agenció un micrófono profesional y un programa de composición digital. «Hice con un amigo, Lucas, como en broma, una canción y salió muy guay. Vi que se me daba bien y, partir de ahí, empecé a hacer más por mi cuenta», explica el adolescente. Con el apoyo logístico de su padre, Diego, ha publicado ya 4 temas en las principales plataformas musicales (tanto en Spotify como en Apple Music) bajo el nombre de Supra (que viene de un modelo de automóvil que siempre le gustó, el Toyota Supra). La primera de ellas, Esa mina, logró en pocas semanas 1.700 reproducciones solo en Spotify y gustó especialmente al otro lado del charco, cuenta: «Mi padre me llamó para decirme que en Canadá y Estados Unidos la estaba escuchando mucha gente. Me pareció increíble que algo hecho en español por un chico de Galicia pudiese interesar allí».
Superados sus mayores miedos, David está ahora dispuesto «a ir a por todas» en la música y dice que le encantaría llegar a dar grandes conciertos. Muchos lo han ido animando para perseguir este gran sueño, desde una monitora de un campamento que también es artista y al oírlo cantar lo convenció para presentarse juntos al concurso de talentos, hasta en su círculo más cercano. «Mi madre es la que más me apoya. Dice que tengo una voz demasiado bonita como para no enseñársela al resto», comenta con una risa tímida David, quien a partir de este curso estudiará en el IES Antonio Fraguas para hacer allí el bachillerato de Música y Artes Escénicas.
«Ahora David canta con los amigos y cuando va con nosotros en el coche», celebra su madre, quien pone en valor las horas de trabajo que ha dedicado, en el mismo escritorio en el que estudia, a la música, un pasatiempo que se tomaba hasta ahora como una recompensa tras el esfuerzo académico. Para él, ir a clases de canto era algo necesario para no perder calidad vocal en una edad en la que vive la transición de la voz de niño a la voz madura. Hasta ahora se ha decantado por el género urbano, aunque no hace ascos a otro tipo de sonidos. Esa mina, que comenzó con un estribillo que Lucas tenía anotado en la libreta de Plástica para ser rapeado, fue adaptada y producida por David. «Empecé haciendo drill, luego me pasé más al reggaeton y las dos últimas canciones se acercan más al rap y funk brasileño», indica un santiagués que admira musicalmente a artistas como JC Reyes o Anuel.