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La basura depositada fuera del horario de recogida sigue ensuciando el casco histórico de Santiago

MARÍA PATRICIO / S. L. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Muchos negocios dejan los residuos en las puertas o desbordando contenedores

15 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Bolsas de basura con restos orgánicos, montones de cartón y de cajas de surtido de plástico son la estampa habitual del casco histórico desde antes de las ocho de la tarde, cuando algunos comercios empiezan a cerrar y dejan sus residuos en las puertas o junto a los contenedores —normalmente, fuera de ellos y amontonados—, en un horario que no contempla el plan municipal. Aunque la recogida puerta a puerta para la hostelería lleva más de un año aplicándose, aún son muchos los negocios que dejan sus deshechos en pleno casco monumental, especialmente en las calles y plazas más turísticas como la Rúa do Vilar, Rúa Nova, Travesa de Fonseca o la Praza da Universidade, donde se concentra también gran parte de la hostelería del casco viejo.

Sandra Alonso

Los vecinos tienen su propia normativa: deben depositar los residuos en las islas móviles, que son los contenedores que se colocan a última hora de la tarde para que los residentes los usen antes de su retirada, entorno a las 23.30 horas. Esos depósitos están localizados en diez puntos del casco histórico. Las escenas de bolseo de particulares, muy habituales antes de este nuevo método, son ahora excepciones, aunque siguen ocurriendo. Pese a que los locales que no pueden depositar sus restos en el horario acordado, o que les resulta inconveniente hacerlo, pueden utilizar los contenedores fijos o las islas, la realidad es que la basura ya ocupa las calles antes de que esos depósitos se llenen.

Sandra Alonso

En la noche del martes pasado, en torno a las 21.30, restos orgánicos de una pata de jamón se encontraban en el suelo, entre multitud de bolsas y cartones, junto a la entrada de la Facultade de Historia, cuando a escasos metros se localiza una isla móvil que a esa hora aún estaba vacía. También había depositadas cajas delante de las puertas del Teatro Principal, en el momento en el que la gente accedía al recinto, así como en el resto de los soportales de la Rúa Nova y de la Rúa do Vilar. Los contenedores de Travesa de Fonseca estaban llenos desde antes de las 21.00. Asimismo, los cartones doblados para ocupar poco espacio —tal como el Concello pide— eran casos puntuales comparado con las cajas apiladas en torres. Estas situaciones dañan la imagen del casco monumental.

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Actualmente la recogida de envases ligeros está establecida a las 17.00 horas. El papel y cartón, que se depositan en las puertas y sin colectores, se recoge a partir de las 20.30, por lo que en algunos casos pasa más de una hora tirado en la calle. Lo mismo sucede con los restos y la materia orgánica, que son los últimos en retirarse. Para ello, los locales tienen depósitos individuales que los camiones recogen a partir de las 23.30.

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«Os bares teñen barra libre e sacan o lixo a calquera hora do día»

El presidente de la Asociación de Veciños Fonseca, Roberto Almuíña, considera que la situación es «desastrosa» y que «os bares teñen barra libre para sacar o lixo a calquera hora do día». Almuíña se queja de que no se multe a los establecimientos, cuando es relativamente fácil identificar a qué establecimiento corresponde la basura. Por otro lado, asegura que muchos locales que sirven comida pagan una tasa de recogida de basura como bares cuando deberían hacerlo como restaurantes. Por este motivo el portavoz vecinal insta al Concello a cobrar más a esos negocios, para así poder ofrecer un mejor servicio de recogida que el actual. «Aquí pagamos os veciños relixiosamente de acordo co noso consumo, os bares non», insiste.

El presidente de Fonseca advierte que los residentes de la zona monumental hacen un esfuerzo sacando la basura en los horarios indicados y desplazándose, en algunos casos, «máis de 150 metros» para cumplir con la ordenanza, pero que la hostelería y el comercio no se ajustan a lo acordado. Denuncia que «ninguén fai nada» para solucionarlo.