Vista Alegre empieza a ver luz entre el cableado que impedía abrir ventanas
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SANTIAGO
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Solo una empresa lo retiró de las fachadas al finalizar la migración a la fibra óptica
21 ago 2024 . Actualizado a las 14:53 h.El barrio compostelano de Vista Alegre comenzó su transformación en el 2001, aunque desde mucho antes comenzó la planificación de unos trabajos que auguran un cambio radical de su estética. Al margen de las obras de mejora de las calles, que forman parte de la inversión pública, el plan de Vista Alegre pretendía acabar con una imagen desagradable y no exenta de riesgos, la de los cables colgados de manera poco segura de las fachadas de los edificios y enganchados entre los propios bloques de viviendas. La situación empeoró con las obras en las primeras fachadas, porque las empresas de servicios hicieron anclajes provisionales con la idea de canalizar el cableado bajo tierra, una tarea que al final demoraron en exceso.
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Con esa intención, dentro del proyecto de acondicionamiento de las calles se prepararon espacios en el subsuelo para que las operadoras de telefonía pudieran soterrar sus cables, pero las compañías no actuaron con la agilidad que esperaban los vecinos y el Ayuntamiento. Aún hoy, con la remodelación privada prácticamente terminada, los cables siguen ensuciando el barrio. Las operadoras retiraron algunos de los colgaban a pocos metros del suelo, pero todavía hay puntos con cajas de registro a la altura de cualquier persona, cables enrollados sobre balcones o bien ocupando espacios libres entre edificios, además de cableado suelto junto a las ventanas de los pisos.
David Ríos, presidente de la Asociación de Veciños de Vista Alegre, explica que el problema se debe a que las compañías no actuaron hasta que llegó definitivamente la fibra óptica y, más concretamente, la obligación de retirar las viejas conexiones para habilitar el nuevo servicio. De hecho, una de las operadoras completó la migración de todos sus clientes a fibra, y esto le permitió retirar sus cables. Pero, la otra empresa va más lenta. «Aún tienen clientes por el sistema antiguo». Ríos indica que, aunque la migración del sistema de comunicación antiguo al nuevo es gratuita y sin coste para el cliente, «aún hay algunos vecinos que no quieren fibra». Por eso, a menos que se haga obligatoria, los cables del teléfono tradicional seguirán en las fachadas. Con todo, Ríos insiste en que el cableado tiene que estar ordenado y sin afectar a los espacios privados.
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En la rúa Bispo Diego Peláez, los cables no pueden meterse por el subsuelo, porque hay dos edificios sin arreglar. Por eso siguen colgando de la fachada. Eso sí, su estado es mejor que hace unos meses, cuando algunos vecinos no podían abrir con seguridad las ventanas del salón o las cocinas. Ahora están sujetos, pero siguen pasando cerca de los ventanales.
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«Solo faltan por arreglar dos edificios, que están a la espera de confirmar ayudas»
De todos los edificios de Vista Alegre todavía quedan sin acondicionar un par de inmuebles. David Ríos comenta que hay acuerdo en las dos comunidades de propietarios, que ya remitieron los proyectos al Concello. «Prácticamente está todo listo para hacer las obras en la fachada y poner ascensor, pero están a la espera de la confirmación de las ayudas para que puedan comenzar», detalla. Son dos bloques de la rúa Bispo Diego Peláez. El portavoz vecinal confía en que esta vez las obras se ejecutarán: «Ahora será una cuestión de unos cuantos meses más».
Este martes un técnico municipal visitó el barrio para interesarse sobre la situación del cableado, y Ríos aprovechó para insistir en algunos detalles que siguen pendientes en la parte pública de los proyecto del Plan del Área de Rehabilitación Integral, entre ellos, la retirada de todos los cables de las fachadas. Además, reiteró a las autoridades locales que los carteles con los nombres las calles del barrio están sin colocar. «Los repartidores tienen problemas para encontrar las calles», asegura. Aunque fueron remodeladas, nadie se acordó de poner las placas que las identifican.