Ermitas cuida la imagen de A Milagrosa que heredó tras el cierre de la carnicería de San Roque

Por Marga Mosteiro

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

La peluquera asegura que hay personas que le ponen una vela «cuando les ronda un problema», pero «donativos pocos»

06 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada vez hay menos casos, pero todavía se mantiene la costumbre de cuidar imágenes de santos y santas en casas particulares, y de recoger donativos que después se dejan en Cáritas, congregaciones de religiosas o parroquias. Aquel peregrinar por diferentes viviendas de las cajas que contenían la imagen de una virgen concreta también está cada vez más en desuso, aunque la tradición aún pervive. En la peluquería Ermitas, en San Roque, cuidan una imagen de la Milagrosa de pequeño tamaño. Está dentro de un cofre de madera con una puertecilla de cristal y una caja en la que se depositan donativos. La cuidadora de la santa es Ermitas Silva. «Me la pasaron hace unos 30 años, cuando cerró la carnicería de San Roque. Ellos la tenían fija allí, y ahora la tengo yo», señala. Los propietarios de aquel negocio contactaron con la peluquera, «y no lo pensé. La tengo desde entonces. Lo que se recaudaba iba para unos religiosas. Durante un tiempo, venía una señora de Loureiros a buscar el donativo, que era para el pan de los padres». Y ahora es Ermitas quien se encarga de que «lo poco que se recoge se entregue para los pobres. Lo llevo a Cáritas», asegura. Ermitas recibió la imagen cuando su peluquería estaba en un primer piso de local cercano, y cuando pasó al bajo actual «vino conmigo. Yo tuve suerte en la peluquería, así que quiero creer la Milagrosa tiene que ver con eso». Además de donativos, cada vez más escasos, la imagen suscita otras reacciones. «Algunas persona ponen una vela o me dicen que se la ponga, porque les ronda un problema». Los donativos, precisa Ermitas, «son de poco dinero: 60 o 70 euros, pero en varios meses». La imagen de la Milagrosa forma parte de la peluquería. «Hay gente que le deja un rosario. Una vez dejaron uno bendecido por el papa». La imagen también llama la atención a los peregrinos «que vienen a cortar o preparar el pelo». Si algo tiene claro Ermitas es que la santa «no sale de aquí. Me comprometí a cuidarla, y lo haré mientras pueda». Hay otra imagen de la Milagrosa en Padrón, pero la falta de personas dispuestas a cuidarla hizo que finalmente el párroco se hiciera cargo de ella. En Dodro un grupo de unos 70 vecinos que se ocupaban de intercambiar una de esas capillas, pero la costumbre está llegando a su fin con la generación de los abuelos.