Un chalé del lujoso barrio compostelano de A Rosaleda, que se anunció por 1,5 millones, fue vendido este año

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El caserón vendido se encuentra en la rúa de Ourense
El caserón vendido se encuentra en la rúa de Ourense xoan a. soler

Otro caserón de la rúa de Ourense se encuentra en los portales inmobiliarios por 2,1 millones de euros

21 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El barrio de A Rosaleda, uno de los más exclusivos de Santiago de Compostela, sigue en el centro de la vorágine del mercado inmobiliario. Si esta semana se conocía que uno de los chalés de la rúa de Ourense se encuentra actualmente a la venta por la friolera de 2,1 millones de euros; también ha trascendido que otro, ubicado en el mismo vial, cambio de manos este mismo año. En internet todavía continúa el anuncio, en el que se ofertaba por casi 1.5 millones, y en el que se explicaba que la casa consta de 430 metros cuadrados construidos, ocho habitaciones, cinco baños, calefacción individual, garaje de 30 metros cuadrados y una parcela de 530. Lo que se desconoce es el precio final de la transacción, así como la identidad de los nuevos propietarios del inmueble.

Los caserones fueron construidos en los años 40, entre cuyos promotores estuvo Manuel Beiras, padre del histórico político nacionalista Xosé Manuel Beiras. Una de las últimas ventas que saltaron a la luz pública se cerró, en el 2009, en una cifra similar a la que hoy puede verse en internet: dos millones de euros. Son precios similares a los que se publicaron en el 2021, cuando hubo dos caserones a la venta por 1,8 y 1,6 millones (sin impuestos).

Los caserones de A Rosaleda, que en su construcción se encontraban en las entonces afueras del casco histórico, hoy en día están encajonados entre algunas de las calles de mayor trajín y densidad de población de la ciudad, como la rúa do Hórreo, A Rosa y República Arxentina. En ellas han vivido algunas de las familias de mayor poder económico de la ciudad. Actualmente, en el barrio prácticamente todos los caserones se encuentran habitados y perfectamente rehabilitados. En la gran mayoría, las cámaras de seguridad coronan sus fastuosos jardines.