Siete jugadores del once inicial asturiano superan los 30 años
27 sep 2024 . Actualizado a las 21:02 h.El Compostela encara la quinta jornada de Liga en busca de su primera victoria del curso. Visitará este domingo en Miramar al Marino de Luanco y el panorama de lesiones no mejora respecto a la semana pasada. Diego prosigue con su rehabilitación después de pasar por el quirófano por un problema de menisco. Manu Barreiro sigue en el dique seco. Se esperaba una convalecencia de unos diez días pero ya se perdió los partidos ante el Fabril y el Langreo, y tampoco estará disponible este fin de semana. Y Carlos Cinta no está todavía para noventa minutos.
El equipo necesita tomar impulso y se aferra a dos argumentos: el miércoles ganó en tierras cántabras al Vimenor, en la Copa Federación. Y el domingo, pese a caer ante el Langreo, las sensaciones fueron mejores. Se le escapó el partido porque no aprovechó las oportunidades que creó.
En Miramar le espera un rival que es de los que más apuesta por la veteranía. Siete de los futbolistas que han sido titulares en las cuatro jornadas disputadas hasta la fecha tienen treinta años o más: el portero Dennis (32); los defensas Borja (30), Dailos (33), Orfila (36) y Morcillo (38); y los centrocampista Álex Arias (35) y Lora (37). Y en el banquillo esperan su oportunidad dos ilustrísimos veteranos como Nacho Matador (38) y Guaya (39).
Antón Permuy no pasa por alto esta configuración del conjunto asturiano: «Es un equipo veterano, con gente con muy buen pie, que tiene mucha experiencia por haber jugado muchos partidos en Segunda División. Están haciendo un muy buen inicio de campeonato». Subraya que es un equipo al que le gusta «el fútbol combinativo, de ritmo bajo. No tienen tantas piernas, por así decirlo, como otros conjuntos jóvenes, pero saben llevar el ritmo. Buscan partidos más cerrados, con pocas ocasiones en los dos lados. Defensivamente son muy solventes». Una de las claves, para el Compostela, será intentar sacar al rival de ese escenario en el que se siente más cómodo.
La baja de Manu Barreiro y el hecho de no poder contar con Carlos Cinta para los noventa minutos supone un notable quebranto para el equipo santiagués, porque no hay otros jugadores que se ajusten al perfil de un nueve de área.
Permuy observa que no solo se pierde esa capacidad de remate, sino que son futbolistas que también pueden aguantar el balón de espaldas y permiten «respirar» al colectivo. En todo caso, la situación es la que es. Y cuando no pueda estar ninguno de los dos en cancha, el Compos tendrá que adaptarse y leer el ataque de otra manera.
Hasta la fecha, Gonzalo Landeira, que es más un centrocampista, y Giuliano, un futbolista de regate, son las opciones más utilizadas por el cuadro técnico en el mascarón de proa.