El árbitro tomó la decisión porque no se veían las líneas de cal de las áreas
02 oct 2024 . Actualizado a las 22:44 h.El viaje del Compostela a tierras asturianas para atender su compromiso de la Copa Federación en Villaviciosa ante el Lealtad acabó convirtiéndose en la crónica del partido que tenía que ser y que no fue. Duró 18 minutos, hasta que el árbitro, Ekaitz Ikiñi Arriola García, del Comité Vasco, decidió que hasta ahí habían llegado porque era imposible ver la línea de cal que delimitaba las áreas.
Esa fue la razón final de la suspensión. Pero hubo otros factores que pusieron en riesgo el partido. Hacia las 15.30, cuando llegó la expedición santiaguesa, el club local planteó la posibilidad de cambiar de escenario por las abundantes lluvias caídas y porque bajo esas circunstancias meteorológicas es habitual que acabe entrando agua en el recinto, con la subida de la marea.
Sobrevoló la posibilidad de llevar el partido a Mareo, pero no terminó de concretarse.
Al propio tiempo, el campo estaba bastante encharcado por las abundantes precipitaciones caídas. El trío arbitral sopesó la suspensión por ese motivo, pero finalmente, ya cerca de la hora fijada para el inicio, las cinco de la tarde, decidió que se jugaba. No sin advertir que la visibilidad de las líneas de cal en las área estaba muy lejos de ser la idónea.
El partido comenzó con retraso, muy condicionado por los charcos a la hora de rodar el balón. No era fácil, pero se han disputado muchos encuentros en esas condiciones.
La sorpresa llegó en el minuto 18, cuando García Arriola decidió que sin posibilidad de ver las áreas no se podía jugar. Lo mismo pasaba con el resto de las zonas pintadas del campo, pero entendió que una cosa es tener que decidir si un balón salió o no de banda y otra si una acción fue dentro o fuera del área.
La situación que se suscitó para la expedición santiaguesa fue la de quedarse en espera de acontecimientos, hasta recibir alguna comunicación oficial por parte de la federación para saber si podía emprender viaje de vuelta
Como quiera que el partido empezó con retraso sobre el horario previsto, lo que ya no se podrá saber es si hubiese podido aguantar con unas mínimas condiciones de visibilidad, por la falta de alumbrado artificial.
Lo primero que hizo la Federación Española de Fútbol fue buscar un alojamiento para los jugadores y el cuadro técnico del Compos desplazados.
Y lo primero que hizo el personal del Compos fue buscar una lavandería para poder disponer de los equipajes de cara el día siguiente, previendo que se confirmaría un nuevo horario para completar el choque, además de organizar la cena para todo el grupo.
El árbitro hizo constar en el acta que «el club local empieza a marcar las líneas del terreno de juego a las 16.30» y que el partido comienza con «21 minutos de retraso». Posteriormente, añade que toma la decisión de suspender el juego «ante la imposibilidad de ver las líneas del área de penal, que se habían ido borrando durante el paso del partido».
Tras escuchar las alegaciones de las dos partes, la federación se tomó su tiempo para emitir un veredicto sobre la resolución del conflicto. Cuatro horas y media después de que el árbitro confirmase la suspensión del encuentro, la FEF confirmó su resolución: se reanudará a las 16 horas, a partir del minuto 18.