Tras veinte años en la agenda política, el proyecto se dio por hecho hace siete meses, pero no acaba de ver la luz definitiva
14 oct 2024 . Actualizado a las 14:42 h.Del parque comarcal de Bomberos se lleva hablando dos décadas. En todo este tiempo, el proyecto estuvo a punto de salir adelante dos veces y se frustró. La primera, porque lo rechazó la plantilla y consiguió paralizarlo en los juzgados. La segunda, más reciente, en el último mandato de Xosé Sánchez Bugallo (PSdeG), porque los secretarios e interventores del Concello y la Diputación le pusieron pegas al convenio. El nuevo gobierno local, formado por BNG y Compostela Aberta, ha retomado el asunto y hace ahora siete meses que se supone que se le había puesto por fin el cascabel al gato y que la comarca santiaguesa iba a disponer del servicio de emergencias que necesita, pero desde entonces nada más se ha sabido hasta que esta semana la alcaldesa, Goretti Sanmartín, ha convocado a todos los regidores a una reunión que se celebrará el día 25 para analizar el asunto.
El gobierno local asegura que el parque comarcal no está otra vez atascado y que en estos siete meses se ha estado trabajando en las cuestiones técnicas del convenio que tienen que suscribir la Xunta, la Diputación y los concellos para su puesta en marcha. De esa cumbre de alcaldes se sabe poco y alguno, en privado, ya ha manifestado que no espera mucho del encuentro. Un pesimismo en el que sin duda pesan los ya casi 21 años de idas y venidas que ha sufrido el proyecto, todo un cuento de nunca acabar.
Desde Raxoi tan solo se adelanta que en la reunión se explicará a los regidores los términos del convenio y las cuestiones que se están actualmente puliendo por parte de los técnicos de la Xunta, la Diputación y del propio Concello de Santiago, que es el que lleva estas negociaciones.
¿Será esta vez la definitiva? La pregunta es inevitable tras tantos años de espera. El gobierno local es optimista. El concejal de Convivencia, Xan Duro (Compostela Aberta), y la alcaldesa, Goretti Sanmartín (BNG), han logrado desbloquear el callejón sin salida en el que había entrado el proyecto gracias a una nueva estrategia que considera que la infraestructura no es una ampliación del actual parque municipal de bomberos, sino un servicio de nueva creación y que, por tanto, puede arrancar con el personal que precise y pueda justificar. Una línea argumental que da vía libre a contratar los entre 15 y 20 bomberos extra que hacen falta para poder atender no solo en la ciudad, sino también en Ames, Teo, Brión, Boqueixón, Vedra, Val do Dubra, así como Trazo y O Pino, que también se suman a la iniciativa. En total son nueve municipios que suman una población de casi 170.000 habitantes.
Con esa nueva concepción ha sido también posible sortear las reticencias que estaban poniendo los técnicos del Concello compostelano y la Diputación y reactivar una operación que siempre ha contado con el apoyo de la dirección xeral de Emerxencias de la Xunta. El Gobierno gallego y el organismo provincial pondrían un millón de euros cada uno, mientras los aproximadamente 800.000 euros restantes los tendrán que poner los ayuntamientos, la gran mayoría el de la capital gallega.