Ni hipnosis, ni feng shui: la gerencia del Hospital Clínico de Santiago veta los anuncios de pseudoterapias en su recinto
SANTIAGO
«Estos métodos alternativos no han demostrado evidencia ninguna para dejar de fumar», explica Carlos Rábade, neumólogo del CHUS
31 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En la rotonda de A Rocha, una de las principales entradas al Hospital Clínico de Santiago, desde hace unas semanas hay un cartel azul que luce el siguiente mensaje: «Deje de fumar. Cocaína, alcohol, porros, ludopatía. En una sesión con hipnosis, sin ansiedad. 93 % de efectividad». No parece casualidad que se encuentre en uno de los viales de mayor tráfico de Compostela, zona por la que a diario pasan cientos de personas que se dirigen a una consulta médica en la que lo más seguro es que el doctor, tras revisar unos análisis y fruncir el ceño, les haga la siguiente pregunta: «Disculpe, ¿pero usted fuma?».
Ese riesgo a tomar una decisión desesperada para tratar de encontrar una solución rápida a una enfermedad como el tabaquismo fue lo que llevó a la gerencia del área sanitaria de Santiago a vetar la presencia de anuncios de pseudoterapias en todos sus recintos. Lo reclamó directamente el nuevo gerente, Ángel Facio, logrando su desaparición. Así podía comprobarse ayer a las puertas del Hospital Clínico, donde hasta hace solo unos meses era realmente sencillo encontrarse con múltiples mensajes similares al que puede leerse desde el coche al pasar por la rotonda de A Rocha.
«Estos métodos alternativos no han demostrado evidencia ninguna para dejar de fumar. Se han hecho revisiones para determinar su efectividad, pero ni la hipnosis, ni la acupuntura, ni la estimulación magnética han tenido resultado como métodos eficaces». El que habla es Carlos Rábade, neumólogo del CHUS y coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica: «La única intervención que realmente cuadriplica las posibilidades de dejar de fumar es la realizada por parte de los sanitarios. Consiste en diagnosticar y tratar el tabaquismo haciendo un asesoramiento psicológico y un tratamiento farmacológico, siguiendo luego a ese paciente a lo largo de los meses para evaluar y analizar si se mantiene sin fumar».
Las cifras
Rábade pone encima de la mesa las cerca de 300 personas que acuden al año a la unidad de tabaquismo del Clínico: «Entre el 40 y el 50 % dejan de fumar, mientras que solo entre el 5 y el 10 % lo logran sin ayuda de ningún tipo». Reconoce que a su consulta llegan muchas personas después de haber pasado por pseudoterapias: «Lo han intentado por varios métodos, pero no han sido eficaces. Son fumadores que demandan asistencia porque realmente quieren dejarlo».
Cree que muchos se lanzan a estas opciones porque «no saben a dónde acudir y tampoco se les proporciona unos servicios cualificados, como debería ser». Admite que no hay tiempo ni recursos en las administraciones sanitarias para «minimizar el tabaquismo, que no es un hábito, ni un vicio, sino una enfermedad». Como dato, explica que el 50 % de los ingresados en el Clínico fuman: «Hay que atacarlo precozmente». Y sin pseudoterapias, cierra el doctor Carlos Rábade.