Dos rutas para conocer el puente medieval unido al Camino Inglés a Santiago

cristóbal ramírez

SANTIAGO

Cristóbal Ramírez

La ruta inlcuye un paso por O Refuxio, que es siempre parada obligada

02 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Ponte Carollo, después de la iglesia de Cardama (concello de Oroso), es un lugar con mucho encanto. Por abajo corre, desbocado en primavera y principios de otoño, el Tambre. Más de un aventurero no lo cruza y tira al frente por una pista primero y camino después que lo lleva a un conjunto de molinos construido en torno al Rego da Agra. Una ruta que lleva años abandonada pero que merece la pena ser recuperada.

Desde Ponte Carollo hay que subir por una pista estrecha y llegar a una endiablada unión con la carretera que va a conducir a Sigüeiro y que va a bordear el monte Carollo, con su mámoa hoy destruida por eucaliptos sin que nadie lo evite.

Esa pista tiene una curva descendente de trescientos grados que se identifica fácilmente, se vaya andando o en cualquier vehículo. Y ahí se presentan dos opciones muy simples: seguir o no seguir. El punto final de ambos recorridos es el mismo: el puente medieval de Sigüeiro, ligado desde siempre a la peregrinación desde A Coruña a Compostela por el hoy llamado Camino Inglés. A su lado, la única estatua existente en el mundo dedicada a la conocida peregrina Margery Kempe.

Cristóbal Ramírez

Si no se continúa por asfalto hay que ir de frente, por tierra, pista muy ancha y desde luego o en bicicleta o andando, no en coche. En la bifurcación que aparece a los pocos metros, a la derecha, buscando de nuevo el Tambre. Y esa va a ser la tónica: el río justo a la diestra, y en ocasiones alargando el brazo se toca el agua. La tierra se convierte el asfalto, este en tierra de nuevo y al final otra vez en asfalto. En total, cinco kilómetros y medio desde que se dejó la carretera en Ponte Carollo. ¿Peligro del recorrido? Cero.

Pero está la segunda posibilidad. O sea, no coger la pista de tierra en esa curva tan pronunciada, continuar unos metros por asfalto, cruzar de nuevo el Tambre por un puente estrecho (magnífica foto), subir un tramo corto y con mucha pendiente y meterse por tierra por la primera pista, ancha y descendente, a la izquierda. Es una ruta un poco más larga, 6.100 metros hasta el puente medieval, y con un encanto completamente distinto de la otra ya que va a discurrir por un riquísimo y estrecho valle formado por las tierras de aluvión. Cierto es que en ambas se va a encontrar gente paseando, sobre todo si es fin de semana.

Cristóbal Ramírez

Este itinerario pasa bordeando una urbanización (llamada Porto Avieira) y un club de golf para adentrarse en una parte que solo merece el calificativo de maravillosa: un estrecho sendero que no tiene peligro pero que exige vigilar de cerca a los menores y que remata justo a los pies del varias veces centenario puente. Además, pasa por un par de puentes de madera que salvan otros tantos arroyos y que están perfectamente integrados en el paisaje. Y una observación: al dejar atrás la mencionada urbanización y antes de llegar a una explanada con banco llamada Penateixa, la vista debe ir a la derecha. Allá al fondo, en lo alto, una humilde iglesia rural barroca del siglo XVIII (la parroquial de A Gándara) demuestra que lo pequeño no está reñido en absoluto con lo bello.

Quienes conocen la zona saben que en esta detallada descripción falta algo: O Refuxio. Es decir, una isla comunicada con puentes peatonales tanto se vaya por la ribera izquierda del Tambre (Santiago) como por la derecha (Oroso). Ese espacio, que alguna vez ha quedado bajo las aguas de las tormentas invernales, ofrece bancos y mesas, y es lugar conocido y concurrido. Y, desde luego, parada obligada.

PONTE CAROLLO

42°58’34’’N 8°22’39’’ W

LA FOTO MÁS PERSONAL

Ante la estatua de Margery Kempe.

PARA NIÑOS

Mejor ir por la izquierda del Tambre.

MAPA RECOMENDADO

Instituto Geográfico Nacional. 95-I.