Expertos reclaman desde la Casa RIA de Santiago soluciones para recuperar la vivienda como un derecho básico

S. Gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Criticaron la pérdida del espacio público en las ciudades gallegas en detrimento del desarrollo inmobiliario

21 nov 2024 . Actualizado a las 14:41 h.

La Casa RIA, rehabilitada por el premio Pritzker David Chipperfield, acogió ayer la tercera sesión de las jornadas Cara a unha axenda territorial de Galicia. Abrieron el debate tres expertos gallegos, la arquitecta Idoia Camiruaga; el exalcalde compostelano Xerardo Estévez, y el director xeral del IGVS, Heriberto García. De dirigir la conversación se encargaron Manuel Rodríguez y Juan Arredondo. Entre los temas tratados destacó el abordaje de cómo la vivienda se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la ciudadanía.

Afirmaron que su uso como bien de inversión, activo inmobiliario y recurso turístico, en vez de considerarse un derecho básico y una necesidad esencial, ha provocado un continuo aumento de los precios, dificultando el acceso. Precisaron que el parque de vivienda está envejecido y obsoleto en cuestiones como la habitabilidad, accesibilidad o eficiencia energética, lo que obliga a una solución multidimensional.

El panel de expertos también incidió en el panorama de las ciudades gallegas, donde observan dinámicas de acaparamiento que generan viviendas vacías, abandonadas y sin uso; lo mismo que la proliferación de procesos de gentrificación y desarrollos urbanísticos ligados a burbujas inmobiliarias que en ocasiones han quedado inacabados mientras ocupan áreas naturales periféricas que provocan un importante impacto visual.

Sobre el desarrollo urbanístico y económico de Galicia, afirmaron que se han priorizado las necesidades logísticas y de infraestructuras por delante del espacio público, lo que ha erosionado la identidad y ha deteriorado las cualidades físicas, sociales de muchas ciudades y pueblos. El espacio público como lugar de encuentro social se ha visto desplazado por desarrollos inmobiliarios y el tráfico, algo que solo se salva en algunos pueblos y aldeas, donde aún se observa el cuidado de los detalles y el diseño.

Tras la mesa gallega, el ecólogo urbano Salvador Rueda habló de su experiencia de las superillas de Barcelona como un éxito no solo de movilidad, sino de mejora de la calidad de vida. Tras él cerró la sesión Ignacio de la Puerta, que destacó su rol como director de área de Planificación Territorial del gobierno vasco para ensalzar el valor de la colaboración público-privada y público-comunitaria. «Galicia no ha aprendido todavía a ser ella misma», afirmó Idoia Camiruaga, mientras que Xerardo Estévez insistió en que «un bo plan urbanístico debe debuxar o futuro». «El ciudadano es ciudadano cuando consigue disfrutar de todos los derechos que ofrece la ciudad: la cultura, el intercambio, el parlamento…», apuntó Rueda. Las jornadas se cerrarán hoy con un debate sobre la cohesión social y la capacitación.