José Codesido, director de Iraga, la unidad de reproducción asistida La Rosaleda: «Lo normal es que la paciente esté embarazada en año y medio»
SANTIAGO
El ginecólogo afirma que la actitud positiva hacia estos tratamientos «mejora claramente los resultados»
01 dic 2024 . Actualizado a las 14:41 h.Iraga, la unidad de reproducción asistida La Rosaleda, que dirige José Codesido (Santiago, 1959), acaba de recibir el sello de calidad como centro acreditado de Anacer, la Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida. A punto de cumplir este centro su primer cuarto de siglo, su responsable asegura que los tratamientos personalizados han logrado elevar el éxito de los procesos y permiten evitar 400 enfermedades de las que pueden ser portadores los pacientes.
—¿Hasta qué punto mejora la tasa de éxito de un ciclo de reproducción un tratamiento personalizado?
—Hemos notado un avance en los resultados de en torno a un 10 % en los diferentes procesos. Si antes teníamos un 20 % de éxito en la inseminación ahora tenemos un 30 %, y en la fecundación in vitro lo mismo, de un 30 y pico pasamos a un 40 y pico o incluso un 50 %. Aumenta porque se busca solucionar los problemas específicos de cada persona. Además se mejoran los resultados en salud al buscar las enfermedades recesivas de las que pueden ser portadores los pacientes. Obligatoriamente en el caso de los donantes hay que estudiar cinco genes y nosotros estudiamos hasta 400, lo que implica detectar 400 enfermedades, por ejemplo la fibrosis quística.
—La Xunta va a ampliar la cartera de servicios de reproducción asistida, ¿podrá hacerlo sin recurrir a clínicas privadas?
—Con los medios actuales lo tiene difícil. Es difícil que la Xunta pueda asumirla con el problema actual de personal, ya que además en nuestra especialidad el personal debe formarse y se tarda años en hacerlo. Son técnicas que cada vez se solicitan más y no sé qué previsiones tiene el Sergas, pero creo que va a necesitar todos los medios de los que dispone la comunidad e incluso los tendremos que ampliar. Por desgracia, el retardo en la maternidad hace que los problemas de reproducción sean cada vez más frecuentes. El descenso de la natalidad es demasiado grave y todas las ayudas son buenas. La reproducción asistida, aunque no es la panacea para el problema de la baja natalidad, sí aporta su granito de arena. Hay que tratar de incidir y ampliar las prestaciones para que todas las mujeres que deseen tener un hijo en Galicia puedan hacerlo sin que sea un problema económico.
—¿Cuánto dura de media un proceso de reproducción asistida?
—Dependiendo del tipo de tratamiento, en dos o cuatro meses lo completamos, en dos la inseminación y en cuatro la FIV. Otra cosa es el hijo en casa. La media para que las mujeres tengan a su bebé en casa es de en torno a dos años de esfuerzo. Ahí va incluido el embarazo, que son nueve meses, así que en un año y medio lo normal es que una paciente esté embarazada sin ningún problema.
—¿Hasta qué punto es importante un acompañamiento psicológico?
—Es muy importante. La actitud, como en toda la vida, es realmente importante. La paciente que confía en su equipo médico y tiene el convencimiento de que lo va a conseguir, con esa positividad hacia el tratamiento mejora claramente los resultados. Vamos a cumplir 25 años y desde el inicio hemos tenido en el equipo psicólogos especializados en el tema de reproducción asistida para darles apoyo y que adopten las actitudes adecuadas para conseguir el embarazo.
—Un cuarto de siglo, ¿cuántos niños han nacido tras tratamientos realizados en este centro?
—Ya he visto a alguno que me saca la cabeza (se ríe). Prefiero no mirar el número porque me da un poco de vértigo pero estamos hablando de en torno a 5.000 pacientes y probablemente miles de bebés. Uno entra en edades en las que piensa: han pasado 25 años desde que iniciamos toda esta aventura y realmente aún queda mucho por hacer, siempre estamos tratando de mejorar y de hacer las cosas mejor.
—La guerra de Ucrania y la crisis energética afectaron a la decisión de las mujeres de recurrir a estas técnicas, ¿se mantiene la tendencia?
—Vuelve a haber un repunte. Parece que las cosas tienden a estabilizarse y las pacientes se vuelven a animar. Además crece el número de ciclos porque aquellas mujeres que dejaron de hacerlos en esos años ahora vienen con más edad y con más problemas. En este último semestre notamos un repunte de la demanda de ciclos. La gente vuelve a estar por la labor de crear familia y tener niños.