Santiago solo dio cuatro licencias para convertir bajos en viviendas

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Pontevedra concedió veinte este año, y Carballo o Vilagarcía, una decena

10 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Santiago está a la cola entre los municipios gallegos que están atendiendo la petición de propietarios de bajos y demandantes de vivienda de transformar los usos de espacios comerciales en residenciales. El Concello compostelano no otorgó ni una sola licencia en el 2023, y desde que la Xunta flexibilizó la normativa autonómica para facilitar estos cambios —en septiembre del 2023— solo ha tramitado cuatro peticiones, pese al incesante goteo de consultas.

La cifra es pobre si se tiene en cuenta que desde el 2021 en la provincia de A Coruña se han registrado 742 modificaciones, buena parte de ellas concentradas en los últimos meses, y que ayuntamientos más pequeños que el de Santiago, sin presión turística y con la vivienda a precios razonables, están siendo muchos más vivos a la hora de ampliar su parque residencial dándole otra oportunidad a locales vacíos.

Así, A Coruña ciudad multiplica por cuatro los permisos concedidos este año (15), manteniendo una media estable en torno a 20 desde la pandemia. Ferrol concedió seis este año, y localidades de Barbanza o Arousa como Vilagarcía, Boiro, Ribeira o Noia, o incluso Carballo (31.600 vecinos), también van a superar a Santiago si salen adelante los proyectos que están en estudio, algunos de ellos vinculados a proyectos para viviendas turísticas.

Distinta visión nacionalista

Vigo es, de lejos, la ciudad que más licencias está concediendo, contribuyendo a que en toda la provincia de Pontevedra sume más bajos convertidos en licencias (1.624 desde el 2020) que el resto de Galicia junta. Con todo, la capital provincial, gobernada por el BNG, también ha entendido que se trata de una buena alternativa residencial y ha aprobado veinte permisos este año.

En Santiago está por ver el efecto que genera el hecho de que se hayan levantado las medidas cautelares sobre varias zonas del entorno del casco histórico y que, según el Concello, habilitaría el hipotético cambio en medio centenar de locales sin actividad. La Federación Galega de Inmobiliarias calcula que en Compostela hay 460 bajos acondicionados sin negocio, al margen de los que nunca se arreglaron.

Lagoas de Roxos obtiene el permiso para construir veinte chalés desde 373.000 euros

El Concello de Santiago ha concedido este lunes la licencia de obra mayor para la construcción de veinte viviendas unifamiliares pareadas en el sunp 25 de Roxos, un permiso que llega ocho meses después de que el arquitecto Carrillo Pena presentase una modificación del proyecto básico. El presupuesto de ejecución material es de 2,4 millones de euros, y dará lugar a la urbanización Lagoas de Roxos, que ya está parcialmente comercializada. Ubicada en el entorno de los centros escolares, quedan unidades a la venta a partir de 373.000 euros (sin IVA), y el formato, en 154 metros cuadrados, es el de tres dormitorios y un estudio, tres baños, porche exterior con terraza, jardín y dos plazas de aparcamiento,

Con esta licencia Santiago se adelanta al municipio de Teo, donde también se está tramitando una cooperativa de chalés adosados en una parcela de Os Tilos que tendrán un precio similar. Se trata de un tipo de vivienda muy demandada por familias con hijos con cierta capacidad adquisitiva, un pequeño tesoro para los concellos.

Obvio

No hay soluciones mágicas ni únicas para resolver el problema de la vivienda, pero entre las opciones que sí sabemos que funcionan (devolver al mercado los pisos vacíos, dar garantías a todas las partes, construir más vivienda pública, ordenar los pisos turísticos...) hay una que es sencilla y efectiva, que es otorgar nuevos usos residenciales a espacios deprimidos para el comercio. Es tan obvio que es difícil explicar el desinterés del Concello.