De aquí salen los parches cuentakilómetros que lucen peregrinos de todo mundo en sus mochilas
SANTIAGO
Un argentino con una tienda de recuerdos del Camino de Santiago en la capital gallega está detrás de esta iniciativa
18 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Un argentino de 57 años, Óscar Martarelli, es la persona que está detrás de los parches cuentakilómetros del Camino de Santiago que lucen en sus mochilas peregrinos de medio mundo. Originario de Alejandro Korn, una localidad situada a las afueras de Buenos Aires, lleva viviendo en la capital gallega más de media vida, 33 años concretamente: «Iba 20 días a Italia y me quedé un año. Estando allí, vine a ver al hermano de una amiga a Santiago y ya no me fui de aquí. En aquellos tiempos había muchísimos estudiantes. Aquello era un maná. La fiesta y ambiente que había me gustó muchísimo».
Óscar trabajó en la hostelería durante un tiempo y acabó montando una tienda de recuerdos turísticos en el casco histórico junto a Ana Isabel Rodríguez Tojo, su socia en lo laboral y en lo sentimental. Aquel primer establecimiento estaba en la rúa do Vilar. «Empecé vendiendo botafumeiros y figuras de Santiago, como todo el mundo. Hay 6 u 8 proveedores de suvenires y hacen prácticamente lo mismo. Sota, caballo, rey... que si la concha, la flecha amarilla y poco más. Tengo un amigo con una imprenta y se me ocurrió hacer camisetas que pusieran la frase ‘Sin dolor no hay gloria' en siete idiomas y fue un puntazo. Solo las hacía yo y funcionaron muy bien», cuenta el comerciante. Siguiendo esa misma filosofía, se le ocurrió añadir a los parches del Camino que solían llevar los peregrinos en sus mochilas los kilómetros recorridos en cada una de sus aventuras jacobeas: «El tema de los parches ya estaba implantado, yo solo les pongo los kilómetros. Empecé por los tramos más recorridos, desde Sarria, O Cebreiro, León, Oviedo, Jean Pied de Port... y fui sumando los kilómetros a partir de unos folletos que había en la Oficina del Peregrino en los que venían desglosados las rutas».
Hace unos 15 años de aquello y hoy estos parches kilometrados han llegado a medio mundo, incluso a Sudáfrica o alguna isla recóndita de Finlandia, constata, especialmente después de la pandemia, cuando se disparó la demanda. Óscar y Ana trasladaron al Cantón do Toural su comercio en el 2022 (tras 22 años en la otra ubicación) y mantuvieron el nombre del anterior establecimiento, A Rúa. En este nuevo espacio, de unos 100 metros cuadrados, cerca del 80 % lo ocupa la venta de complementos y moda de mujer (la parte que lleva Ana) y, al fondo, hay una zona dedicada específicamente a recuerdos del Camino. Es la última parada de muchos peregrinos antes de regresar a sus casas para llevarse su parche, si bien otros contactan con Óscar para que se lo envíe. Hoy tiene unos 1.700 modelos diferentes y hay quien ha sobrepasado con creces el medio centenar en su cuenta personal: «Hay un portugués que tiene todos los parches. Llenó una mochila de ellos y ya ha empezado con la nueva».