El Paluso cumple 30 años plantándole cara a la soledad con sus fiestas de Navidad

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Doscientas personas se reunieron en la carpa de la Alameda, que recibieron la visita de los bomberos de Santiago para repartir regalos entre los niños

26 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«No es necesario estar completamente solo para sentir soledad», comenta Chus Iglesias, impulsora de las comidas del Paluso, que cumplen estas Navidades un aniversario redondo. «Son treinta años de celebraciones pensadas para vencer la soledad», apunta. Desde el principio, «en el primer bar Paluso, en Fontiñas, después en Conxo, y desde hace unos años en la Alameda, el principal cambio está en la gente, y en cómo entiende lo que significan estas fiestas». Chus reconoce que hubo que trabajar mucho para quitar la idea de que eran para los sintecho. «El Paluso es para todos aquellos que están o se siente solos. Es para vencer la lacra de la soledad, que es como una pandemia».

Esta Nochebuena es la primera «en la que no pudo venir Serafín, porque está enfermo», pero «no podíamos suspender el Paluso, porque muchas personas están pendientes de nosotros». En la carpa se dieron cita personas completamente solas, pero también familias de pocos miembros. Entre los asiduos está una familia de Pontevedra que no falta desde hace unos años. «Hay de todas las capas sociales. Unos vienen ellos solos, y otros son parejas o familias. No preguntamos por las circunstancia de cada uno. Son de Santiago y de otros muchos sitios».

Tanto en la cena de Nochebuena como en la comida de Navidad, en la Alameda se congregaron doscientas personas. «Lo de menos es la comida; me lo dicen muchos, pero anoche no faltó el bacalao y el pollo de corral», explica Chus, que agradece a los paluseiros su trabajo, «sin ellos sería imposible. Ignacio y Simone son solo dos de los que están cada año con nosotros; y empresas como Coren, Finsa y Gaseosas Feijoo». Para las comidas de este año, la organizadora indica que fue fundamental la colaboración de las empresas que ceden género gratis o con un descuento importante porque los donativos de las huchas van a menos, y «este vez, además, nos robaron varias», se lamenta.

XOAN A. SOLER

Ayer disfrutaron, entre otras viandas, de una paella gigante, de carne estofada y de postres navideños. Los más pequeños de la fiesta se vieron sorprendidos por la llegada de los bomberos de Santiago antes de empezar, que se encargaron de entregarles los regalos que había dejado para ellos Papá Noel.