El segundo gimnasio de las galerías Valle-Inclán prevé abrir el día 7 tras cinco años de vaivenes y conflictos
SANTIAGO
Los vecinos llegaron a bloquear varias obras exigidas por el Concello, lo que derivó en una denuncia del propietario del local frente a la comunidad
02 ene 2025 . Actualizado a las 19:31 h.El local que durante 30 años albergó los multicines Valle-Inclán —ubicado en las galerías homónimas que conectan las calles Fernando III O Santo y Santiago de Chile— reabrirá sus puertas convertido en un gimnasio de la franquicia Synergym. Será el decimotercero de la compañía en Galicia y el 153 de todo el territorio español. La previsión que maneja la empresa es que comience a funcionar el 7 de enero. Así al menos lo afirma a través de su página web, donde ha lanzado una promoción para atraer clientes, a los que rebaja el precio de la cuota en 5 euros.
En las últimas semanas, los trabajos han aumentado en intensidad, con operarios que han estado ultimando los detalles durante la Navidad para poder abrir este mes. De lograrlo, se pondrá fin a cinco años de vaivenes. Fue en el 2019 que Synergym firmó el contrato de alquiler del local, sucediéndose varios episodios que fueron ralentizando su reconversión en gimnasio. Los vecinos llegaron a bloquear varias obras exigidas por el Concello, lo que derivó en una denuncia del propietario del local frente a la comunidad. Eso motivó que desde Raxoi realizaran inspecciones en las galerías, obligándoles a llevar a cabo varias obras complementarias para adecuar el espacio a la normativa actual. Esas demandas incluyeron la retirada de todas las puertas que bloqueaban el paso y la vectorización de las galerías para que, en caso de incendio, las llamas no pasaran de una parte a otra.
La historia
Los míticos multicines Valle Inclán abrieron sus puertas en mayo de 1983, y pusieron fin a su actividad el 30 de junio del 2013. En esos 30 años, consiguieron hacerse con un público estable, entre los que estaban fundamentalmente estudiantes universitarios. Los cines llegaron a contar con seis salas, aunque inicialmente iniciaron su actividad con tres, de 440, 228 y 171 butacas. Su ocaso llegó, esencialmente, por razones económicas, ya que la recaudación registró una bajada considerable, al tiempo que aumentaron los impuestos culturales y se abrieron otras salas en la ciudad.