La máquina con que el vecino de O Cachopal taló el enorme árbol que tiró dos postes de hormigón sobre la DP-3801 se averió en la corta y Protección Civil tuvo que acabar de trocear el ejemplar
04 ene 2025 . Actualizado a las 20:49 h.El bullicio de la madrugada del 1 de enero deja paso habitualmente a un silencio poco menos que sepulcral en la mañana del primero de enero. La mayoría de la gente descansa en esas primeras horas del día de San Manuel del trasnoche con que se recibe al año nuevo. Pero en O Cachopal, en Oroso, no fue así el pasado miércoles, y en el aire se mezclaban, cuando aún el chocolate con churros no estaba del todo frío, los aullidos sonoros de una motosierra con ese inconfundible aroma del aceite de mezcla quemado de los perseguidos motores de dos tiempos. Era la lucha que máquina y vecino libraban para derribar un majestuoso eucalipto cercano a la DP-3801 en las primeras horas del 2025.
El árbol acabó por ceder, pero no quiso ser el único en la caída. Entre cables del tendido eléctrico y telefónico, su tronco acabó tronzando por la mitad dos postes de hormigón que acabaron sobre uno de los carriles de la carretera provincial que une Sigüeiro con Frades, obligando a cortar el tráfico más de 24 horas. Fue desde las 11 horas del miércoles hasta entorno a las 13 horas de este jueves, porque si bien la empresa de electricidad acondicionó en el día festivo su tendido que cruzaba la calzada, el cableado telefónico no fue retirado hasta el jueves por la mañana, permitiendo así apartar los postes y dejar expedito el camino para evitar a los conductores el desvío provisional por Pedralba.
Pero no fueron los hormigonados postes los únicos damnificados por la caída del eucalipto: también acabó el árbol con la motosierra, incapaz de volver a ponerse en marcha tras tronzar su vasto tronco. De modo que, aseguran desde el Concello orosino, tuvo que ser personal de Protección Civil quien emplease su propia maquinaria para trocear el imponente ejemplar, y colaborar con el vecino para llevarse la leña recién cortada a su casa. Allí se habían personado en la tarde del 1 de enero el alcalde, Álex Doval, y el concejal de Medio Rural, Carlos Mosquera, para observar en persona el desaguisado armado en el vial provincial, y tampoco ellos se libraron de echar una mano y colaborar en la tarea de acopiar las hachas en la casa del particular. Por fortuna no hubo daños personales, y todo se quedó en el trastorno de tener cerrada una carretera con notable tráfico de vehículos. Y es que el día 1 de enero mejor quedarse en casa con un chocolate caliente, que salir y calentarse con una motosierra.