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¿Aparcar el Derecho por la música? Ella lo hizo y hoy arranca lágrimas al público en sus conciertos, incluso fuera del país

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Antía Muíño lanzó en el 2022 su primer disco y ahora trabaja en el segundo, que espera publicar este mismo año. Para ella, dice, <span lang= gl >«os concertos son, ás veces, a miña fonte de inspiración e o lugar onde se crea».</span> De hecho, es habitual que en ellos comparta sus nuevas canciones con el público. Desde hace un tiempo apuesta por el formato cuarteto, que le permite <span lang= gl >«sacar a miña vea máis intimista e un lado moito máis enérxico co resto dos músicos».</span>
Antía Muíño lanzó en el 2022 su primer disco y ahora trabaja en el segundo, que espera publicar este mismo año. Para ella, dice, «os concertos son, ás veces, a miña fonte de inspiración e o lugar onde se crea». De hecho, es habitual que en ellos comparta sus nuevas canciones con el público. Desde hace un tiempo apuesta por el formato cuarteto, que le permite «sacar a miña vea máis intimista e un lado moito máis enérxico co resto dos músicos». CEDIDA

La santiaguesa Antía Muíño habla, poco antes de actuar en el Inverfest, sobre una trayectoria artística que fraguó a fuego lento

28 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Apostar por un camino seguro o adentrarse en uno lleno de aventuras, pero que pocos llevan a término con éxito? En esta encrucijada se vio en su día la santiaguesa Antía Muíño, al acabar la licenciatura en la USC. Ella aparcó el Derecho y apostó por la música, una decisión que nunca ha llegado a lamentar, y hoy arranca lágrimas al público en sus conciertos, incluso fuera de nuestras fronteras. Reconoce que este fue un punto de inflexión, «pero non tiven unha crise de identidade nin un debate interno encarnizado, senón que foi todo moi orgánico».

La música había formado parte de su vida desde niña, hasta ser parte de su propia identidad: «O meu pai é moi melómano e na miña casa sempre se escoitou moitísima música. Recordo os vinilos no tocadiscos e lembro con moito cariño as viaxes no coche escoitando casetes de todo tipo: dende Silvio Rodríguez ata Tracy Chapman ou rock, como Led Zeppelin, Dire Straits...». La mayor de dos hermanos, criados en O Milladoiro (Ames) —aunque escolarizados en Compostela—, se apuntó de joven a una escuela musical y formó parte de un grupo de cantareiras amiense que allí se formó, As Maianas, con las que reforzaría su vínculo con el tradi. «Ademais, fixen no conservatorio guitarra clásica e sempre o compaxinei con outros estudos», indica una mujer a la que siempre le gustaron «moitos campos do saber».

Afirma que, para ella, «non foi tan difícil abrirme paso nos escenarios. Empecei a compartir a miña música e saíronme oportunidades chulas», relata esta compostelana de 32 años con raíces familiares en la Costa da Morte, quien rememora con especial cariño una de sus primeras actuaciones en Bonaval por las Festas do Apóstolo cuando aún no tenía ningún disco publicado. «Nos comezos, fun tamén ao Festival de Jazz de San Sebastián e saíron outros concertos por Euskadi, onde me trasladei para facer o superior de guitarra no Musikene».

Su primer disco, Carta aberta, vio la luz hace tres años y desde entonces no solo ha logrado vivir de la música, compaginando eventualmente su faceta como cantante con la de maestra de guitarra, sino que empezaron a llegar los reconocimientos a su trabajo: el premio a mejor artista emergente en los Martín Códax (2022, año en el que su imagen acabó en una de las grandes pantallas de Times Square) y sucesivas nominaciones a los MIN de la Música Independiente o +Músicas (2023)... Con una voz profunda y aterciopelada que se cuela en las entrañas y el propio Xabier Díaz elogió, es habitual que el público se acerque a ella al final del conciertos con los ojos aún empañados de la emoción para confesarle que el suyo ha sido de las mejores actuaciones que han visto. La propia Antía se sorprende a veces de su capacidad para conectar con el auditorio al tocar en otros países, como en Marruecos o Praga. La oportunidad en territorio marroquí surgió a través del Instituto Cervantes «e foi unha experiencia brutal, como a de Praga».

Embarcada este año en la producción de su segundo trabajo discográfico, celebra que nunca le ha faltado trabajo y este mismo viernes participará en el festival madrileño Inverfset: «Vai ser un dos concertos importantes, no Centro Cultural Condeduque».

Dice que «os premios fanche sentir parte de algo máis trascendente, pero creo que todo é un summum... un premio en si mesmo non di moito se non vai acompañado dun traballo profesional. Son unha especie de pulo, por outra banda, porque por moito que eu crea na miña música sempre te reafirma que o avale un xurado profesional».

Antía cuenta que los conciertos son, muchas veces, su fuente de inspiración y el lugar donde se crea. Respaldada actualmente por una banda de tres músicos «aos que admiro moitísimo», apunta, acostumbran no solo a interpretar en directo los temas de Carta aberta sino también otros que ha ido sacando en los últimos tiempos o en los que trabaja. Entre los escenarios inspiradores que ha pisado, destaca el del Teatro Colón en A Coruña, donde cantó el año pasado: «Tocar en teatros ten moito romanticismo. Son espazos dedicados á escoita e a conexión que se crea co público é super bonita». También menciona su reciente paso por Santander, en el que agotó entradas en poco tiempo. «O Centro Botín é outro lugar marabilloso».

«Síntome súper afortunada de poder vivir da música porque é algo difícil que non todo o mundo consegue e as condicións nas que estamos son, ás veces, complicadas, en canto a incertidume de se vas ter traballo ou non», revela la artista, quien indica que ahora el reto es mantenerse «e que isto sexa duradeiro por moitos anos». El camino que no siguió, la dirigía hacia un máster en Derecho Internacional. «O que máis me gustaba na carreira era o campo das relacións internacionais e a diplomacia»subraya una mujer que se siente más cómoda apagando que encendiendo fuegos (figuradamente).