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Nuria Palacios toma el mando como primera comisaria de la historia de la Policía Nacional en Santiago

SANTIAGO

Recordó a sus padres, Pedro y Sonia, taxistas en León, como ejemplo de lo que significa el servicio público para ella: «Con una sonrisa, siempre aceptaron las necesidades de los demás»

28 ene 2025 . Actualizado a las 20:07 h.

Nuria Palacios Ibán se convirtió, oficialmente, en la primera comisaria de la historia de la Policía Nacional en Santiago de Compostela. Lo hizo este martes 28 de enero tras recibir el bastón de mando de manos del jefe superior de Policía de Galicia, Pedro Pacheco, que afirmó que el acto «simboliza el avance de nuestra institución en favor de la igualdad». Aunque ya venía ejerciendo desde octubre como principal responsable de una plantilla de 270 agentes, Palacios todavía no había jurado su cargo. Con una mano en la Constitución española, se comprometió a cumplir sus funciones, con lealtad al rey, y hacer guardar la carta magna. Fue tras esto que echó la mirada al pasado, a su infancia en León, junto a sus padres, Pedro y Sonia, que se convirtieron en «el ejemplo de entender el servicio público». 

Taxistas de profesión, explicó que jamás tuvieron horarios y que su vida diaria se organizaba según las necesidades de sus clientes: «Si alguien tenía que coger un tren y llegaba justo de tiempo, nunca lo entendieron como un sacrificio, con una sonrisa, siempre aceptaron las necesidades de los demás». Reconoció que esa será su filosofía a la hora de poner en marcha los engranajes de la comisaría de la capital gallega: «Yo empiezo mi camino aquí, pero sé que no lo voy a recorrer sola». Confesó que en este reto contará con un equipo de profesionales perfectamente formados, así como con los jefes de las diferentes brigadas, que, destacó, conocen como nadie su cometido para garantizar la convivencia y la seguridad ciudadana. 

También tuvo palabras de agradecimiento para su marido, Eduardo, y sus hijos, Lucía, Mariña y Rafa, que «han sabido entender los sacrificios y han hecho suya mi vocación», dijo mientras evitaba que se le quebrara la voz. Recordó que el cuerpo exige trabajo individual, pero sus objetivos son siempre compartidos, de ahí que la colaboración resulte un pilar fundamental para lograr el éxito. Agradeció su empeño a aquellos que la precedieron en el cargo, especialmente a Juan Castor Vázquez, al que calificó como un referente para la ciudad de Santiago y para sus vecinos. Palacios se puso a disposición del resto de fuerzas vivas de la ciudad, así como de otros cuerpos de seguridad, jueces y fiscales, algo que consideró necesario para que «nuestra ciudad siga siendo un referente».

Los caballos de batalla a los que se enfrentará son conocidos: crimen organizado, narcotráfico, radicalismos, extremismos, ciberdelincuencia y, especialmente, «los problemas más pequeños de los ciudadanos». En su favor habla su paso por las comisarías de A Coruña y Ourense, así como su experiencia en diversas áreas, como extranjería, inteligencia, policía científica, seguridad ciudadana, tráfico de drogas y crimen organizado. «Máis aló do feito histórico de que unha muller ocupe por primeira vez esta responsabilidad na capital de Galicia, supón un merecidísimo recoñecemento a unha traxectoria brillante no corpo nacional de Policía», afirmó el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, quien estuvo acompañando a Palacios en un acto en el que no faltó la subdelegada en A Coruña, María Rivas; y la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín. En una estancia de la comisaría que se quedó pequeña, los presentes rompieron en aplausos mientras Nuria Palacios empuñaba el bastón de mando. Un momento histórico que marcará el presente y futuro de la Policía Nacional en Santiago de Compostela, que comenzó en León, mientras la comisaria comenzaba a entender el mundo de la mano de Pedro y Sonia. Sus referentes.