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Xunta y Concello de Santiago acogen con cautela el nuevo estudio del tren al aeropuerto

s. Lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

El Gobierno gallego urge la mejora de las conexiones de alta velocidad y el municipal incide en la apuesta por una red de proximidad que vertebre los trayectos interiores

31 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El viejo, y hasta ahora estéril, debate sobre la viabilidad de una conexión ferroviaria con el aeropuerto de Santiago abre un nuevo capítulo. La novedad es que esta vez la iniciativa no surge de Raxoi ni de San Caetano, sino de Madrid. Porque la UTE ganadora del concurso convocado por el Ministerio de Transportes para elaborar el informe sobre la línea de tren a Lugo —integrada por las empresas Tema Ingeniería y Fulcrum Planificación, Análisis y Proyecto— incorporará a la propuesta que deberá presentar a finales del 2026 un análisis sobre ese enlace con Lavacolla. De hecho, la inclusión del estudio de ese ramal al aeropuerto ha pesado en la decisión ministerial de adjudicar el informe del trazado del tren Santiago-Lugo a esa unión temporal de empresas.

Tanto en la Xunta como en el Concello han recibido la noticia con prudencia. Aunque las dos administraciones ven con buenos ojos que se estudie ese enlace a Lavacolla, ambas sostienen, desde enfoques distintos pero complementarios, que las prioridades de Galicia en materia ferroviaria son otras. El Gobierno autónomo esgrime que es partidario de que «se estuden todos aqueles proxectos que redunden nunha mellora das conexións e da mobilidade, sempre e cando sexan viables». Porque en su viabilidad está, sin duda, la clave de que ese ramal pueda ejecutarse algún día. Dicho esto, la Xunta entiende prioritaria la mejora de las conexiones de alta velocidad. «Antes de abrir novos debates, o que debe facer o Goberno de España é cumprir coas reivindicacións que seguen sen ser atendidas», matiza. Entre ellas, la Xunta alude a la conexión de Lugo y Ferrol con alta velocidad, al aumento de frecuencias y a garantizar el cumplimiento de horarios. Además, reclama «aportar certezas, prazos e orzamentos respecto ao corredor atlántico ou sobre o AVE Vigo-Porto».

En Raxoi acuñan un discurso similar. Aseguran que prestarán atención al estudio de Transportes, «coa idea de que achegue unha solución por tren para a conexión co aeroporto Rosalía de Castro, que o goberno local considera de gran interese». Ahora bien, desde el Concello subrayan su reivindicación de «mellorar as conexións ferroviarias co resto do país». En este sentido, el gobierno de Goretti Sanmartín incide en la demanda «dunha rede de proximidade que interconecte todo o territorio», al tiempo que insiste en la necesidad de «mellorar tamén as conexións de media distancia».

La idea que se escuchó por vez primera en Raxoi hace 30 años

El Ministerio desempolva el viejo anhelo de un ramal ferroviario al aeropuerto 30 años después de que se planteara por vez primera en Santiago. Fue la entonces concejala nacionalista Encarna Otero quien formuló una posibilidad que en aquel 1995 llegó a San Caetano. Xosé Cuíña, al frente de Obras Públicas, encargó un estudio con cifras que, vistas hoy, parecen ingenuas. Aquel informe estimaba en 4.500 millones de las antiguas pesetas —que en euros serían 27 millones— el coste de llevar el tren a Lavacolla. Si bien lo más curioso era que planteaba un trazado de bajo coste, porque calculaba que la factura podría reducirse a la mitad si el trazado arrancaba en A Sionlla, opción, por cierto, que suscitó escaso entusiasmo. La Xunta intentó que Fomento desarrollara la propuesta, pero el ministerio acabó guardándola en un cajón.

Años después, con el bipartito en la Xunta (2005-2009), el asunto volvió a los titulares de la mano de Gerardo Conde Roa, que lo retomó en su fugaz paso por la alcaldía. Y el BNG, con Néstor Rego a la cabeza, fue actor protagonista en una demanda que apoyaron todos los grupos de Raxoi para reclamar a las administraciones que comprometieran fondos antes del 2012. El objetivo era que el proyecto tuviera presupuesto antes del 2015 y que en el 2022 fuera posible apearse del tren para subirse al avión. De nuevo la Xunta, ahora en la etapa de Agustín Hernández en Infraestruturas, encargó un estudio para hacer esa conexión en metro ligero. Su coste rondaba los 120 millones. Hernández rescató la idea en la campaña de las municipales del 2019, y el PP la movió en el Parlamento para pedir a Fomento que moviera ficha. Hasta hoy.

Tarde, otra vez

Puede que, vista en Madrid, la idea de llevar el tren a Lavacolla parezca novedosa. Aquí es una propuesta vieja a la que ningún gobierno quiso prestar atención. Por supuesto que se trata de una opción interesante, que resulta inconcebible que se quedara fuera del diseño de un trazado de alta velocidad que Galicia estrenó anteayer y que permitiría al sistema aeroportuario disponer de un medio de transporte que Oporto tiene desde hace años. Pero es significativo que el nuevo estudio de ese trazado apenas genere hoy aplausos en Xunta y Concello. También este tren llega tarde.