Un vecino de Barro encuentra un petroglifo y A Rula lo considera el más importante de A Baña

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

A BAÑA

CEDIDA

La estación rupestre tiene siete combinaciones de círculos realizadas en distintas etapas de la prehistoria

14 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El patrimonio prehistórico del área de Santiago ha vuelto a incrementar su catálogo gracias a Juan Antonio Pisco Camino, vecino de A Baña, y al colectivo cultural A Rula. Esto ha sucedido por casualidad, mientras Juan Antonio Pisco paseaba por el entorno de su vivienda, en Barro de Abaixo, a los pies del monte de Santa Mariña. A escasos metros del conocido como Rego de Faílde, a este bañés le llamó la atención una piedra oculta entre una plantación de abetos y enseguida se dio cuenta de que aquella no era una roca cualquiera, ni mucho menos.

Así fue como se puso en contacto con miembros de A Rula, colectivo que ayer hizo pública esta historia, agradeciendo especialmente el buen ojo de Juan Antonio Pisco y su interés por proteger un petroglifo de alto valor patrimonial. «Considerámola de grande interese, tanto polos motivos que conserva como pola súa localización no concello da Baña onde case non existen exemplos coñecidos de arte rupestre atlántica. Ata o momento só se tiñan identificado dúas pedras exentas e unha estación cunha combinación de círculos concéntricos», explica A Rula en su última publicación.

Con este hallazgo, el petroglifo de O Rego de Faílde se convierte en la cuarta estación rupestre descubierta e A Baña y también en la más importante del municipio ya que, tras analizarlo con detenimiento, A Rula señala que «ten o panel máis complexo de todos os descubertos ata o momento».

La piedra sobresale unos cuarenta centímetros del terreno, tiene forma de almendra con una superficie bastante regular y forma de lomo de ballena. Buena parte está dañada por el paso de maquinaria sobre ella, ya que el terreno tuvo aprovechamiento agrícola. A Rula identificó en esta estación rupestre siete combinaciones de círculos, trazos de difícil identificación y restos de otras combinaciones. Una de ellas mide 52 centímetros de diámetro y tiene cinco círculos, además de surcos que la unen a otras agrupaciones.

A Rula concluye, en base a la profundidad de los surcos, que las diferentes manifestaciones rupestres se realizaron en tres momentos distintos, considerando que la mayor parte de ellos son reinterpretaciones de los vestigios iniciales. La asociación notificó este hallazgo a la Dirección Xeral de Patrimonio para su catalogación y protección, ya que los petroglifos son Bienes de Interés Cultural (BIC).