Las parroquias de Tapia y Ameixenda entran en la cuarta fase del plan forestal
29 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Ames ha dado forma a la cuarta fase del plan municipal de prevención de incendios forestales, que se basa en la plantación de árboles de variedades frondosas caducifolias en terrenos incluidos en las franjas secundarias de protección de núcleos habitados.
Los lugares elegidos en esta campaña son los ámbitos de Montemaior, Frenza-Vilota, Ventosa y el entorno de la urbanización Bosque Animado. Todos pertenecen a las parroquias de Tapia y Ameixenda.
La superficie en la que el Concello pretende actuar tiene 23,58 hectáreas, en las que se podrían plantar en torno a 4.200 arboles calificados como bomberos por su capacidad para frenar la propagación del fuego en caso de que se produzca un incendio forestal. De la superficie incluida en esta fase, cerca de trece hectáreas están catalogadas como de peligrosidad alta y muy alta.
Para alcanzar el objetivo de máximos es necesario firmar convenios con todas las personas titulares de estas franjas, que pueden recibir ayuda para retirar árboles considerados pirófitos y sustituirlos por otros que generan el efecto contrario.
De momento, el Concello tiene cerrada la rúbrica de diez convenios pero confía en que su número aumente, ya que en el primer año de funcionamiento del plan, en el 2016, se firmaron 37 acuerdos y al año siguiente se lograron 76, que bajaron a 34 en la convocatoria del año pasado.
Como en años anteriores, el equipo técnico que desarrolla el programa organizó charlas informativas en las dos parroquias incluidas en esta fase para informar en detalle de las características del programa, que hasta la fecha ha intervenido en 76.404 metros cuadrados. En ellos crecen 2.385 árboles, entre los que abundan castaños y carballos, pero también cerezos, nogales y especies vinculadas a entornos fluviales.
Este programa se financia con fondos propios. Para esta cuarta fase ha reservado una partida económica de 80.000 euros. La mayor parte del coste corresponde al gasto del personal, ya que el Concello contrata durante cinco meses a cinco personas para la brigada que realiza los trabajos de acondicionamiento del terreno y plantación de los árboles, que también sufraga.