Las tres de Ames fueron las primeras en adjudicarse, mientras que la de Val de Dubra generó menos interés entre los aspirantes
27 ene 2020 . Actualizado a las 12:23 h.Pretendía ser un concurso ágil pero en mayo cumplirá tres años desde que la Consellería de Sanidade anunció que Galicia contaría con 41 nuevas farmacias. Aún así, los cambios en el proceso de adjudicación y en el baremo han favorecido el proceso, y ahora solo resta que los farmacéuticos que han obtenido una botica se pongan manos a la obra. En la comarca de Santiago habrá seis nuevas: tres en el concello de Ames (dos en Bertamiráns y una en Milladoiro); una en Teo; otra en Brión; y finalmente otra oficina en Val do Dubra.
Las tres de Ames fueron las más codiciadas. El sábado 18 de enero se celebró el acto de adjudicación y la de la parroquia de Biduído, que con toda probabilidad se ubicará en Milladoiro, voló en el cuarto puesto, después de las de Baiona, Oleiros y O Temple, en Cambre. Las otras dos oficinas del concello amiense, que irán a Bertamiráns, dentro de la parroquia de Ortoño, se eligieron en los puestos 10 y 12. Más tardaron la de Teo, en el número 21; la de Brión, en el 24; y sobre todo la de Val de Dubra, que fue la botica elegida en el puesto 36 de las 41 totales.
La apertura de estos establecimientos está más cerca pero aún faltan meses, por lo que es improbable que estén antes del segundo semestre. El Diario Oficial de Galicia debe publicar la lista provisional de farmacéuticos adjudicatarios. Estos tendrán diez días para depositar una fianza de tres mil euros, y después debe hacerse público el listado definitivo. A partir de ahí los boticarios tienen dos meses para elegir un local en el que estará la farmacia, y seis meses para ponerla en marcha. No obstante, es un plazo máximo por lo que las boticas podrán echar a andar antes.
Ninguna en las ciudades
El criterio para designar qué zonas deben contar con una nueva farmacia es el número de habitantes y si se trata de una zona urbana, semiurbana o rural. En las urbanas se fija una oficina por cada 2.800 habitantes; 2.500 en el caso de las semiurbanas; y 2.000 si se trata de zonas rurales. Esto ha llevado a que las 41 nuevas estén en concellos que han crecido mucho a nivel demográfico -Ames y Culleredo tendrán tres a mayores, y Cambre y Narón dos-, y en aquellas zonas rurales en las que se necesita este servicio, como Negueira de Muñiz, el único concello en donde hasta ahora no había botica. Sin embargo, ninguna de las siete ciudades tendrá más oficinas de farmacia.
«Fun titular de farmacia, asalariado dez anos, e agora volverei a ser propietario»
Antucho Espinosa Suances lleva toda la vida vinculado a una oficina de farmacia. Lo fue 25 años en la de A Gudiña, en la provincia de Ourense, en donde compartía botica con su mujer. Después se fue al barrio de A Valenzá, en el concello de Barbadás, una de las zonas de expansión demográfica limítrofe con la capital ourensana. Allí lleva diez años trabajando como farmacéutico adjunto en una oficina, pero el concurso de farmacias y su alta puntuación le han vuelto a convertir en propietario, «tiven a oportunidade de ser xefe durante 25 anos, asalariado durante dez, e agora outra vez volver a ser xefe», explica.
Tenía claras sus prioridades. Obtuvo la décima mejor puntuación en el baremo de la Consellería de Sanidade, por lo que durante estos meses analizó cuáles eran las boticas que más le apetecían y ordenó sus preferencias. Eligió una de las dos que se van a abrir en el núcleo de Bertamiráns, que en el listado aparecen recogidas en la parroquia de Ortoño, «estudeinas detidamente e funas ordenando. Bertamiráns non era a primeira pero elección, pero si que estaba entre as primeiras», cuenta.
Coordinarse con primaria
En este concurso la Xunta decidió hacer cambios en el baremo para primar, por ejemplo, los años trabajados en oficina de farmacia frente a otros méritos. Es una de las modificaciones que benefició a Espinosa Suances, «recoñécese toda a experiencia profesional do farmacéutico e dáse máis preponderancia aos que traballamos en oficina», explica.
Sobre el papel del farmacéutico, más allá de simples dispensadores de medicamentos, Antucho destaca la importancia de esta figura en la coordinación con los equipos de atención primaria, «o papel fundamental é resolver os problemas de saúde que teñen os pacientes, e dentro destes os que están relacionados cos medicamentos, coordinándose co resto de axentes de saúde de atención primaria, sobre todo médicos e enfermeiros», explica.
Sobre la dotación de boticas en la comunidad, 1.345 que ahora se elevan a 1.386 con las 41 nuevas oficinas, este profesional de la farmacia segura que son suficientes para cubrir las necesidades de la población. Particulamente no ve tan adecuado que haya ratios diferentes en función de si se trata de zonas urbanas o rurales ya que, «eu, persoalmente, non faría esa diferenza».