Estos dentistas de Ames se conocieron estudiando Odontoloxía, comparten nombre y apellido, tienen la misma edad y por encima son socios

AMES

David Fernández Fernández y David Fernández Millán fundaron en Bertamiráns hace 8 años el centro dental Rueiro, donde acaban de estrenar un gabinete exclusivo para los más pequeños de la casa
17 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Las vidas de David Fernández Millán y David Fernández Fernández se cruzaron en la facultad. Aunque ambos se criaron en Ames, acabarían conociéndose en la licenciatura que ambos eligieron, en el primer curso de Odontoloxía en la USC. Tener el mismo nombre y apellido, constatan los dentistas de 35 años, fue «un chiste que nos persiguió toda la carrera: los profesores nos confundían a uno con el otro y se dieron situaciones simpáticas». Hoy son socios, fundaron el centro de salud dental Rueiro hace 8 años en la rúa amiense que lleva ese mismo nombre, y la confusión sigue siendo parte de su día a día, constatan: «Muchos clientes nos hablan del otro como ‘tu primo' o ‘tu hermano', aunque no tenemos ningún parentesco, o nos preguntan si somos familia».
Millán se especializaría en cirugía odontológica y su socio en estética. Su trayectoria laboral conjunta arrancó en el mismo local que se encuentran ahora y poco a poco han ido creciendo, ampliando sus servicios y su equipo clínico (actualmente son 12 profesionales): «Al principio éramos solo nosotros dos y una higienista dental. Ya cogimos unas instalaciones grandes con previsión de crecer y, con el tiempo, hemos ido incorporando a más gente en todas las especialidades: odontología general, endodoncia, implantología, ortodoncia, estética, diagnóstico 3D, periodoncia, ortopediatría, prevención...». Cuenta Millán que la idea con la que fundaron Rueiro fue «para dar un servicio de la mejor calidad, y ajustando los importes, en Bertamiráns, de donde somos los dos y tenemos mucha gente conocida. La mayoría de nuestros pacientes viven aquí o son del área de influencia de Bertamiráns, aunque cada vez nos visitan más personas de otras partes, que vienen recomendados».
En su clínica trabajan con las sonrisas de niños desde los 6 meses hasta de mayores de 80 o más años. Y, para dar un mejor servicio a los más pequeños de la casa, acaban de estrenar un gabinete infantil. «Antes lo teníamos integrado en la parte de la consulta donde atendemos a los adultos y ahora los niños tienen unas instalaciones hechas a su medida, con su gabinete propio, su sala de espera infantil, etcétera», aclaran. La responsable del servicio de odontopediatría es Eliane García Mato (quien, al igual que Millán, sigue vinculada a la USC: ella como coordinadora del máster de su especialidad y él como profesor de posgrado en Odontoloxía Dixital). ¿Y qué hay que hacer para que los niños no tengan miedo de ir al dentista? «En primer lugar, es fundamental tener un profesional como Eliane, muy bien formada en el manejo de conducta y preparada para tratar con los pacientes infantiles, además de con personas con necesidades especiales, y dirigir una negociación para que el menor esté tranquilo. Además de eso, tener un entorno amable y humanizado, ayuda. Por ejemplo, en nuestro gabinete infantil hay peluches, colores para dibujar, una caja con regalos para cuando se portan bien y hasta la puertecita del Ratoncito Pérez», responden.
«Recuerdo que de pequeños íbamos a gabinetes enmoquetados, con cuadros por la pared y tenías que estar allí quieto y callado. Las cosas han cambiado mucho en los últimos años, para bien, aunque es verdad que hay un rango de edad al que le tocó vivir alguna mala experiencia en los dentitas de antes y siguen viniendo con miedo, sobre todo gente que anda por los 40 años en adelante. Creo que para los más jóvenes, en general, no es una obligación traumática», reflexiona Fernández Millán, quien destaca que tanto él y su socio como sus empleados «somos profesionales especializados, con máster, posgrados y demás. Incluso a nuestras auxiliares e higinistas las animamos a que se sigan formando. Siempre quisimos darle a nuestro centro un enfoque de calidad y nos obligamos a seguir formándonos e incorporando todas las innovaciones que van saliendo hoy en día. Tenemos, por ejemplo, desde un CBCT para dar una imagen en 3D hasta un escaner intraoral o un sistea de sedación para pacientes con miedo, para que estén más tranquilos».