
Las queserías de la zona repusieron existencias y agotaron el producto
17 mar 2025 . Actualizado a las 18:58 h.La última jornada de la Festa do Queixo de Arzúa superó con creces todas las previsiones de asistencia y fue necesario regular los accesos al recinto ferial a partir del mediodía para no superar su capacidad fijada en 1.004 personas. A las dos de la tarde aún había personas que aguardaban pacientemente en una larga fila para entrar a degustar y comprar quesos. Algunas de las queserías de la Denominación de Origen Arzúa-Ulloa tuvieron que acudir ya en la jornada del sábado a sus almacenes para reponer existencias y ayer domingo regresaron nuevamente a sus obradores para trasladar a Arzúa sus últimas existencias.

Los responsables de la organización comentaron que, en general, todas las queserías del Arzúa-Ulloa llevaron más piezas que en ediciones anteriores y fueron varias las que se quedaron sin mercancía y tuvieron que cerrar en las primeras horas de la tarde. Entre los estands de quesos procedentes de diversos puntos de Galicia, España, Francia y Portugal también reinó la satisfacción por unas ventas que superaron sus expectativas más optimistas.
Los ahumados, de cabrales y la amplia variedad de quesos de oveja y cabra, aderezados con especies como romero, pimentón y frutos secos como nueces y almendras, volvieron a estar entre los más demandados después de los de Arzúa-Ulloa, los reyes del día. Los organizadores comentaron que los que acudieron por vez primera, entre los que estaba una quesería de León y otra de Zamora, anunciaron su intención de repetir la experiencia en el 2026.
Si las ventas en el recinto dejaron pletóricos a los vendedores, la restauración también vivió un día de gloria. El buen tiempo animó a los vecinos, no solo de la comarca, sino de otras localidades a desplazarse hasta Arzúa para comer en alguno de los establecimientos de hostelería, que registraron un lleno total durante todo el domingo. Tampoco había mucho espacio en las carpas de la feria.
Poco después de la una de la tarde los conductores tuvieron que soportar varios kilómetros de cola, tanto en sentido Santiago como Lugo. A las dos de la tarde conseguir una plaza de aparcamiento en el centro era imposible y los conductores llegaron a dejar sus coches en el polígono industrial, en los arcenes en dirección al cementerio y también en la salida hacia Melide.

Conciertos abarrotados
El festival de conciertos, celebrado desde la noche del sábado a la madrugada del domingo, reunió a miles de personas, que corearon bailaron y cantaron hasta alrededor de las 3.30 de la madrugada. La carpa de los conciertos estuvo llena durante las siete horas de programación y sin tiempo para el aburrimiento. Xoel López saltó al escenario hacia la mitad del festival y se metió al público en el bolsillo desde el primer compás. The Rapants cerraron el festival de la Festa do Queixo y tampoco defraudaron a un público que pese a las largas horas de música parecía dispuestos a seguir el tiempo que fuera necesario.