Recogen firmas para mejorar la seguridad de un cruce peligroso del Camino Norte en Boimorto
BOIMORTO
![](https://img.lavdg.com/sc/xEtJJaAED4P_nxr85tS_gHZ483M=/480x/2016/05/26/0012_201605SY26C6F1jpg/Foto/SY26C6F1.jpg)
Una hostelera reclama desde hace años un quitamiedos para la entrada de su local en el nudo de Corredoiras
26 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Candelas Lozano teme que haya que lamentar una desgracia para que la administración adopte lo que viene reclamando desde hace años sin éxito. «Si hay alguna muerte, a ver qué respuesta dan», advierte esta vecina de Boimorto que ha iniciado una recogida de firmas entre los peregrinos que recorren el Camino Norte para que se mejore la seguridad vial en la intersección en la que se cruzan, a la altura de Corredoiras, tres carreteras autonómicas: la que conduce a Melide y A Coruña (AC-840), con alta densidad de tráfico pesado; a Arzúa (AC-234;, y a Sobrado (AC-934); de donde provienen los romeros que llegan, tras 9 kilómetros de ruta, al Bar Carreira.
Es el local de hostelería que desde hace casi veinte años regenta Candelas junto a su marido José Antonio. Piden un quitamiedos para proteger el acceso al negocio. Hace esquina mirando al cruce y su amplitud permite aprovecharlo como terraza para los clientes, cada vez en mayor número peregrinos por el auge de la ruta jacobea que pasa por Boimorto. Recuerda el propietario que, en esas dos décadas, «houbo polo menos vinte accidentes e que me afectaran á vivenda, oito». Lo cuenta para dejar constancia de la peligrosidad de un cruce en el que el matrimonio dice no saber qué sucede, porque «está bien señalizada».
Ponen el acento en la señal de stop del vial de Arzúa, donde «es algo cotidiano», afirma la mujer, que los conductores no paren. ¿Las consecuencias?. Hasta la fecha, «un milagro», dicen, evitó que no hubiera que lamentar males mayores a causa de los accidentes de tráfico que se registran en ese punto.
El último fue hace dos semanas, tal y como formalmente le notificó Candelas Lozano a la valedora do Pobo en rechazo a la respuesta que recibió de la institución. Avala con documentos que «es mentira» que, en los últimos cinco años, no se haya registrado ni un solo accidente, que es lo que recoge en su escrito la valedora, de acuerdo con la información recibida de la Axencia Galega de Infraestruturas.